Durante la gala de este miércoles, los participantes de Gran Hermano vivieron una noche emocionante. Tras el pedido de Santiago del Moro, conductor del programa, y el Big, los ocho jugadores que quedaron en carrera se dirigieron al SUM. En ese lugar, vieron un capítulo de Los Simpsons y comieron empanadas y porciones de pizza, aunque, en el fondo, presentían que algo iba a pasar.
Luego, debieron sacar números de una caja, que los ordenaba del 1 al 8. Del otro lado del SUM, ocho exparticipantes reingresaron a la casa y fueron elegidos, por orden de menor a mayor, comenzando por Katia “La Tana” Fenocchio que eligió el número 1.
El problema ocurrió cuando Selva Pérez, con el número 5, eligió como compinche a Chiara Mancuso, quien deseaba jugar con Ulises Apóstolo, que quedó en el sexto lugar y terminó eligiendo a Jenifer Lauría.
El enojo de Chiara Mancuso con la producción de Gran Hermano
Sin la posibilidad de poder compartir un equipo junto a Ulises Apóstolo y, por el contrario, tener que acompañar a Selva, la modelo estalló de bronca y, fiel a su estilo, levantó la voz una vez concluido el programa.
Al tener el micrófono abierto, se escuchó todo el descargo de Mancuso, que quiere abandonar el reality. “Me quiero ir sin perjudicar a Selva. A Selva no la enchastren“, indicó. Hete aquí otra cuestión: según reveló Del Moro, en caso de abandono, el compañero al que se le está haciendo campaña también queda eliminado.
Pero Chiara fue por más y, en una conversación que pareció tener en el confesionario de la casa y que no debía escucharse, apuntó: «Literalmente, es una tomada de pelo. Todo lo que me hicieron es una tomada de pelo. Es una vergüenza. Se cag… en mí. Que yo ahora tenga que abandonar por ese motivo es un papelón, literalmente».
Con el enojo a flor de piel y el atenuante que su abandono perjudicaría directamente a la participante uruguaya, Chiara se plantó ante la producción y la historia promete tener más capítulos durante la semana.