La Bolsa porteña perdió casi la mitad de su valor en lo que va del año. Luego de un 2024 que generó significativas ganancias en dólares de hasta tres dígitos, desde entonces los vaivenes internacionales y el ruido político a nivel interno provocó que algunas acciones acumularan un rojo de hasta 70%.
El índice accionario S&P Merval volvió a tender a la baja y retrocedió 0,7% este viernes, hasta alcanzar las 1.683.959 unidades. Al ajustar este valor por el dólar contado con liquidación (CCL), se encontró en torno a los US$1074, cifra que no se veía desde agosto del año pasado.
En nueve meses, se desplomó 49,7% en moneda dura, un fenómeno que se da a contramano del mundo.
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“Se puede explicar por múltiples factores, aunque sin lugar a dudas el driver es claramente local. Una quinta parte de la caída que experimentó el Merval en el año se dio en las dos semanas posteriores a las elecciones legislativas de la provincia de Buenos Aires. Otra situación que grafica la causalidad local reside en la dinámica de las principales bolsas del mundo. En este sentido, el principal mercado estadounidense, el S&P 500, muestra una suba de más del 13% en lo que va del año, mientras que otros mercados emergentes como el de Brasil registró un alza de más del 30% en este 2025″, comparó Damián Vlassich, team leader de Estrategias de Inversión en IOL.
Para Juan José Vázquez, head of research de Cohen Aliados Financieros, el golpe que sufrió la Bolsa este año se lo puede dividir en etapas. El año arrancó viento en popa, en tiempos donde el riesgo país supo tocar mínimos en torno a los 550 puntos básicos y el Merval alcanzó récords nominales históricos. Eso despertó un flujo importante de inversores internacionales, que pusieron un pie en la Argentina al ver que habían entrado US$20.000 millones al sistema por el blanqueo y al contemplar que también se avecinaba un trimestre estacionalmente favorable.
Pero pronto arrancó la toma de ganancias. En parte, se debió a las dudas que había en torno al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la compra de reservas por parte del Banco Central (BCRA). También apareció el “Liberation Day” a nivel internacional, cuando Donald Trump aumentó los aranceles a las importaciones y provocó los temores de una recesión global. Las elecciones en la provincia de Buenos Aires empeoraron las perspectivas hacia delante. En lo que va de septiembre, el Merval se hundió 26,6% en dólares.
“Hubo miedo. El resultado de la debilidad política dentro del Congreso no fue una buena señal y entró mucho en la memoria esta situación sobre la vuelta de un régimen populista, que para el valor de los activos financieros es decisivo. Sobre todo para las empresas reguladas, porque que haya congelamientos tarifarios rompe la ecuación económica y financiera. Eso generó una destrucción del valor que fue tremendo, más allá de que muchas de estas empresas reguladas ni siquiera tienen deuda. También los bancos se vieron afectados por la suba del riesgo país y la perspectiva de que tendrán una mayor pérdida por préstamos en malas condiciones”, sumó Vázquez.
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Al ver el panel principal, que está conformado por las empresas que tienen el mayor volumen de operaciones en el mercado, la caída más notoria es para Sociedad Comercial del Plata, con una baja del 73,7%. Otras acciones que cayeron fuertemente fueron BYMA (-68,4%), Metrogas (-62%), Banco Supervielle (-56%) y Edenor (-53,5%), por nombrar algunas de las que más retrocedieron.
“El mercado tomó una postura más bien pesimista, consecuencia de que el resultado en la provincia de Buenos Aires fue significativamente distinto a lo que tenían descontado los analistas. Si bien consideramos que las valuaciones comienzan a ser interesantes, especialmente en lo que refiere a sectores con sólidos ingresos y bajo nivel de apalancamiento como puede ser el de oil & gas, la prevalencia de flujo vendedor hace que la sugerencia no sea la de tomar posición en este momento, sino más bien la de cautela», sumó Vlassich.
La carrera hasta las elecciones del 26 de octubre parece todavía larga. El Merval cayó en 10 de las últimas 15 ruedas, lo que denota el pesimismo de los inversores. Los analistas advierten que la volatilidad seguirá hasta entonces, sobre todo con las reservas del Banco Central bajo la lupa (vendió US$1110 millones esta semana para contener el esquema cambiario) y con los ahorristas atentos a los acontecimientos políticos que surjan, como nuevos reveses para el oficialismo en el Congreso.
“Fue tan vertical la caída y son tan ridículos los precios que vemos, que puede haber una recomposición antes de un cambio de tendencia del mercado. Pero lo que pase con los DNU en el Congreso y las elecciones de octubre serán un condicionante”, cerró Vázquez.