“Nunca pensé que haría mi primera sesión de fotos de ropa interior a los 53… ¡pero aquí estamos!”, escribió Jennie Garth en su cuenta oficial de Instagram, junto a una serie de fotografías que se tomaron en su propia mansión y que forman parte del catálogo de una importante marca. “Y nunca me he sentido más segura ni cómoda conmigo misma”, agregó, dejando en claro que no fue una decisión difícil de tomar.
La empresa de lencería Thirdolove lanzó su “primera ropa interior reguladora de temperatura”, que incluye tela impregnada de minerales volcánicos naturales que “reacciona al calor y la humedad del cuerpo para evaporar el sudor antes de que comience”, indica la compañía, en un comunicado de prensa. Y, al respecto, la actriz de Beverly Hills 90210 indicó: “Estoy orgullosa de formar parte de esta campaña, no solo porque es la primera vez para mí, sino porque es con una marca que realmente apoya a las mujeres en cada etapa de la vida, incluida la menopausia”.
El orgullo que la actriz siente por su cuerpo es producto de un trabajo interno de larga data. En diciembre de 2024, Garth reveló en una entrevista publicada por la revista Self, que en los últimos años debió someterse a dos intervenciones quirúrgicas y que recién en ese momento se sentía fuerte como para contarlo porque considera que ya no está “en un lugar en el que quiera ocultar cosas”. La intérprete contó que se sometió a su primer procedimiento a los 48 años y luego a un segundo a principios de este año. “Mi estado físico no tiene nada que ver con mi espíritu”, indicó. Y explicó que tardó en dar a conocer la noticia porque “estaba nerviosa” de hablar abiertamente sobre sus “reemplazos de cadera”.
“Lo he mantenido en secreto durante mucho tiempo, pero ya no estoy en un lugar en el que quiera ocultar cosas. Durante mi primera cirugía, había deseado poder compartir mi experiencia con la gente, porque existe un gran estigma en torno a la sustitución de cualquier articulación. Esto es algo que no afecta solo a las personas de 80 años”, señaló Garth.
La actriz, que dijo que creció montando a caballo y bailando, vivió “con dolor de cadera durante mucho tiempo”. Un médico confirmó más tarde que tenía osteoartritis, que según dijo también afecta a sus padres y hermanas. La osteoartritis es la forma más común de artritis y se produce cuando el cartílago protector que amortigua los extremos de los huesos se desgasta con el tiempo. El momento clave en su proceso de detección fue un viaje de esquí familiar en el que no pudo participar en ninguna actividad. Cuando regresó a Los Angeles, Garth decidió acudir a su médico. “Tenía tanto dolor que tuve que sentarme en la cabaña y esperarlos. Eso fue muy molesto, ya que sentí que mi calidad de vida estaba disminuyendo”, le dijo al medio.
“Mi marido [Dave Abrams] es nueve años más joven que yo y está muy en forma. No quería casarme con un hombre más joven y empezar a desmoronarme”, reconoció. Luego de una serie de consultas, su médico le informó que la articulación de su cadera no encajaba bien en su cavidad y que el tejido en el área circundante se estaba deteriorando. Lo único que se podía hacer era un reemplazo de cadera.
A pesar de que ella aceptó el diagnóstico y estaba lista para afrontar el procedimiento, se desató la pandemia de covid que mantuvo al mundo en pausa durante largos meses. “Era muy difícil programar cirugías como esta. Y me encontré atrapada, viviendo con ese dolor, que empeoraba cada día a medida que se desarrollaba la cuarentena”, relató.
Sin embargo, cuando finalmente consiguió someterse a la primera intervención, descubrió que la cuarentena le brindaba la posibilidad de que su situación no se hiciera pública. “El mundo estaba muy tranquilo en ese entonces. Sabía que podía operarme sin que nadie lo supiera y mejorar para cuando la vida volviera a la normalidad”, indicó.
Según explicó en la entrevista, la recuperación fue rápida y pudo volver a sus actividades habituales dos meses después de haber salido del quirófano. “Me sentí como la Mujer Biónica: no había nada que no pudiera hacer. En ningún momento tuve presente que me habían operado la cadera; solo me lo recordaba una cicatriz de diez centímetros en el cuerpo”, rememoró.
Pero la tranquilidad duró poco. A principios de este año, la cadera derecha de Garth comenzó a dolerle más de lo que le había dolido la izquierda antes de la primera operación. “Sentía un dolor insoportable con cada paso; no podía ni agacharme ni levantarme”, recordó. “Dado el éxito de mi nueva cadera, sabía que no había que pensarlo dos veces: tenía que operarme la otra articulación”, explicó.
La recuperación de la segunda cirugía, que se realizó en marzo, no fue tan corta ni tan tranquila. “Estuve rengueando por un tiempo y tardé en volver al gimnasio. Realmente tengo que cuidarme”, señaló, y compartió que publicar su rutina de entrenamiento en las redes sociales le sirvió para mantener el entusiasmo durante la recuperación. “He recibido respuestas positivas de las personas a las que estoy ayudando, lo que hace que sentirse vulnerable se sienta bien”, contó.
“La verdad es que tuve que aceptar que mi estado físico no tiene nada que ver con mi espíritu. Para todos es un hecho que a medida que envejecemos, la vida comienza a cambiar de las maneras más hermosas. Hay algunos cambios que dan miedo y desilusión, como cuando empiezas a ver y sentir que estás envejeciendo, pero no hay que tener miedo. Es parte de quién será uno en el futuro”, reflexionó.