Después de tres noches en prisión, José Luis Ábalos se ha pronunciado por primera vez sobre su situación personal en su cuenta de X, antes Twitter. “Mi agradecimiento por el buen trato que estoy recibiendo en prisión por parte de todos los funcionarios y por los demás internos. Mi adaptación está siendo menos traumática de lo que esperaba”, ha escrito.
Sin embargo, ha añadido: “Eso sí, aquí hace mucho frío. Sigo fuerte y firme, y metiéndome en prisión no me van a doblegar ni a callar…“.
Su ingreso en prisión obedece a la decisión del Tribunal Supremo, que lo ha enviado a prisión provisional sin fianza junto a su exasesor Koldo García, por su presunta responsabilidad en una trama de corrupción relacionada con la adjudicación de contratos públicos para la compra de material sanitario —sobre todo mascarillas— durante la pandemia.
En su auto, el magistrado instructor, Leopoldo Puente, argumenta que existen “indicaciones consistentes” de delitos graves como cohecho, tráfico de influencias y malversación, entre otros, lo que marca la gravedad de los hechos atribuidos a Ábalos. Además, la petición fiscal contempla penas de hasta 30 años de cárcel, lo que refuerza la impresión judicial de que podían darse circunstancias que aconsejaban la prisión preventiva.
El factor decisivo para llevarlo directamente a prisión ha sido, según el TS, el riesgo “extremo” de fuga, unido a la proximidad del juicio. Las medidas cautelares anteriores —prohibición de salir del país, retirada de pasaporte y obligación de comparecer periódicamente ante la justicia— fueron consideradas insuficientes.
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