El exministro José Luis Ábalos ha informado al Tribunal Supremo de su decisión de renunciar a su abogado, José Aníbal Álvarez, dos días antes de declarar como investigado en la causa sobre el cobro de presuntas comisiones a cambio de adjudicaciones públicas. Según ha precisado, ha roto relaciones con el letrado al considerar que mantienen «diferencias irreconducibles».
Así lo explica el propio Ábalos en un escrito que su procurador ha presentado ante el magistrado del Supremo que le investiga, Leopoldo Puente. En el documento, al que ha tenido acceso Europa Press, precisa que las diferencias con su abogado, «lejos de constituir una circunstancia puntual en el tiempo, se han convertido en una constante».
Por ello, el diputado entiende que se hace «inviable el mantenimiento de la asistencia letrada, pues se ha producido un deterioro irreversible de lo que debiera ser una relación basada en la confianza».
Ábalos incide en que la consecuencia de dichas diferencias es que, «tras distintos episodios de desacuerdo, acompañado del ambiente generado en el contexto de los medios de comunicación», la relación con su abogado se ha visto «interrumpida» hasta el punto de que él, en calidad de investigado, ha tenido que «preparar» su declaración –prevista para este miércoles– por sí mismo.
Así las cosas, el diputado del Grupo Mixto anuncia que «renuncia» a la «defensa profesional ejercida hasta el momento por José Aníbal Álvarez». Con todo, el exdirigente socialista no adelanta quién será su nuevo abogado en el marco del ‘caso Koldo’.
En el escrito aportado al Supremo, Ábalos adjunta el correo que hizo llegar a Álvarez para «dejar constancia formal» de su renuncia. «Tal y como hemos conservado sirva la presente para dejar constancia formal de mi renuncia a seguir contando con tus servicios en la causa especial que se sigue ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo», se lee en el ‘email’.
En el marco de la misiva, el diputado aprovecha para agradecerle a Álvarez «el tiempo y los esfuerzos» que le ha dispensado en este proceso, así como para «dejar constancia del afecto y aprecio personal» que ha surgido en este tiempo.
CITADO POR EL INFORME DE LA UCO SOBRE SU SITUACIÓN PATRIMONIAL
Es la primera vez que Ábalos cambia de abogado, a diferencia del que fuera su asesor en el Ministerio, Koldo García, que hasta ahora ha elegido a tres letrados distintos para que le representen en el marco de esta causa.
Desde el inicio de la investigación, la estrategia del exministro ha sido contestar a las preguntas de su defensa y del magistrado. En esta ocasión, sin embargo, ante su decisión de renunciar a su abogado lo previsible es que el instructor aplace su declaración para que quien asuma su representación legal pueda estudiarse la causa.
En su última comparecencia ante el Supremo, el pasado junio, Ábalos aseguró que no se reconocía en las grabaciones que realizó García y que se incautó la Guardia Civil que le implican en presuntos amaños. Ese mismo día se celebró una vista de medidas cautelares en la que las acusaciones populares –bajo la dirección letrada del PP– pidieron al magistrado instructor que acordara la entrada en prisión provisional del exdirigente socialista.
Aquella vez, sin embargo, la Fiscalía no consideró necesario pedir el ingreso en prisión al entender que no había riesgo de destrucción de pruebas y que Ábalos había acudido siempre que se le había citado ante la justicia. De momento, tiene vigente la prohibición de salida del país, la retirada del pasaporte y las comparecencias periódicas en sede judicial.
La de este miércoles es la cuarta citación del exministro que activa el magistrado en el marco de esta causa. Esta vez, le convoca por el último informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que recoge «consistentes indicios» de que entre los patrimonios de Ábalos y Koldo «podrían existir significativas zonas de intersección».
«INGRESOS IRREGULARES Y OPACOS»
Puente sospecha que Koldo «vendría haciéndose cargo regularmente de pagos que corresponderían» a Ábalos, «tales como la pensión alimenticia de uno de sus hijos, nóminas de su empleada doméstica, regalos efectuados por éste a sus amistades, cuotas hipotecarias de un inmueble, viajes y otros gastos personales», «alcanzando dichos pagos un importe verdaderamente significativo en términos económicos», según apuntó en el auto de citación.
Sin embargo, el magistrado destaca que «del análisis de las cuentas bancarias de Ábalos no resulta la existencia de contrapartidas en favor de García que pudieran compensar la realización de dichos gastos, en principio, enteramente ajenos a la responsabilidad de éste».
Así las cosas, el instructor entiende que, o bien Koldo hacía esos pagos «en provecho y beneficio» del entonces ministro «sin contrapartida explícita alguna»; «o bien Ábalos le habría devuelto a aquél las cantidades adelantadas en dinero metálico o de otro desconocido modo».
Puente cree que, a la vista de los «ingresos regulares» y los gastos que realmente tenía, Ábalos «pudiera haberse beneficiado de alguna fuente irregular de ingresos, lo que se compadecería con las recepciones ilícitas de dinero en metálico que indiciariamente se le atribuyen», así como «con la circunstancia de que dichas cantidades de dinero le fueran entregadas para ambos a García –por un tercero o varios– quien después, de un modo u otro, asumiría una significativa parte de los gastos».
En este sentido, considera que son varios indicios que no encajan con lo que ha declarado Ábalos en sede judicial, donde dijo sobre su relación con Koldo que «no pasaba de la ordinaria entre un ministro con uno de sus varios asesores», por más que éste último asumiera ciertos encargos domésticos.
El magistrado sospecha que cabe la posibilidad de que Koldo y Ábalos «pudieran haber mantenido entre sí métodos no transparentes de comunicación de sus respectivos patrimonios, recibiendo indistintamente ingresos irregulares y opacos de diversa procedencia, eventualmente fruto de la comisión de los graves ilícitos penales que se les atribuyen». Por ello, ve pertinente interrogarles de nuevo.