Diego Fernando Murillo, alias Don Berna, narcotraficante y exparamilitar, fue uno de los 16 hombres que decidió desistir de su rol como gestor de paz en el Gobierno actual, en el que fueron nombrados en noviembre de 2024, a causa de los incumplimientos y enfrentamientos como el comisionado de paz, Otty Patiño y la Oficina del Consejero Comisionado de Paz.
De acuerdo con El Tiempo, uno de los puntos discutidos fue la oposición de Patiño, de María Paz Lara, su mano derecha, y de Álvaro Jiménez, jefe negociador del Clan del Golfo, a la instalación de una mesa de diálogo con las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
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Micell Pineda, abogado de Murillo, entregó declaraciones a El Colombiano, en las que hizo claridad de las acciones por las que su defendido decidió no continuar en el cargo designado.
Explicó que Otty no ha seguido las directrices del presidente y su deseo personal en no continuar con el proceso de Santa Fe de Ralito, por lo que la única manera de regresar sería que las conversaciones las comandara directamente el jefe de Estado.
“La última posibilidad que se daría, para que no se pare un proceso que ha sido de los más exitosos, es que el presidente retome los diálogos directamente”.
El litigante aseguró que a pesar de haber contribuido con varios procesos de recuperación de cuerpos de víctimas del conflicto armado en Colombia, desde la Oficina del Consejero Comisionado de Paz no se le dieron las condiciones “mínimas” para que continuara desarrollando estas actividades.
“Por ejemplo, hubo una visita de funcionarios de la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas y, por la información de inteligencia que él recordaba (Don Berna), se logró establecer con claridad el cuadrante donde debían seguir las búsquedas de los desaparecidos. En diciembre se conoció la buena noticia de una recuperación de cuerpos (…) Imagínese todo lo que se pudo lograr si el Comisionado hubiese permitido, al menos por una sola vez, la comunicación por medios idóneos o la reubicación en una cárcel donde no tuviera el riesgo de ser castigado por otros presos”, comentó al medio antioqueño.
Michell Pineda tocó uno de los temas que ha sido controversial en los últimos meses. Reveló que el 12 de diciembre se obstruyó la comunicación con la justicia de Estados Unidos para revelar información que contribuyera a todo el caso de La Escombrera en Medellín.
“Ese día se perdió la oportunidad de que él contara al país todo lo que estaba ocurriendo frente al proceso de La Escombrera. Ese es uno de los elementos que ayudan a probar que hay un trato asimétrico”, añadió.
Finalmente, sostuvo que existen diferencias en los tratos que se les están dando a los grupos criminales como las disidencias de las Farc y el Ejército de Liberación Nacional (ELN) con los dados a los exparamilitares.
Héctor José Buitrago Rodríguez, alias El Patrón; Ramiro Vanoy Murillo, alias Cuco Vanoy; Hernán Giraldo Serna, alias el señor de la Sierra; Luis Eduardo Cifuentes Galindo, alias el Águila; Manuel de Jesús Pirabán, alias Pirata; Juan Francisco Prada Márquez, alias Juancho Prada; José Baldomero Linares Moreno, alias Guillermo Torres; Salvatore Mancuso Gómez; Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias Macaco; Rodrigo Tovar Pupo, alias Jorge 40; Arnubio Triana Mahecha, alias Botalón; Rodrigo Pérez Alzate, alias Julián Bolívar; Fredy Rendón Herrera, alias El Alemán; Edwar Cobos Téllez, alias Diego Vecino; y Héctor Germán Buitrago Parada, alias Martín Llano, son los nombres de los otros paramilitares abandonaron sus labores de gestores de paz por razones similares a las expuestas por la defensa de alias Don Berna.