Mientras el senador y candidato presidencial Miguel Uribe sigue entre la vida y la muerte, las autoridades siguen investigando como se registraron los hechos del 7 de junio en el barrio Modelia, de la localidad de Fontibón.
Hasta el momento, se tiene nula información sobre el autor intelectual del crimen, que instrumentalizó a un menor de 15 años para que le disparara en tres ocasiones a Uribe Turbay.
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Además, se han generado múltiples teorías sobre la presunta “soledad” del joven en el crimen; puesto que, en los videos grabados por seguidores del precandidato, queda la evidencia de las miradas que se registraron entre varios de los presentes antes del atentado.
Es por ello por lo que Infobae Colombia hace un análisis de lo registrado y las situaciones extrañas que se registraron segundos antes de que Miguel Uribe recibió tres disparos, dos en la cabeza y uno en la pierna izquierda.
No eran del barrio
En diálogo con Infobae Colombia, un testigo del hecho aseguró que le extrañó que varios de los presentes, no en grupo, no eran residentes del barrio y no habían estado acompañando al precandidato por su recorrido por la zona comercial de Modelia.
Además, en un video inédito se observa el camino que recorrió el menor de edad hasta posicionarse a pocos metros del candidato. En la grabación de dos minutos se ve al joven parado atrás de un grupo de seguidores de Uribe Turbay, la mayoría con teléfonos grabando.
Tras varios segundos, una mujer en primera fila mira en tres ocasiones al menor. En el segundo 49, una de las señaladas gira su cabeza y hace un gesto utilizado en Colombia para llamar a alguien, que es contestado rápidamente por el adolescente, que en menos de 30 segundos se posiciona allí, con varios cruces de miradas entre ellos.
Al unísono, como si hubieran identificado que el menor estaba demasiado retirado del senador, atrás de los presentes, más específicamente, del concejal de Bogotá Andrés Barrios, otra mujer realiza gestos, principalmente con sus ojos, con los que se especula que estaba indicando el camino que el joven debía recorrer antes de desenfundar el arma.
Después de que el menor de 15 años se ubicó, a menos de ocho metros del precandidato presidencial, el joven tuvo tiempo para mirar durante varios segundos al piso, como si estuviera preparándose para mandar sus manos hacia atrás y sacar el arma, previamente cargada y disparar contra Miguel Uribe Turbay.
La conversación que buscan aclarar
En otro de los videos expuestos, se observa que segundos antes de que se registrara el atentado, el joven fue observado en dos ocasiones por una mujer que tenía colgada en su pecho una maleta del FC Barcelona.
De hecho, 14 segundos antes del primer disparo se observa a la mujer girar su cabeza y decirle unas palabras al menor de edad, lo que provocó que se generara la hipótesis de que podría ser cómplice del crimen.
Buscando terminar con las especulaciones, Sandra Beatriz Castillo, como fue identificada la mujer con cabello de color rojo, se acercó el 8 de junio a la URI de Usaquén en compañía de su abogado para indicar que no tuvo nada que ver en el crimen.
Es por ello por lo que Castillo estaría entregando una declaración de manera voluntaria en la noche del 8 de junio ante la Fiscalía General de la Nación, que será la entidad encargada de legitimar o desmentir la versión de la ciudadana.
La claridad es que el atentado contra Miguel Uribe Turbay sigue generando dudas, que fueron expuestas de manera preliminar por la fiscal general, que aseguró que era extraño que un sicario llegara a pie y solo al lugar en el que debía asesinar a una persona.
Más de 24 horas después, con el precandidato presidencial en la Fundación Santa Fe y el país rezando por su vida, Colombia sigue preguntándose ¿Quién dio la orden?