El amplio triunfo del Gobierno en las elecciones legislativas del 26 de octubre implica un respaldo a las ideas y políticas que en su momento tuvieron definición en la Ley de Bases, en el Decreto 70/23 y en el Pacto de Mayo.
La privatización de actividades estatales constituyó un capítulo relevante de aquellos elementos programáticos. Debe recordarse, sin embargo, que los alcances del proyecto privatizador en el original de la Ley Bases enviado por el Poder Ejecutivo fueron recortados con el fin de lograr el apoyo legislativo mínimo para aprobarla y sancionarla. El proyecto original incluía 41 empresas por ser privatizadas, entre ellas varias emblemáticas como YPF, Aerolíneas Argentinas, Correo Argentino, el Banco de la Nación Argentina, la Casa de la Moneda, Fabricaciones Militares, Nucleoeléctrica Argentina S.A. y Télam. Pero la mayor parte de las empresas listadas fueron excluidas. Sólo quedaron Enarsa, Intercargo, AYSA, Belgrano Cargas, Sociedad Operadora Ferroviaria (SOFSE) y Corredores Viales S.A. Debe agregarse la Hidrovía, cuyo nuevo concesionamiento ya estaba en proceso.
Además de las privatizaciones, el artículo 3° del proyecto original de la Ley Bases facultaba al Poder Ejecutivo a reorganizar, transformar la estructura jurídica y hasta disolver organismos de la administración nacional. El Congreso incorporó en el mismo artículo la exclusión de las universidades nacionales, los entes dependientes del Poder Judicial, del Poder Legislativo, del Ministerio Público y otros 31 organismos descentralizados.
Las frecuentes críticas respecto de la falta de inversiones en infraestructura y el impacto negativo sobre la producción pueden aplicarse a una falta de efectividad administrativa o también a la limitación al uso de fondos presupuestarios. Pero sin duda la fuerte resistencia ideológica de la oposición, expresada en los condicionamientos impuestos por sus legisladores, contribuyó a esa falta de avance. La convocatoria a inversores privados para la adquisición de empresas estatales o para tomar concesiones ha sido perjudicada por el elevado riesgo país, pero potenciada por una oposición política que permanentemente ha prometido un giro de 180 grados y que hasta hoy había tenido mayorías parlamentarias. Superada la elección de medio término, que le ha dado más posibilidad a las reformas de fondo necesarias y una mayor gobernanza a la gestión de Javier Milei, urge acelerar las privatizaciones para revertir el deterioro en el mantenimiento de la infraestructura y ampliar su capacidad.
La profundización de la Hidrovía a 42 pies hasta los puertos cerealeros al norte de Rosario, tornar eficiente el funcionamiento de los ferrocarriles de cargas y mejorar el estado de la red caminera conforman el reclamo más insistente de los productores del agro y la minería, expuestos a la competencia internacional. Las privatizaciones deben apuntar a satisfacer este y otros reclamos relacionados con el estado de la infraestructura.
En noviembre de 2024 se llamó a licitación para el nuevo concesionamiento de la Hidrovía. Lamentablemente, fracasó como consecuencia de las condiciones de un muy controvertido pliego. Hubo una única oferta y la anulación de la licitación fue la única salida posible. El desafío pasó a ser la redacción de un nuevo y bien estudiado pliego que garantice competitividad en una nueva licitación y que asegure la menor tarifa de peaje. Desde el punto de vista de una mayor competencia sería preferible la concesión por separado de tres tramos de la Hidrovía que tienen características hidrológicas y sedimentológicas diferentes y requieren equipamientos adaptados a cada caso. Por similares razones debería licitarse por separado el balizamiento y excluir tareas ocasionales como la remoción de barcos hundidos. La licitación fracasada impedía competir a firmas extranjeras de propiedad estatal. El caso más significativo era el de las empresas chinas. Debería evaluarse si la valiosa relación actual con el gobierno de los Estados Unidos brinda motivos suficientes para excluir de la competencia a esas empresas que pueden reducir el precio del peaje en la Hidrovía.
Está próxima la licitación para el concesionamiento del ferrocarril Belgrano Cargas. Se trata de una línea clave para el transporte de graneles agrícolas y mineros del noroeste argentino hacia los puertos de exportación y los grandes centros de consumo e industrialización. Deberán tenerse en cuenta las causas de fracasos anteriores de la privatización de esta línea y su retorno a la explotación estatal. Parece acertada la propuesta de operar este ferrocarril por el sistema de Open Access, que permite la circulación de trenes de terceros con el pago del correspondiente peaje.
Se encuentra avanzado el proceso de concesionamiento de alrededor de 5900 kilómetros de rutas troncales que hoy están en manos de la estatal Corredores Viales S.A. Las licitaciones en diez conjuntos son conducidas por la Unidad Ejecutora Especial Temporaria “Agencia de Transformación de Empresas Públicas”, dependiente del Ministerio de Economía. Las concesiones camineras lo serán por el sistema de peaje enmarcadas en la ley 17.520.
La privatización del holding estatal Enarsa fue dispuesta en abril pasado por el decreto 286/2025. Será ejecutada por la misma agencia y por separado para cada uno de sus activos. Estos comprenden las cuatro grandes hidroeléctricas del Comahue, dos centrales termoeléctricas y el 50% de Citelec S.A., que a su vez es controlante de Transener S.A., la empresa que opera la red de alta tensión de 15.000 kilómetros y que transporta el 86% de la energía eléctrica consumida en nuestro país.
El objetivo de las privatizaciones es no solo aportar eficiencia operativa sino también importantes inversiones de capital privado en la modernización y expansión de la infraestructura. Para lograrlo es fundamental la reducción del riesgo país y el acceso a los mercados de capital en condiciones razonables. El resultado de las elecciones legislativas del 26 de octubre ha abierto una expectativa promisoria. La aceleración de las privatizaciones y la recuperación de la infraestructura deberán impulsar un círculo virtuoso que contribuya a la competitividad y el crecimiento.
