Acoso escolar: cuál es la diferencia entre el acosador activo y el pasivo

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Distinguir entre el acosador activo y el pasivo es fundamental porque permite entender cómo funciona la dinámica grupal del acoso (Andina: Agencia Peruana de Noticias)

El acoso escolar, también conocido como bullying, es una de las problemáticas más preocupantes que afectan a niños y adolescentes en el Perú. Según el Ministerio de Salud (Minsa), alrededor del 60 % de los escolares ha presenciado o experimentado algún tipo de acoso dentro del entorno educativo. De igual manera, el Seguro Social de Salud (EsSalud) advierte que esta conducta tiene graves consecuencias para la salud mental de las víctimas, quienes pueden desarrollar ansiedad, depresión, bajo rendimiento académico e incluso pensamientos suicidas.

El bullying no solo implica una relación de agresión entre una víctima y un agresor o acosador activo; también intervienen otros actores como los testigos, los docentes y, sobre todo, los acosadores pasivos o seguidores, que desempeñan un rol clave en el mantenimiento de la violencia escolar. Comprender que existen distintos tipos de acosadores permite abordar el problema de manera más integral y aplicar estrategias específicas según el rol que cumple cada uno.

Cuál es la diferencia entre el acosador activo y el pasivo

El acosador activo es quien inicia, dirige o ejecuta las acciones de violencia. Es la figura más visible dentro del acoso escolar y suele ser quien ejerce poder sobre los demás mediante la intimidación, las amenazas, la agresión física o la humillación. Generalmente, busca dominar a la víctima, reforzar su posición de liderazgo o ganar reconocimiento dentro del grupo. Este tipo de acosador puede actuar solo o en grupo, pero siempre es quien marca el ritmo del acoso y define quién será la víctima.

El acosador activo es quien inicia, dirige o ejecuta las acciones de violencia (Gob.pe)

En cambio, el acosador pasivo o seguidor no suele iniciar las agresiones, pero participa indirectamente, reforzando o validando el comportamiento del acosador activo. Por ejemplo, ríe ante una burla, graba los episodios de violencia con el celular, difunde rumores o simplemente no interviene para detener el abuso. Aunque su papel parece secundario, su participación es fundamental, ya que le da poder y aprobación social al acosador activo.

La diferencia esencial entre ambos radica en la intensidad y el tipo de implicación. El acosador activo actúa directamente y de forma intencional; el pasivo lo hace de manera indirecta, movido por el deseo de pertenecer al grupo, miedo a convertirse en víctima o falta de empatía. No obstante, ambos contribuyen al mismo resultado: la perpetuación del acoso y el sufrimiento de la víctima.

Importancia de reconocer la diferencia entre el acosador activo y el pasivo

Distinguir entre el acosador activo y el pasivo es fundamental porque permite diseñar intervenciones específicas y entender cómo funciona la dinámica grupal del acoso. Muchas veces, la atención se centra únicamente en el agresor activo y en la víctima, dejando de lado la influencia del grupo que observa y respalda la violencia.

De acuerdo con especialistas de EsSalud, el bullying no ocurre en el vacío: se sostiene en un entorno escolar donde los comportamientos agresivos son tolerados o celebrados. Por eso, los acosadores pasivos o seguidores juegan un papel determinante en la consolidación del acoso. Cuando se ríen, graban o callan, refuerzan la conducta del acosador activo y contribuyen a normalizar la violencia.

El acosador pasivo o seguidor no suele iniciar las agresiones, pero participa indirectamente, reforzando o validando el comportamiento del acosador activo (Gob.pe)

Reconocer la diferencia también ayuda a promover la responsabilidad individual. No basta con “no pegar” para no ser parte del bullying; reírse de la víctima o no intervenir también implica complicidad. Educar a los estudiantes sobre esta distinción fomenta la empatía, la solidaridad y la capacidad de actuar frente a situaciones de injusticia. Además, identificar a los distintos tipos de acosadores facilita la labor de psicólogos, tutores y docentes al momento de diseñar planes de prevención y atención adaptados a cada caso.

Para combatir el acoso escolar es crucial diseñar estrategias más efectivas y promover una cultura escolar basada en el respeto, la empatía y la convivencia saludable. Solo así se podrá romper el ciclo del bullying y garantizar espacios seguros para todos los estudiantes peruanos.

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