Activistas, periodistas independientes y familiares de presos políticos denunciaron este martes en Cuba haber sido objeto de detenciones breves, arrestos domiciliarios sin orden judicial y vigilancia policial, en coincidencia con el aniversario del “Maleconazo”, la protesta masiva que el 5 de agosto de 1994 marcó un punto de inflexión en la historia reciente del país.
Según informó en la red X la organización Cubalex, con sede en Miami, la jornada estuvo marcada por “vigilancia, arrestos domiciliarios, detención arbitraria y cortes selectivos de internet”. Estos operativos se habrían desplegado en diferentes puntos del país, como parte del protocolo habitual de la dictadura cubana en fechas consideradas sensibles por su carga simbólica.
El “Maleconazo” fue una protesta espontánea que reunió a cientos de personas en el malecón habanero durante la profunda crisis económica de los años noventa, desatada tras la caída de la Unión Soviética. La manifestación derivó en una oleada migratoria conocida como la Crisis de los Balseros, y fue atribuida por las autoridades a la influencia de Radio Martí, una emisora financiada por el gobierno de Estados Unidos.
El dictador Miguel Díaz-Canel se refirió a la efeméride a través de su cuenta oficial en X, señalando que la fecha recuerda que “siempre habrá fuerzas oscuras acechando a una Revolución genuina en momentos difíciles”, acompañando el mensaje con una fotografía de Fidel Castro enfrentando a manifestantes en la calle aquel día de 1994.
Las acciones represivas reportadas el martes guardan similitudes con los operativos desplegados en torno al 11 de julio de 2021, cuando miles de personas se manifestaron en más de 50 localidades del país, en protestas sin precedentes en la era posrevolucionaria.
Las autoridades también atribuyeron esas marchas a una supuesta manipulación desde Washington. Como consecuencia, cientos de personas fueron detenidas y una parte de ellas continúa en prisión.
Entre las personas afectadas se encuentra el activista Manuel Cuesta Morúa, defensor de una transición democrática en Cuba. En un mensaje enviado a la AFP a través de WhatsApp, informó que desde las primeras horas del día se encontraba “sitiado por la policía”, en lo que describió como “una forma de arresto domiciliario, sin mandato judicial”.
Desde su cuenta en X, la periodista Yoani Sánchez, directora del diario independiente 14ymedio, denunció que el gobierno “activó su aparato represivo” con un “patrón policial repetido” para impedir movilizaciones o expresiones públicas de disenso. Señaló también que su esposo, el periodista Reinaldo Escobar, fue detenido durante un par de horas en La Habana.
La periodista Camila Acosta declaró a la AFP que desde temprano un agente de la policía política del régimen se encontraba apostado en la entrada de su vivienda. La reportera ha sido objeto de vigilancia y detenciones reiteradas en el pasado.
Cubalex indicó que otras personas afectadas por medidas similares el martes incluyen a representantes del colectivo Damas de Blanco, así como al padre de un joven encarcelado por participar en las protestas del 11 de julio de 2021.
Hasta el momento, la dictadura de Cuba no ha emitido declaraciones oficiales sobre las detenciones reportadas ni sobre los cortes selectivos del servicio de internet, una medida que también ha sido aplicada anteriormente en contextos de tensión política interna.
(Con información de AFP)