Un estremecedor caso sacude a Bristol y conmociona a todo el Reino Unido: Yasmeen Ali, una madre de 43 años, fue acusada formalmente de asesinar a sus tres hijos pequeños. Los cuerpos de los menores —Fares Bash, de siete años; Joury Bash, de tres; y Mohammed Bash, de apenas nueve meses— fueron hallados sin vida en la vivienda familiar de Blaise Walk, en el barrio de Sea Mills, en febrero de 2024. Según reveló The Sun, los niños presentaban graves heridas de arma blanca, un detalle que acentuó la crudeza de un crimen que dejó atónita a la comunidad.
El caso salió a la luz cuando la policía de Avon y Somerset acudió a la casa familiar tras recibir un aviso. Los agentes encontraron a los tres menores sin vida. Además, los exámenes iniciales revelaron que los cuerpos presentaban heridas en el pecho y el cuello, y en el caso de Fares Bash, se detectaron posibles signos de asfixia, de acuerdo con la información recabada por The Sun.
Tras el hallazgo, Yasmeen Ali fue puesta bajo custodia y permanece actualmente bajo el cuidado de los servicios de salud mental. La policía señaló que la acusada no se encuentra en una cárcel convencional, sino en una institución especializada, mientras avanza el proceso judicial. Se prevé que la mujer se presente ante el tribunal en una fecha próxima, aunque las autoridades no precisaron el día exacto, según detalló The Sun.
Reacciones oficiales y proceso judicial
El caso fue calificado como “extremadamente complejo y altamente sensible” por el jefe inspector Keith Smith, quien lidera la investigación. Smith destacó que la decisión de presentar cargos fue tomada por la Fiscalía de la Corona (Crown Prosecution Service) tras una exhaustiva investigación policial.
“Sabemos que este incidente ha tenido un impacto devastador en los seres queridos de los niños, en quienes estaban cerca de la familia y en la comunidad de Sea Mills, que ha mostrado una notable resiliencia y amabilidad durante los últimos 19 meses”, declaró el jefe inspector.
Smith también subrayó la importancia de evitar especulaciones públicas para no entorpecer el proceso judicial y pidió respeto hacia quienes continúan de luto por la pérdida de los menores.
Por su parte, Andrew Pritchard, representante de la Fiscalía de la Corona, explicó que la decisión de llevar a juicio a Yasmeen Ali se tomó tras considerar que existían pruebas suficientes y que el interés público exigía la apertura de un proceso penal.
Asimismo, Pritchard recordó que la acusada tiene derecho a un juicio justo y solicitó a la ciudadanía y a los medios de comunicación que se abstengan de difundir información o comentarios que puedan perjudicar el desarrollo del caso.
Impacto en la comunidad de Sea Mills
La conmoción generada por el crimen se reflejó en la respuesta de la comunidad de Sea Mills. A finales de febrero, cientos de personas participaron en una vigilia en memoria de los tres niños, mostrando su apoyo a la familia y su rechazo a la violencia.
La policía local ha reforzado su presencia en el barrio y ha puesto a disposición de los vecinos un equipo de agentes para atender cualquier inquietud o necesidad de apoyo emocional derivada de los hechos.
El padre de los niños, Alfil Bash, asistió a la apertura de la investigación judicial y, visiblemente afectado, expresó su dolor por la pérdida de sus hijos. En las puertas del tribunal, manifestó su incapacidad para comprender lo sucedido y compartió recuerdos sobre la personalidad de su hijo mayor, describiéndolo como un niño brillante y apasionado por el fútbol, el canto y las matemáticas.
En relación con la actuación policial previa al crimen, la policía de Avon y Somerset remitió el caso al Independent Office for Police Conduct (IOPC), el organismo de control independiente, para que evaluara si era necesario abrir una investigación sobre el proceder de los agentes. El IOPC concluyó que no existían motivos para iniciar una pesquisa adicional, cerrando así esa vía de revisión.
El recuerdo de los niños permanece vivo en la comunidad y en su familia, especialmente en la memoria de su padre, quien evocó la inteligencia y las aficiones de su hijo mayor como un testimonio del profundo vacío que ha dejado su ausencia.