Dos testimonios presentados ante la Procuraduría de Colombia plantearon serias acusaciones contra el saliente embajador en Ghana, Daniel Garcés Carabalí, por presunta violencia psicológica y acoso en contra de su expareja, Beatriz Niño Endara, quien ocupó un cargo en la Agencia Nacional de Tierras (ANT).
Estas declaraciones, dadas bajo juramento por dos mujeres que fueron cercanas tanto a la víctima como al señalado, apuntan a patrones de comportamiento obsesivo y control por parte de Garcés, según documentos y chats obtenidos por la W Radio.
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Una de las principales declarantes, Claudia Nieto Arroyo, actual funcionaria de la ANT, afirmó ante la Procuraduría que fue testigo de mensajes directos enviados a Beatriz Niño.
Según su relato, en estos mensajes Garcés utilizaba insultos para descalificarla y mostraba una conducta controladora. Nieto detalló que, en múltiples ocasiones, Garcés reaccionaba con agresividad cuando Niño no respondía sus llamadas o reuniones.
“Maltrato de cómo la trataba, cuando ella tenía una reunión o compartía con personas, o cuando no accedía a contestarle”, destacó Nieto, quien añadió que pudo leer mensajes en los que se refería a Niño con calificativos ofensivos como “perra” y “vagabunda”.
Los testimonios también incluyen un episodio ocurrido en marzo de 2022 en las oficinas de la ANT.
Nieto relató que Garcés se presentó en el lugar gritando y exigiendo un encuentro con Beatriz Niño, quien en ese momento estaba en una reunión.
Según Nieto, tuvo que intervenir directamente para calmar la situación: “Me vi en la necesidad de bajar hasta la recepción y decirle personalmente que no lo podía atender. Estaba bastante ofuscado, insistiendo, hizo un show y por eso me llamaron”, según las evidencias obtenidas por la W Radio.
Otra testigo, María Cristina Mejía, conocida de ambas partes, respaldó los señalamientos de conductas violentas y obsesivas por parte de Garcés.
Mejía explicó que, aunque al principio tenía una amistad con el embajador, terminó apartándose debido a su conducta. Relató que, en una ocasión, Garcés la contactó para averiguar sobre la vida personal de Niño, en un tono que catalogó como “inquisitivo” y “obsesivo”. Mejía describió cómo, tras un almuerzo en el que Garcés insistió en obtener información, decidió cortar toda relación con él: “Me sentí asfixiada de la manera… obsesionado, muy inquisidor en sus preguntas… Decidí bloquearlo de mis redes”, según difundió la W Radio.
A los testimonios se suman mensajes de texto en los que Garcés habría ejercido presión psicológica sobre Beatriz Niño.
En una conversación fechada en noviembre de 2021, el exembajador la insultó llamándola “infeliz” y sugirió que su felicidad consistía en “andar como una loca, coqueteando con todo el que se atraviese”.
En mensajes posteriores, del 2022, Garcés utilizó el término “puta” al referirse a su expareja, luego de que esta reiterara que no pensaba retomar su relación con él. Según los registros obtenidos, también la cuestionaba sobre su salud mental y mencionaba que ambos habían sido víctimas de “brujería”, en un aparente intento por manipularla emocionalmente.
Estos mensajes no son los únicos elementos en la investigación. Según la W Radio, el expediente contiene registros en los que Garcés habría ingresado de manera irregular a la vivienda de Niño bajo el pretexto de querer ver a sus hijos.
En una conversación de abril de 2024, Niño reprendió al embajador por utilizar a terceros para acceder a su vivienda sin su autorización. Además, Garcés inscribió a los hijos de la pareja en una escuela en Ghana sin el conocimiento ni el consentimiento de su madre, pese a que el permiso para que los niños viajaran al país africano tenía carácter temporal.
Durante las diligencias ante la Procuraduría, Garcés, quien ahora también podría ser designado como director de asuntos étnicos de la Agencia Nacional de Tierras, fue llamado al orden por su comportamiento.
Según el medio, se lo observó riéndose sarcásticamente y realizando gestos considerados irrespetuosos mientras se presentaban las declaraciones en su contra.
La defensa de Daniel Garcés Carabalí optó por no referirse al caso más allá de señalar que mantendrán la reserva mientras se define si será llevado a juicio disciplinario.
Por su parte, las evidencias reunidas hasta ahora, incluidas las declaraciones de ambas testigos y los mensajes obtenidos por el ente de control, han puesto en entredicho las aspiraciones laborales del exembajador dentro de la ANT.