“Viejo es el viento y sigue soplando”, decía el boxeador panameño Roberto Durán, ya entrado en años. A pesar del inexorable paso del tiempo, la ingeniosa comparación, popularizada por “Mano de Piedra”, describía la vitalidad, el dinamismo y la pasión que el ex campeón del mundo sentía por el deporte de las puños. Hoy, la misma frase podría repetir Adolfito Cambiaso, el mejor polista profesional de la historia. A los 50, cumplidos el pasado 15 de abril, el crack de Cañuelas acaba de sumar una nueva proeza a su legajo polístico, repleto de hazañas y aventuras increíbles.
En representación de La Dolfina Scone, junto a su hija Mía, de 22 años, más el joven Paco de Narváez y el inglés Hugo Taylor, consiguió una holgada victoria por 10-5 sobre Ferne Park, en la instancia semifinal del Abierto de Inglaterra por la Copa de Oro. El domingo 20, en el mismo escenario, el Cowdray Park Polo Club, del condado de Midhurst, a una hora y media de Londres, Adolfito protagonizará una nueva final del torneo de alto handicap más importante de Europa.
A esta altura de su carrera, sabiendo que le quedan pocos cartuchos en la recámara, Adolfito busca maneras de motivarse y, con esa finalidad, se plantea desafíos que a su vez le permitan disfrutar del juego. Por eso esperó a Poroto y en yunta desfilaron delante de los principales podios del circuito mundial: levantaron la dorada copa del Abierto inglés en 2020, jugando para Next Generation; sostuvieron el plateado trofeo del Abierto norteamericano, en 2021, en Palm Beach, luciendo la camiseta de Scone; y luego, padre e hijo hicieron realidad el gran sueño: compartir el equipo familiar en Palermo. “En 2022 pudimos hacerlo y tuve la suerte de ganarlo con Poroto, ¿qué más puedo pedir?”, se preguntó Adolfito en aquel momento.
Y siguió pidiendo, soñando, proyectando. Ahora, le llegaba el turno a su hija mayor, Mía, quien comenzaba a entreverarse en el polo profesional, tanto en el tour femenino, como mezclada entre los hombres. Entonces, con Poroto consagrado y haciendo su propio camino, al polista identificado con el casco celeste y blanco se le ocurrió jugar en Inglaterra con Mía. Jugar y ganar, claro. Esa es la mentalidad de Adolfito. No lo conforma otra cosa. Y por ahí circula un reciente video del crack abrazado fuertemente y con profunda emoción a su hija, en una tarde de sol y festejando rumbo al palenque el pase a la definición del certamen. “Lo hicimos. Lo hicimos juntos”, parece decirle Adolfito a la autora de dos goles en este partido contra Ferne Park, integrado por el uruguayo Pelón Stirling, Magoo Laprida, Joaquín Pittaluga y el inglés Vere Harmsworth, reemplazante de su compatriota Jonathan Rothermere.
Pasados los festejos, Adolfito Cambiaso habló con LA NACION: “¡Esto es increíble! Pase lo que pase el domingo, ya es un logro haber llegado a la final de un torneo tan importante como éste, con 19 equipos y jugando con mi hija. Hubiese sido increíble también que llegara Poro, que estuvo a nada más que un gol en la otra semifinal. ¡Lo que hubiese sido enfrentarnos en una final! En lo personal estoy contento, contento por Mía. Esto es para disfrutar y compartir, esa fue la idea al decidir jugar juntos. Mi carrera fue siempre compartiendo con Poroto y Mía me decía: ‘Papá, cuando estés por retirarte, tenés que jugar torneos conmigo’. Y empecé a jugar torneos con ella. Ahora, estar en una final semejante, es increíble”.
Esta rutilante victoria de La Dolfina Scone (en la camiseta también figura el nombre de Valiente, la organización del estadounidense Bob Jornayvaz, accidentado el año pasado en Palm Beach, muy cercano en el afecto a los Cambiaso) coloca a Mía en un sitial de privilegio en la historia del Abierto Británico, creado en 1956 por Weetman John Churchill Pearson, el gran artífice del retorno del polo a Inglaterra luego de la Segunda Guerra Mundial. Mía es una de las pocas mujeres que lograron arribar a la final del Abierto, donde compiten equipos de hasta 22 goles de handicap.
“¡Esto es increíble! Pase lo que pase el domingo, ya es un logro haber llegado a la final de un torneo tan importante como éste, con 19 equipos y jugando con mi hija. Hubiese sido increíble también que llegara Poroto, que estuvo a nada más que un gol en la otra semifinal. ¡Lo que hubiese sido enfrentarnos en una final!»
Adolfito Cambiaso
Y el domingo, echando mano a sus cualidades y aprovechando la velocidad del muy buen lote que la espera en los palenques, la heredera buscará, junto a los restantes miembros del cuarteto, bajo el liderazgo de Adolfito, levantar la dorada copa y sumarse a las otras mujeres campeonas del certamen: la inglesa Nina Vestey, ganadora con Hildon Sport, en la edición de 2003, junto a quien tres años más tarde se convertiría en su marido, el neozelandés John Paul Clarkin, y los hermanos Luke y Mark Tomlinson; y la también inglesa, Kayley Mariah Smith, vencedora en 2023, como parte de la escudería UAE, tomando el lugar de la patrona, la Sheikha Maitha, y acompañada por Barto Castagnola, Tommy Beresford y Lukín Monteverde.
El rival de La Dolfina Scone, en el partido definitorio, será Kazak, la organización del patrón francés Sebastien Aguettant, conducida dentro de la cancha por los argentinos Nicolás Pieres y Francisco Elizalde, y completada por el sudafricano Chris Mackenzie. A Pieres y compañía les costó imponerse a La Dolfina Marqués de Riscal. Poroto Cambiaso, Carlos Toly Ulloa, Rufino Merlos y el patrón español Alejandro Aznar, pelearon palmo a palmo la clasificación y finalmente, por la mínima diferencia (12-11), Kazak obtuvo el derecho de jugar la finalísima.
Contento y a la vez exhausto por el esfuerzo realizado, Nicolás Pieres declaró: “Nuestro equipo es muy bueno. No tenemos estrellas, todos tiramos juntos para adelante. Sebastien (Aguettant) nos alienta y eso nos hace sentir cómodos. Quiero agradecerle todo su apoyo y el hecho de haber confiado en nosotros y haber venido a jugar a Inglaterra. ¿La final? Son partidos totalmente distintos al resto. Tendremos que jugar realmente bien para ganar, con nuestro estilo y tratando de hacer las cosas lo mejor que podamos”.
A los 50 años, Adolfito sigue de hazaña en hazaña. Ahora va por el principal título del polo inglés, de la mano de su hija Mía… Pero enfrente habrá, una vez más, un Pieres… Nicolás, que también quiere levantar la dorada copa.