Noche de viernes, pasadas las 21. Automovilistas que transitan por la autopista Ezeiza-Cañuelas, gente de zonas aledañas a Carlos Spegazzini, San Vicente y Cañuelas que están cenando o bien eligiendo alguna película para ver en familia o con amigos. Desde las alturas, un vuelo realiza los movimientos de acercamiento para aterrizar en el aeropuerto Ministro Pistarini. Rutina pura.
De pronto, un estruendo sacude al Parque Industrial Carlos Spegazzini. Varias explosiones, pero todos destacan especialmente la primera. Por la sorpresa, por el ruido y por las secuelas de la onda expansiva: muchos, a varios kilómetros de distancia, sufrieron roturas de vidrios en sus hogares. A esa hora, en Cañuelas, cuatro de los mejores polistas del mundo, que además son familia, estaban en la última reunión de equipo, de La Natividad La Dolfina, ultimando los detalles para el partido de este sábado, a las 16.30, correspondiente al Campeonato Argentino Abierto de este deporte. El torneo de polo más importante del mundo, en el que les toca enfrentar en la cancha 1 de Palermo a Los Machitos.

Ellos son Adolfo Cambiaso, su hijo Poroto y los hermanos Camilo y Bartolomé Castagnola (h.), todos 10 de handicap. Un conjunto que se armó para esta temporada con la fusión de las dos principales organizaciones, cuyos predios están separados por una calle, en Cañuelas. A apenas un kilómetro y medio de la autopista. Y les ha ido muy bien: ganaron los dos torneos previos a Palermo, es decir, los Abiertos de Hurlingham y de Tortugas, están invictos en 8 partidos y de ganar el Argentino Abierto se adjudicarán, además, la Triple Corona.
Las reuniones de equipo son habituales el día previo a los partidos. Se habla del rival de turno, del estado de los caballos, de cómo encarar el encuentro, qué conviene, qué no es aconsejable, los detalles por cuidar, el orden de las listas de los caballos. En el caso de esta alineación, muchas veces hasta se intercambian los caballos: “Este te va a funcionar mejor a vos. Probalo mañana”. Todo era normal, hasta que llegó el estruendo…
Las ventanas se sacudieron y todo fue sorpresa. Se miraron, con la lógica incertidumbre de no saber qué había pasado. Y en rigor no lo supieron hasta que empezaron a trascender las primeras informaciones de los medios.

“Increíble, se movió todo”, fue la primera reacción, el viernes por la noche, de Adolfito Cambiaso, de 50 años, con 18 Abiertos de Palermo ganados y una leyenda del polo mundial. En esos momentos, el crack de La Natividad La Dolfina admitió que no tenía idea de lo que había sucedido a poca distancia de ahí. Sí, horas más tarde, le llamó la atención que “había un olor extraño”.
Por la mañana, el olor y el humo se habían disipado. Hubo una inspección general de las caballerizas para comprobar cómo estaban los animales, que no presentaban inconvenientes. “Se ve que el viento alejó todo para otro lado, no afectó tanto esta zona de Cañuelas”, explicó Cambiaso.
Que de inmediato revivió esos segundos de la explosión, ocurrida, para tener una referencia, a unos 13.5 kilómetros de La Dolfina y de La Natividad, en la salida Alejandro Pettión de la autopista Ezeiza-Cañuelas, a la altura del kilómetro 55. “Nos asustamos porque se movió toda la ventana. En un momento pensamos que se había caído un avión. Asociamos eso porque estamos cerca de la zona de Ezeiza. Dije ‘se ha caído un avión, otra no puede ser’. Después empezó a salir en las noticias que fue en una fábrica. Después hubo otras explosiones, pero no como la primera. Esa fue tremenda”.
Algo similar dijo su cuñado, Bartolomé Castagnola, padre de Jeta y Barto, que a primera mañana estaba viendo la logística de los camiones para el traslado de los caballos a Palermo, ya que normalmente suelen tomar la autopista. “Una explosión bárbara anoche. Estuvimos todos adentro. Hay un poco de humo, pero todo bien y los caballos sin problemas. Viendo por dónde llegar a Palermo, habrá que tomar otra ruta, pero nada más”.
Una noche distinta en Cañuelas, en la previa de un nuevo compromiso por el Abierto de Palermo. Y esa primera sensación que se revive en cada relato.
