
Mediante una publicación de la red social X, el integrante de la familia LeBarón, Adrián LeBarón, aseguró que la Fiscalía General de la República (FGR) “castigó” a su familia por no aceptar la condena de 28 años que les dictaron a los 9 sicarios que asesinaron a tres mujeres y seis niños de la misma familia, en la comunidad mormona ubicada en Bavispe, Sonora.
Según la comunidad, esta decisión de la FGR equivale a valorar cada vida perdida en apenas tres años de castigo, una cifra que consideran inaceptable y que, a su juicio, representa una afrenta a la dignidad no solo de las víctimas directas, sino de toda la sociedad mexicana.
La Comunidad LeBarón sostiene que la negativa a convalidar lo que califican como una “ofensiva propuesta” de sentencia ha tenido consecuencias inmediatas: los procedimientos judiciales se detuvieron y, desde entonces, perciben una actitud de represalia por parte de la FGR. “Si la Fiscalía está indignada, le podemos asegurar, que nosotros infinitamente más”, expresaron en un comunicado.
Para los integrantes de la comunidad, aceptar una sanción tan baja sería equivalente a devaluar la vida humana y a legitimar la impunidad. En su mensaje, subrayan que la FGR debería replantear su papel institucional si considera adecuada una condena de esa magnitud.
En el marco de este aniversario, la comunidad ha optado por colgar sábanas blancas en todas las viviendas como un llamado simbólico a la paz y en memoria de las víctimas: Carlos Manzo, Nita, los niños asesinados y todas las personas que han perdido la vida en el país. En el mensaje compartido, Adrián LeBarón advierte que seis años después de la masacre, la violencia no solo persiste, sino que se ha agravado, con un número creciente de muertes que atribuyen a la incapacidad de las autoridades para frenar la ola delictiva.
En el mensaje comparte el deseo de que las nuevas generaciones no tengan que seguir exigiendo el fin de las masacres, extorsiones, secuestros y homicidios. Sin embargo, reconocen que la realidad actual parece estar marcada por la imposición de la soberanía por parte de los grupos criminales y la violencia. “Pareciera que la violencia y los grupos criminales son quienes imponen la soberanía”, lamentan.
Finalmente, Adrián reafirmó su compromiso de continuar la lucha por la justicia y de mantener la denuncia pública sobre la situación de inseguridad. Insisten en que la esperanza debe traducirse en acciones concretas y no limitarse a la reacción ante nuevos casos de violencia. “No nos vamos a cansar de alzar la voz y gritar que las cosas van mal, que la esperanza debe ir acompañada de acciones contundentes y no esperar que haya nuevos casos para generar estrategias”, afirmó.
