El gobierno de los Estados Unidos ha declarado una alerta de seguridad nacional ante un “entorno de amenaza elevado” tras la reciente ofensiva militar contra instalaciones nucleares en Irán, según informó la National Terrorism Advisory System en un boletín difundido después de los ataques. De acuerdo con este documento, divulgado por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés) el 22 de junio de 2025, aunque no existe por el momento una amenaza específica o creíble de atentado, la probabilidad de que actores violentos o células individuales afines a intereses iraníes intenten perpetrar ataques en suelo estadounidense ha alcanzado un punto crítico, citando que “el entorno de amenaza nunca ha sido más alto”.
La alarma surge tras la decisión del presidente Donald Trump de ordenar bombardeos sobre tres sitios nucleares clave en Irán (Fordow, Natanz y Isfahán) como parte de la denominada “Operación Midnight Hammer”, involucrándose de forma directa en el conflicto entre Israel e Irán. Conforme a los comunicados oficiales, la acción se diseñó para “neutralizar completamente las capacidades nucleares iraníes”, en respuesta a la escalada de ataques protagonizada por ambas naciones desde el 13 de junio, cuando Israel emprendió la ofensiva denominada “Operación Rising Lion”. El secretario de Estado Marco Rubio advirtió que “cualquier acción de represalia sería el peor error que hayan cometido”, mostrando en todo momento la disposición estadounidense para continuar interviniendo si así lo requiere la situación.
El DHS y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) han enfatizado la necesidad de extremar la vigilancia sobre posibles amenazas internas y han incrementado la monitorización de presuntas “células durmientes” iraníes y de grupos vinculados a Hezbolá, organización catalogada como terrorista por Washington y apoyada por el gobierno iraní. La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, recordó que “la posibilidad de ataques cibernéticos, acciones violentas y crímenes de odio antisemita ha aumentado a raíz del conflicto Israel-Irán”, e insistió en que “es nuestra obligación mantener informada y protegida a la nación en tiempos de crisis”.
Qué son las “células durmientes iraníes” y por qué preocupan a las autoridades
Las células durmientes se definen como grupos clandestinos de espías o terroristas que, tras haber ingresado de manera irregular o legal a un país extranjero, permanecen inactivos durante largos periodos y llevan vidas aparentemente normales mientras esperan instrucciones directas de su país de origen para llevar a cabo misiones específicas. Como expone The Independent, suelen mezclarse dentro de la sociedad, asumir empleos comunes y no realizar actividades sospechosas hasta que reciben un “llamado a la acción”.
La preocupación de las agencias de inteligencia estadounidenses radica en que estos agentes pueden pasar inadvertidos durante años, manteniéndose fuera del radar de las autoridades y facilitando la planeación de atentados. El director del FBI, Kash Patel, explicó que la supervisión de potenciales agentes encubiertos se ha intensificado desde el asesinato del general iraní Qasem Soleimani en enero de 2020. Desde entonces, funcionarios estadounidenses afirman haber desarticulado “múltiples complots mortales respaldados por Irán” y han acusado formalmente a operativos de intentar asesinar tanto a Donald Trump como a su exasesor de Seguridad Nacional, John Bolton, y a críticos del régimen como la periodista Masih Alinejad.
El presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Tom Cotton, enfatizó durante una entrevista que “los estadounidenses tienen derecho a estar preocupados”, y agregó: “Irán tiene una larga historia de aterrorizar América”. El vicepresidente JD Vance criticó la política migratoria de la administración Biden por la aparente falta de controles fronterizos, argumentando que esa política permitió la entrada de cerca de 1.200 iraníes al país durante ese periodo, lo que complica la identificación y vigilancia de todos los posibles infiltrados.
Alerta máxima y vigilancia reforzada tras los ataques
El comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Rodney Scott, envió un memorándum a su personal advirtiendo que “la amenaza de células durmientes o simpatizantes actuando por cuenta propia, o a instancias de Irán, nunca ha sido mayor”, según información de The Hill. Scott también precisó que, aunque no existen pruebas concretas de ataques planificados en el corto plazo, “se han documentado miles de ciudadanos iraníes ingresando ilegalmente a Estados Unidos, y es probable que muchos otros lo hayan logrado evadir los controles”.
Las agencias de seguridad han detectado un riesgo especial de movilización dentro del territorio estadounidense si “la dirigencia iraní emite una fatwa o llamado religioso para tomar represalias contra objetivos en Estados Unidos”, indica el boletín del DHS. El sistema de alerta nacional explica que “sería probable que extremistas violentos independientes en el territorio nacional se movilicen a la violencia en respuesta al conflicto” y que la escalada en Medio Oriente eleva el peligro no solo para las fuerzas estadounidenses en la región, sino también para blancos civiles, infraestructuras críticas y comunidades judías dentro de Estados Unidos.
Michael Balboni, exasesor de seguridad nacional del Estado de Nueva York, remarcó que “los grupos iraníes han demostrado un nivel considerable de sofisticación y determinación” y que “no existe certeza sobre cuántos pueden estar actualmente activados o en posición de pasar a la acción”. La vigilancia se ha consolidado particularmente en torno a infraestructuras críticas como “redes eléctricas, instalaciones médicas, y centros de transporte”, puntualizó Balboni.
Advertencias de represalia para estadounidenses
Las acciones militares estadounidenses han recibido la condena pública del gobierno iraní y de su embajador ante las Naciones Unidas, quien reafirmó que su país “determinó su respuesta” tras los bombardeos. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, y el jefe del Estado Mayor Conjunto, Dan Caine, advirtieron en conferencia de prensa que la respuesta de Irán podría dirigirse tanto contra objetivos en el extranjero como en territorio continental estadounidense.
El general retirado Frank McKenzie, excomandante del Comando Central de Estados Unidos, consideró en declaraciones emitidas el domingo que “las tropas estadounidenses en Irak y Siria son ciertamente vulnerables a ataques de represalia por parte de Irán”. El boletín de seguridad del DHS ha instado a la ciudadanía a permanecer informada y reportar cualquier actividad sospechosa. En paralelo, el gobierno emitió una alerta mundial dirigida a todos los ciudadanos estadounidenses en el extranjero, recordándoles la necesidad de tomar precauciones adicionales ante la posibilidad de que la crisis en el Medio Oriente derive en represalias contra intereses de Estados Unidos o de sus aliados.