“Cada mañana la misma pregunta recorre Gaza: ¿Comeré hoy?”, expresó un representante de una agencia humanitaria en la Franja, en declaraciones recogidas en un comunicado de Amnistía Internacional en un documento firmado por más de un centenar de organizaciones internacionales.
La frase, que resuena como un eco de desesperación colectiva, sintetiza la situación límite que atraviesa la población palestina tras meses de asedio y bloqueo.
En este contexto, la hambruna masiva se ha extendido por toda la región, afectando no solo a los habitantes de Gaza, sino también al personal humanitario que, según el comunicado, “se está sumando ahora a las colas de alimentos, con lo que corre el riesgo de ser alcanzado por disparos solo para alimentar a sus familias”.
El documento, fechado el 23 de julio de 2025, denuncia que los suministros esenciales se han agotado completamente y que las organizaciones humanitarias presencian cómo sus propios compañeros y aliados “se consumen ante sus ojos”.
Exactamente dos meses después de la puesta en marcha de la Fundación Humanitaria de Gaza —un programa bajo control israelí—, 109 organizaciones han decidido alzar la voz de alarma, instando a los gobiernos a tomar medidas inmediatas. Entre sus demandas figuran la apertura de todos los pasos terrestres, la restauración total del flujo de alimentos, agua potable, suministros médicos, artículos de cobijo y combustible mediante un mecanismo liderado por la ONU, el fin del asedio y la consecución de un alto el fuego inmediato.
La situación en los puntos de distribución de alimentos es especialmente dramática. Según datos confirmados por la ONU hasta el 13 de julio, “la muerte violenta de 875 personas palestinas mientras trataban de conseguir alimentos, 201 en las rutas de ayuda humanitaria y el resto en puntos de distribución”, ha sido registrada. Miles más han resultado heridas en estos intentos desesperados por acceder a lo básico para sobrevivir.
El comunicado subraya que las fuerzas israelíes han desplazado forzosamente a casi dos millones de personas palestinas, confinando a la población en menos del 12% del territorio de Gaza tras la última orden de desplazamiento masivo emitida el 20 de julio.
El Programa Mundial de Alimentos ha advertido que las condiciones actuales hacen que las operaciones sean insostenibles y ha recordado que “utilizar el hambre de la población civil como método de guerra es un crimen de guerra”.
En las inmediaciones de Gaza, toneladas de alimentos, agua potable, suministros médicos, artículos de cobijo y combustible permanecen inmovilizados en almacenes, incluso dentro del propio enclave, debido a que las organizaciones humanitarias tienen bloqueado el acceso y se les impide distribuirlos. Las restricciones, demoras y la fragmentación impuestas por el gobierno de Israel mediante el asedio total han generado, según el comunicado, “caos, hambruna y muerte”.
Un miembro del personal de ayuda humanitaria que proporciona apoyo psicosocial relató el devastador impacto en la infancia: “Los niños y las niñas les dicen a sus padres que quieren ir al cielo, porque allí al menos hay comida”, dijo este trabajador a Amnistía Internacional.
El personal médico en Gaza ha informado de tasas sin precedentes de desnutrición aguda, especialmente entre los niños, niñas y personas de edad avanzada. Enfermedades como la diarrea acuosa aguda se propagan rápidamente, los mercados permanecen vacíos, la basura se acumula en las calles y adultos colapsan por hambre y deshidratación.
La media diaria de distribución de ayuda en la Franja es de tan solo 28 camiones, una cifra que dista mucho de cubrir las necesidades de más de dos millones de personas, muchas de las cuales llevan semanas sin recibir ningún tipo de asistencia.
El comunicado enfatiza que “el sistema humanitario liderado por la ONU no ha fallado, se le ha impedido funcionar”.
Las agencias humanitarias cuentan con la capacidad y los suministros necesarios para responder a la escala requerida, pero el acceso denegado les impide llegar a las personas necesitadas, incluso a sus propios equipos, que se encuentran exhaustos y sufren hambre. El 10 de julio, la Unión Europea y Israel anunciaron medidas para incrementar la ayuda humanitaria, pero, según el texto, “las promesas de avances no convencen a nadie cuando no hay cambios reales sobre el terreno”. Cada día sin un flujo constante de ayuda implica la muerte de personas por enfermedades prevenibles, mientras los niños y niñas pasan hambre esperando promesas que nunca se cumplen.
La población palestina, según el comunicado, se encuentra atrapada en un ciclo de esperanza y desengaño, aguardando la llegada de ayuda humanitaria y cesaciones del fuego que no se materializan, despertando cada día en una situación más precaria. El sufrimiento no es solo físico, sino también psicológico. La supervivencia se percibe como un espejismo.
El texto advierte que “el sistema humanitario no puede basarse en promesas falsas” y que el personal de ayuda no puede trabajar con plazos cambiantes ni depender de compromisos políticos que no permiten proporcionar acceso a la ayuda.
Las organizaciones firmantes hacen un llamado urgente a los gobiernos para que dejen de esperar permisos para actuar.
El comunicado sostiene: “No podemos seguir esperando que los mecanismos actuales funcionen. Es momento de emprender acciones decisivas: exigir un alto el fuego inmediato y permanente; levantar todas las restricciones burocráticas y administrativas; abrir todos los pasos terrestres; garantizar el acceso de todo el mundo a toda Gaza; rechazar los modelos de distribución controlada por el ejército; restaurar la respuesta humanitaria basada en principios liderada por la ONU, y seguir financiando a organizaciones humanitarias imparciales basadas en principios”.
El texto también insta a los Estados a adoptar medidas concretas para poner fin al asedio a Gaza, como la detención de la transferencia de armas y munición. Las organizaciones advierten que las medidas fragmentarias y los gestos simbólicos, como los lanzamientos aéreos o los acuerdos de asistencia humanitaria insuficientes, “sirven de cortina de humo para la inacción” y no pueden sustituir las obligaciones legales y morales de los Estados de proteger a la población civil palestina y garantizar un acceso significativo a la escala requerida. “Los Estados pueden y deben salvar vidas antes de que no quede nadie a quien salvar”, concluye el comunicado.
La gravedad de la situación se refleja en la lista de organizaciones que respaldan el llamado, entre las que se encuentran Amnesty International, Action Against Hunger (ACF), Caritas Internationalis, Doctors against Genocide, Médecins Sans Frontières (MSF), Oxfam International, Save the Children (SCI), War Child UK, entre muchas otras. Todas ellas han suscrito el documento, que representa una de las denuncias más contundentes y coordinadas de la comunidad humanitaria internacional en los últimos años.
De acuerdo con la publicación de Amnistía Internacional, la media diaria de camiones de ayuda que logra ingresar a Gaza —28 unidades— resulta insuficiente para una población que supera los dos millones de personas. El comunicado recalca que la situación se agrava con el paso de los días, ya que “cada día que pasa sin un flujo constante implica la muerte de personas por enfermedades prevenibles”.
El personal humanitario, que antes se dedicaba exclusivamente a asistir a la población, ahora se ve obligado a buscar alimentos para sus propias familias, exponiéndose a los mismos riesgos que los habitantes locales.
El documento también subraya que la respuesta internacional ha sido, hasta el momento, insuficiente y fragmentaria. Las organizaciones firmantes rechazan los modelos de distribución controlada por el ejército y exigen la restauración de una respuesta humanitaria basada en principios, liderada por la ONU. Además, insisten en la necesidad de seguir financiando a organizaciones humanitarias imparciales y en la urgencia de levantar todas las restricciones burocráticas y administrativas que impiden el acceso a la ayuda.
Según detalló el medio, la situación en Gaza ha alcanzado un punto crítico en el que la supervivencia diaria depende de la llegada de ayuda humanitaria, que se ve obstaculizada por el asedio y las restricciones impuestas. La comunidad internacional, representada por las 109 organizaciones firmantes, reclama acciones inmediatas y concretas para evitar una catástrofe humanitaria de mayores proporciones.
En palabras de un miembro del personal de ayuda humanitaria, recogidas por Amnistía Internacional: “Los niños y las niñas les dicen a sus padres que quieren ir al cielo, porque allí al menos hay comida”. Esta declaración, junto con el resto de testimonios y datos aportados en el comunicado, pone de manifiesto la urgencia de una intervención internacional que garantice el acceso a los suministros básicos y la protección de la población civil en Gaza.
La lista completa de los Firmantes:
American Friends Service Committee (AFSC)
A.M. Qattan Foundation
A New Policy
ACT Alliance
Action Against Hunger (ACF)
Action for Humanity
ActionAid International
American Baptist Churches Palestine Justice Network
Amnesty International
Asamblea de Cooperación por la Paz
Associazione Cooperazione e Solidarietà (ACS)
Bystanders No More
Campain
CARE
Caritas Germany
Caritas Internationalis
Caritas Jerusalem
Catholic Agency for Overseas Development (CAFOD)
Center for Mind-Body Medicine (CMBM)
CESVI Fondazione
Children Not Numbers
Christian Aid
Churches for Middle East Peace (CMEP)
CIDSE- International Family of Catholic Social Justice Organisations
Cooperazione Internazionale Sud Sud (CISS)
Council for Arab-British Understanding (CAABU)
DanChurchAid (DCA)
Danish Refugee Council (DRC)
Doctors against Genocide
Episcopal Peace Fellowship
EuroMed Rights
Friends Committee on National Legislation (FCNL)
Forum Ziviler Friedensdienst e.V.
Gender Action for Peace and Security
Global Legal Action Network (GLAN)
Global Witness
Health Workers 4 Palestine
HelpAge International
Humanity & Inclusion (HI)
Humanity First UK
Indiana Center for Middle East Peace
Insight Insecurity
International Media Support
International NGO Safety Organisation
Islamic Relief
Jahalin Solidarity
Japan International Volunteer Center (JVC)
Kenya Association of Muslim Medical Professionals (KAMMP)
Kvinna till Kvinna Foundation
MedGlobal
Medico International
Medico International Switzerland (medico international schweiz)
Medical Aid for Palestinians (MAP)
Mennonite Central Committee (MCC)
Médecins Sans Frontières (MSF)
Médecins du Monde France
Médecins du Monde Spain
Médecins du Monde Switzerland
Mercy Corps
Middle East Children’s Alliance (MECA)
Movement for Peace (MPDL)
Muslim Aid
National Justice and Peace Network in England and Wales
Nonviolence International
Norwegian Aid Committee (NORWAC)
Norwegian Church Aid (NCA)
Norwegian People’s Aid (NPA)
Norwegian Refugee Council (NRC)
Oxfam International
Pax Christi England and Wales
Pax Christi International
Pax Christi Merseyside
Pax Christi USA
Pal Law Commission
Palestinian American Medical Association
Palestinian Children’s Relief Fund (PCRF)
Palestinian Medical Relief Society (PMRS)
Peace Direct
Peace Winds
Pediatricians for Palestine
People in Need
Plan International
Première Urgence Internationale (PUI)
Progettomondo
Project HOPE
Quaker Palestine Israel Network
Rebuilding Alliance
Saferworld
Sabeel-Kairos UK
Save the Children (SCI)
Scottish Catholic International Aid Fund
Solidarités International
Støtteforeningen Det Danske Hus i Palæstina
Swiss Church Aid (HEKS/EPER)
Terre des Hommes Italia
Terre des Hommes Lausanne
Terre des Hommes Nederland
The Borgen Project
The Center for Mind-Body Medicine (CMBM)
The Glia Project
The Global Centre for the Responsibility to Protect (GCR2P)
The Institute for the Understanding of Anti-Palestinian Racism
Un Ponte Per (UPP)
United Against Inhumanity (UAI)
War Child Alliance
War Child UK
War on Want
Weltfriedensdienst e.V.
Welthungerhilfe (WHH)