El rugby es una constante en la vida de Agustín Della Corte: el deporte lo interpeló tanto en la ficción como en su vida real. Cuando era chico, el actor de 27 años jugó en un club de Paysandú, Uruguay, Trébol Rugby Club, y luego como profesional. Formó parte de Los Teros, la selección uruguaya de rugby, entre 2017 y 2020, y hasta alcanzó a competir en el Mundial de 2019 en Japón. Sin embargo, el destino tenía otros planes para él.
Della Corte se empezó a interesar en la actuación. Se presentó al casting de La sociedad de la nieve y fue seleccionado para interpretar al rugbier Antonio “Tintín” Vizintin. Para ese papel, el ex jugador siguió una dieta muy estricta, supervisada por profesionales, y bajó 27 kilos para conseguir un deterioro físico similar al que tuvo Vizintin en la montaña. Ahora, volvió a la cancha en Olympo, donde interpreta a un jugador de rugby que lucha contra la homofobia en el deporte.
Olympo se estrenó el 20 de junio en Netflix y ya es una de las más vistas en todo el mundo. La trama sigue a un grupo de atletas jóvenes que entrena en un centro de alto rendimiento en España para convertirse en campeones olímpicos.
En un charla extensa e íntima con LA NACION, Agustín Della Corte reveló los desafíos de su personaje, su relación con la Argentina y el consejo que le dio Nico Furtado.
—Estás viviendo en Madrid. ¿Cómo lo llevás?
—Sí, quería estar cerca de las oportunidades. Igual hoy en día está todo tan conectado que podés hacer un casting para Argentina desde cualquier lado, pero ahora está más efervescente la industria acá en España y es un buen momento para tener base en Madrid. Tengo algunos amigos argentinos y también un grupito de actores con los que compartimos el rodaje de Olympo.
—Tu personaje en Olympo, Roque Pérez, denuncia discriminación en el mundo del deporte y tuvo mucha repercusión en redes sociales.
—Sí, la verdad que no me esperaba que guste tanto mi personaje y es una trama que está conectando con la gente. Lo que más orgullo me da es recibir mensajes de gente que se siente muy identificada con la historia y que me agradece por contarlo. Me emociona.
—¿En los mensajes que recibís qué te cuentan, que sufrieron discriminación en el ámbito deportivo?
—Sí, en el deporte o en la vida. En la serie se cuenta un tipo de discriminación, que es la discriminación homofóbica en el deporte, pero eso se puede trasladar a cualquier ámbito de la vida. Mucha gente me dice que se siente representada por lo que vive mi personaje. Un chico me dijo: “Después de ver la serie me dieron ganas de ser quién soy y de luchar por eso”. Me parece una locura absoluta que se haya conseguido dar ese mensaje. Sentía mucha responsabilidad con este personaje, en el minuto cero lo asumí así. Sentía cierta presión, entonces ver que es bien recibido y que haya gente que se sienta identificada, me enorgullece.
—Los espectadores te relacionan a vos en la vida real con el mensaje de tu personaje de ficción…
—Es algo que descubrí de la actuación. En este caso tuve la oportunidad de meterme en la piel de alguien que sufre algo que por ahí yo no lo sufrí nunca. Tuve gente cercana que lo ha vivido y me encanta saber que hay gente que se siente identificada y que agradece este tipo de historias.
—Para tu personaje en La sociedad de la nieve bajaste 27 kilos. ¿Cómo fue tu preparación física para interpretar a Roque Pérez en Olympo?
—Me sometí a un régimen muy estricto de alimentación y de entrenamiento. La verdad que yo ya tenía el entrenamiento muy dentro mío, o sea, no al nivel de la serie porque era bastante más carga, pero mis años de jugador de rugby me ayudaron. Tuvimos que hacer mucho foco en la dieta porque teníamos que lograr en poco tiempo un físico de personajes que eran atletas de alto rendimiento.
—¿Cuánto tiempo tuvieron para prepararse?
—Estuvimos 4 meses previo al rodaje y después tuvimos que mantener todo eso mientras íbamos rodando. Eso fue lo más duro porque rodábamos jornadas de 9 a 10 horas a veces y después tenías que ir al gimnasio. A la vuelta con todo el antojo y la ansiedad que tiene el rodaje solo podíamos comer un pescado con ensalada (risas). Teníamos un catering bastante específico para cada actor. Cada persona tenía distintos requerimientos y estaba todo controlado por un nutricionista.
—¿Qué comían?
—Básicamente carne, pollo, pescado con ensalada y después para las meriendas y mucho yogur de proteína. Desayuno: dos huevos y chau. Nos acompañamos mucho entre nosotros. Todo el elenco estaba muy comprometido y teníamos muchas ganas de hacerlo en serio. Creo que en la pantalla se notó nuestro esfuerzo porque realmente parecemos deportistas de alto rendimiento.
—¿Cómo era tu entrenamiento?
—Salí a correr todos los días entre 5 y 10 km. Y después hice entrenamiento aeróbico y de pesas. Después la dieta tenía un nivel de detalle casi delirante. Cuando lo tenés que mantener por tantos meses se vuelve un poco loco. Como se veía el resultado siempre eso te alentaba a continuar. Y todo fue con mucho asesoramiento. Además también teníamos entrenamiento específico de cada deporte. Por ejemplo, los que en la serie jugábamos al rugby, teníamos entrenamiento de rugby, las chicas que hacían natación sincronizada, entrenaban cuatro veces por semana natación sincronizada.
—¿No había dobles?
—Se usaron dobles en algunos casos pero realmente todos los actores estábamos muy preparados para hacer lo que había que hacer y creo que se logró mucho detalle en los aspectos técnicos de cada deporte para que se vea real. Y a nosotros nos ayudó para meternos en personaje, todo ese entrenamiento nos colocó mentalmente en la situación que estábamos interpretando.
—¿Cómo fue la fiesta de fin de rodaje?
—El último día de rodaje había pizza, mucha tortilla de papa, mucha cosa española, jamoncito crudo. Cuando terminamos de rodar nos fuimos a un sushi libre. Fue un sushi muy gozador. Después la fiesta de fin de año que incluyó también bastantes atenciones para los actores. Yo personalmente no tomo alcohol, pero algunos extrañaron eso también. Nadie tomó durante el rodaje porque sentíamos que no estábamos dando el máximo sino, por ahí estabámos un poco obsesionados con el tema.
—¿Cómo seguiste tu vida después del rodaje?
—Todo el entrenamiento fue agotador, pero de repente sos medio Superman. Es muy loco cómo te cambia el cuerpo y también la cabeza. Entonces hay algunos hábitos que te llevás a la vida.
—En la historia se ve cómo los personajes tienen que lidiar con mucha presión.
—Sí, están presionados por rendir como deportistas y también por gustar. Eso también está en la vida de los actores. Creo que en general es una sociedad que valida mucho la mirada externa sea lo que sea que hagas y a lo que te dediques. Aprender a gestionar eso me parece súper importante.
—Nico Furtado, que es uruguayo como vos, también forma parte de la serie. ¿Te dio algún consejo?
—Sí, con Nico hablamos un montón. Nos conocimos el año pasado, pero él me contó pila de su propia experiencia. Creo que ha hecho una carrera súper admirable porque tiene una continuidad increíble. Se nota que tiene sed de trabajar. Hemos hablado de la importancia de este proyecto para mí, como es el primer el proyecto en el que yo tengo un peso protagónico bastante importante, él me aportó mucha tranquilidad. Me dijo: “Si estás acá es por algo. Hacé lo que venís haciendo, porque por eso te eligieron”.
—¿Hay otros actores que te aconsejan?
—Antes de venir a España viví un tiempo en Buenos Aires y me encantó. Allá hay mucha gente que admiro. Mi gran maestra del mundo actoral y mi referencia para todo es Pauli Baldini.
—Con Paula Baldini se conocieron en La sociedad de la nieve y se pusieron en pareja. ¿Ella sigue siendo tu novia?
—No, es mi ex, pero nos llevamos bárbaro. Estoy bastante enfocado en el trabajo y muy conectado con mis amigos y mi familia.