Un momento casual puede ser el punto de partida de un gran proyecto. Eso fue lo que pasó cuando Joaquín Arco y Sebastián Valero coincidieron, sin planearlo, mientras esperaban que sus hijos terminaran de entrenar en una cancha de rugby en Bahía Blanca. Se pusieron a hablar de trabajo. Uno era gerente general de una planta de servicios de acondicionamiento de granos. El otro había estudiado marketing y trabajó en la parte comercial de una empresa de comercio electrónico especializada en agronegocios. Venían de mundos distintos, pero conectados por el agro.
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Y fue en esas conversaciones, entre mates y anécdotas, donde empezó a gestarse una idea: la etapa de la poscosecha seguía funcionando con métodos antiguos, y ahí había una oportunidad. “Vimos que había muy poca digitalización. Muchas empresas seguían resolviendo todo con llamados o contactos personales, y los dueños de grano trabajaban casi siempre con las mismas plantas, sin saber si había otras opciones mejores. Queríamos cambiar eso, dar visibilidad y facilitar los negocios”, dice Arco.
Esa observación fue el disparador. Empezaron a imaginar una solución digital que conectara a productores, corredores y plantas de servicio de acondicionamiento de granos para que cada parte pudiera operar con más información, más alternativas y menos fricción. A las conversaciones se sumó Santiago Negri, quien también trabaja junto a Valero en Acondicionadora de Cereales Bahía. Los tres comenzaron a delinear un sistema que integrara oferta y demanda de servicios poscosecha de manera transparente y eficiente.
Así nació Uagri, “una especie de Airbnb de las plantas”, como lo define Arco. “La idea era que cualquier productor pudiera comparar precios, condiciones, ubicación y calificaciones, y elegir dónde acondicionar su grano sin tener que hacer cinco llamados o depender del contacto de siempre”, resume Arco.
Con eso en mente, armaron un plan de negocios, presentaron la idea a un grupo inversor y ajustaron la plataforma en función del feedback. “Vimos que funcionaba, pero también que había muchas cosas por mejorar. Recogimos feedback, cambiamos lo que creíamos necesario y volvimos a salir con una nueva versión”, cuenta Arco.
La solución fue diseñar una plataforma tipo marketplace donde el dueño de los granos —ya sea productor, corredor o acopiador— pudiera subir una necesidad específica (secado, limpieza, almacenaje) y recibir propuestas con precios, disponibilidad y condiciones. Todo en una misma plataforma. “Queremos romper el paradigma de que siempre se opere con las mismas plantas. Hay muchas que prestan mejores servicios o a menor costo”, señala Arco.
Actualmente son 40 las plantas operativas en la plataforma y ya hay más de 500 productores registrados. “Algo clave es que tenemos más de 1200 plantas mapeadas en toda Argentina, con ubicación, tipo de planta y servicios que ofrece. Así cualquiera puede encontrar una planta en su zona sin perder tiempo llamando”, explica.
Uno de los mayores desafíos fue contactar a las plantas. “Me pasaba de ir por la ruta, ver una planta, parar, bajarme y contarles de qué se trataba. Muchas veces ni siquiera tenían cartel con teléfono”, recuerda Arco.
A eso se sumó cierta resistencia del lado de los productores. “Muchos productores siguen mandando sus granos siempre a la misma planta por costumbre, aunque tengan otra más cerca, mejor equipada y con mejor precio. Pero lo hacen porque es lo que siempre hicieron”, indica.
Arco precisa que en la plataforma las plantas pueden detallar qué servicios ofrecen, cómo trabajan, qué capacidad tienen, qué tipo de balanza utilizan o qué laboratorio usan para los análisis. “En el sistema tradicional los contactos y la confianza pesan más que la oferta real de servicios. Pero con nuestra plataforma los dueños de grano pueden comparar plantas según precio, disponibilidad y calificaciones de otros usuarios. Eso permite a los usuarios elegir con más información”, detalla.
Los productores o corredores, por su parte, pueden cargar lo que necesitan y recibir opciones en minutos. “En lugar de hacer cinco o diez llamados el productor carga el requerimiento y en unos minutos tiene los mismos resultados. Las plantas compiten por ganar ese servicio y son calificadas, igual que los granos. Eso ayuda a diferenciar a quienes hacen las cosas bien de quienes no”, añade.
Arco asegura que actualmente son los únicos que ofrecen este servicio. “Hoy no hay otra plataforma que digitalice el mercado poscosecha de esta manera. No competimos con nadie porque nadie ofrece exactamente lo que hacemos”, dice.
La plataforma sigue operando con inversión propia, aunque el equipo está en la búsqueda de socios para escalar. Está previsto que la firma desembarque en Uruguay y Paraguay hacia mitad de año, con equipos locales. Tienen en desarrollo un sistema de certificación para garantizar calidad y mejorar la trazabilidad.
Para Arco el objetivo es más amplio que lo tecnológico. “El agro argentino es muy dinámico, pero hay eslabones que siguen funcionando con herramientas del siglo pasado. Si logramos modernizar esa parte, todos ganan: productores, plantas y el sistema en su conjunto”, concluyó.