Al menos siete personas han perdido la vida en el estado de Katsina (Nigeria) tras el ataque de un grupo de «bandidos» que requirió la intervención de las fuerzas de seguridad nigerianas para ahuyentar a los atacantes.
En la aldea de Magaji Wando, en el norte del país, varios hombres armados realizaron una emboscada que provocó las siete víctimas mortales entre sus habitantes, así como un número indeterminado de heridos.
Tras un primer ataque, los heridos han sido evacuados al hospital y en el camino han vuelto a ser presa de los «bandidos», quienes se habían divido en varios grupos debido a la presencia de los agentes de seguridad.
«Gracias a la rápida y valiente intervención del Cuerpo de Vigilancia Comunitaria, el ataque fue repelido, evitando lo que podría haber sido un resultado mucho más devastador para la comunidad», han sostenido las autoridades policiales en declaraciones recogidas por el diario nigeriano ‘Punch’.
Durante el intercambio de disparos, un vehículo de las fuerzas nigerianas ha resultado incendiado. Las primeras investigaciones han señalado que el ataque estaría motivado por la vengaza, después de que miembros del grupo criminal fueran abatidos por efectivos de seguridad en anteriores emboscadas.
Los «bandidos» son grupos caracterizados por su violencia y su movilidad. Su actividad se basa principalmente en el secuestro pero habitualmente también suelen perpetrar masacres para aterrorizar a la población. El Gobierno nigeriano ha designado a estas organizaciones como «grupos terroristas» para facilitar la intervención del Ejército, en especial en las zonas más remotas del país.