Al sur de Gales, una pareja convirtió un molino del siglo XVII en encantadoras cabañas para huéspedes

admin

“Siempre quisimos tener un restaurante familiar pero, con nuestros hijos tan chicos, hubiera sido muy difícil. En cambio, tener estas casas de huéspedes es perfecto para nosotros”, nos cuenta Hayley Caradoc-Hodgkins, propietaria de Little Mill Abergavenny, un negocio que comenzó con su marido después del nacimiento de su segundo hijo, hecho que los terminó de decidir a alejarse de la capital en busca de un estilo de vida más tranquilo.

Hayley y Leo posan con sus hijos, Odette y Cassel frente a las pareces centenarias que mandaron a reparar y ellos mismos pintaron a la cal.

El sudeste de Gales no les era desconocido. A menos de dos horas de Londres (en la zona más cercana al límite con Inglaterra), era un destino de vacaciones frecuente para ellos. Y la suerte quiso que le alquilaran una casa victoriana a los dueños de Little Mill, el más pequeño de los dos molinos que había en Abergavenny y el único que se conserva al día de hoy. “Los propietarios comentaron al pasar que lo iban a poner en venta, y ahí decidimos comprarlo. No era nuestro plan vivir ahí permanentemente, pero nos enamoramos de su encanto”.

Como el molino es un edificio patrimonial

La construcción de 1680 funcionó más de cien años como molino harinero para la comunidad y, en la época victoriana, para abastecer al hospital de la zona.

Ni moderno ni demasiado rústico

“El edificio no estaba en buen estado y necesitaba urgente trabajos de conservación histórica para no caer en un mayor deterioro aun”, detalla Hayley. “Por sobre todo, nunca había funcionado como casa de huéspedes, por lo que debía modernizarse teniendo en cuenta todas las limitaciones que implica su estátus patrimonial».

Detalle de la cocina.

Por supuesto, nunca es suficiente el presupuesto para este tipo de obras, así que la pareja puso manos a la obra. “Después de hacer los primeros trabajos, el albañil que contratamos nos enseñó a hacer revoque a la cal. Además, instalamos nosotros mismos las cocinas y restauramos todos los pisos de madera a mano”.

Catalogado como patrimonio histórico, uno de los primeros desafíos fue traer el inmueble al presente sin realizar grandes cambios estructurales.

Para lograr el estilo “cottage” característico, Hayley trabajó en una curaduría de piezas de colección, antigüedades, superposición de textiles y color en elementos decorativos.

“La inspiración fue seguir el edificio y su historia. Queríamos que se sintiera habitado, no como un monumento. Ni moderno ni demasiado rústico: un hogar”.

Ellos instalaron la pileta de lavar, aunque parece estar ahí desde hace año. Tuvieron que pelar la cocina entera y volverla a hacer. ¡Con mucho respeto!

“Siempre busco antigüedades galesas que puedan encajar en el edificio, ya que es importante mantener su ubicación en el corazón de su historia”.

Haley le encontró el lado útil a una única servilleta que había comprado en Marsella por la belleza de sus bordados. Después, usarlas como pantallas se hizo una práctica extendida en la casa.

Una auténtica experiencia galesa

Con una gran superficie por cubrir y mucho ingenio, la dueña de Little Mill resolvió el diseño de interiores con artículos seleccionados estratégicamente. “Aunque es imposible ser ciento por ciento auténtico en un edificio industrial que nunca fue destinado para uso doméstico, traté en todo momento de conseguir piezas que se sintieran ‘históricamente cómodas’ en el espacio”.

Las salamandras de hierro fundido recién se popularizaron a principios del 1800. Antes, el único recurso eran los hogares a leña.

Para adaptarlo a una casa de huéspedes, tuvieron que rehacer toda la electricidad, plomería y reemplazar la mayor parte de las estufas a leña por radiadores a gas.

Paredes gruesas, techos bajos, vigas robustas pisos con entablonado de madera y ventanas pequeñas, características de las cabañas rurales de Gran Bretaña.

Little Mill tiene dos cabañas que pueden funcionar juntas para alojar hasta 11 personas. La propuesta es “dormir buenas siestas, tener almuerzos largos con amigos y familia o, simplemente, caminar junto al río”.

La vista desde el contrafrente permite ver las ventanas para techo que se colocaron para mejorar la luz y la ventilación de la casa centenaria.

Escaleras arriba

“Me encanta superponer alfombras y usar ropa de cama delicada, pero con color”, cuenta Hayley.

Mientras que las paredes y techos tienen tonos neutros, la paleta de colores más vibrante se reservó para puertas y textiles.

Paredes rosadas, puerta celeste.

Para el diseño de las camas de sus hijos, Haley recurrió a infinidad de videos que la ayudaron con la estructura básica de la estructura que había imaginado.

   

Deja un comentario

Next Post

Turquía anuncia que tiene bajo control los más de 750 incendios que han dejado al menos tres muertos

Las autoridades turcas han asegurado este domingo haber extinguido o controlado los más de 750 incendios registrados en diferentes zonas del sur y el este del país, una veintena de ellos considerados «grandes», y que han dejado al menos tres muertos, dos de ellos agentes forestales. «761 de los 761 […]
Turquía anuncia que tiene bajo control los más de 750 incendios que han dejado al menos tres muertos

NOTICIAS RELACIONADAS

error: Content is protected !!