La comunidad científica está en alerta tras detectar la presencia de metales preciosos en rocas volcánicas expulsadas a la superficie en Hawái, lo que podría confirmar que el núcleo de la Tierra tendría una filtración. Según los análisis de expertos de la Universidad de Gotinga, en Alemania, hay impregnado un componente orgánico que solo existe en abundancia a más de 3000 kilómetros de profundidad.
Las reservas más grandes de oro y otros metales de interés se encuentran a una distancia cercana del núcleo de la Tierra, debajo de una capa de roca sólida imposible de ser penetrada por la tecnología actual. Sin embargo, en un reciente estudio que se publicó en la revista Nature, geólogos hallaron rutenio (Ru) en fragmentos de piedras volcánicas. Este metal de transición del grupo ocho de la tabla periódica es extraño de obtener en la superficie. Es conocido por su resistencia a la corrosión, oxidación y su dureza.
Sin embargo, en una recolección de material en las islas hawaianas para el laboratorio, los científicos identificaron niveles altos del isótopo 100Ru, es decir, una firma isotópica que sirve para diferenciar al rutenio que proviene del núcleo con el que se halla en el manto terrestre.
Gracias a un análisis con máquinas de última generación por parte del Departamento de Geoquímica de la Universidad de Gotinga, se logró detectar la existencia de este elemento antes imperceptible.
El doctor y autor principal del estudio, Nils Messling, explicó: “Cuando obtuvimos los primeros resultados, nos dimos cuenta de que, literalmente, habíamos dado con un filón. Nuestros datos confirmaban que material procedente del núcleo (incluyendo oro y otros metales preciosos) se está filtrando hacia el manto que se encuentra por encima”.
Para los especialistas, esto ocurre debido a un proceso de convección térmica a gran escala que tiene lugar en las profundidades de la Tierra, en donde enormes volúmenes de manto recalentado y abundante en metales preciosos, ascienden a la frontera manto-núcleo y luego emergen a la superficie en forma de lava en regiones volcánicas activas, como Hawái. Es por este tipo de sucesos que los científicos pueden más tarde recopilar datos y así conocer qué sucede en el interior del planeta.
Para el coautor del estudio y profesor Matthias Willbold, perteneciente al Departamento de Geoquímica e Isotopía de la Universidad de Gotinga, no existe una frontera sólida y rígida que separa al núcleo de todo el resto de capas, sino que convergirían en diferentes puntos. “Ahora podemos demostrar que cientos de cuatrillones de toneladas métricas de roca, generadas en la frontera entre el núcleo y el manto, ascienden hasta la superficie terrestre para formar islas oceánicas como Hawái”, sostuvo.
“Queda por demostrar si estos mecanismos que observamos en la actualidad también funcionaron en el pasado geológico del planeta. No obstante, nuestros hallazgos abren una nueva perspectiva sobre la evolución de la dinámica interna de la Tierra y sobre la conectividad entre sus capas más profundas”, agregó Messling.
En cuanto a si esto genera un peligro para la humanidad o el ecosistema natural, de momento explicaron que las fisuras no son significativas y pertenecen a un proceso geológico normal dentro de la formación de nuevos terrenos. Además, señalaron que a largo plazo estas fuentes ricas en minerales necesarios para el desarrollo de tecnología actual, podrían ser de mucha ayuda. Sin embargo, por el momento la cantidad es incipiente para explotarlos con un fin económico.