El atentado con carro bomba ocurrido la tarde del jueves 21 de agosto de 2025 en la base aérea Marco Fidel Suárez de Cali dejó un saldo de seis personas muertas y más de setenta heridas, según confirmó el alcalde Alejandro Eder en entrevistas concedidas a La W Radio y La FM.
El mandatario insistió en que las fallas en inteligencia y la debilidad de la respuesta institucional están vinculadas a los recortes presupuestales en materia de seguridad ejecutados por el Gobierno nacional.
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Durante la conversación con La W, Eder calificó el ataque de “acto sin alma”, ejecutado con dos camiones cargados de explosivos en un sector concurrido de la ciudad, lo que, para el alcalde, evidencia el ánimo de causar el mayor daño posible a civiles.
“No era un ataque contra una base militar. Si ese hubiera sido el propósito, lo habrían hecho en la madrugada, no a las 2:50 de la tarde, en plena hora de tráfico”, señaló el gobernante caleño.
Según el reporte oficial, aún se desconoce la potencia exacta de los explosivos, pero la magnitud del atentado quedó registrada en la cifra de heridos, con al menos cuatro personas en estado grave.
El mandatario fue enfático en responsabilizar al grupo disidente de las Farc, y en concreto, al frente Jaime Martínez (uno de los más importante de alias Iván Mordisco, uno de los criminales más buscados en Colombia), señalando que este brazo narcotraficante lleva más de un año y medio “empeñado con Cali”, y ha realizado seis ataques con explosivos en la ciudad desde mayo.
“Esto es narcoterrorismo puro. No hay ninguna revolución, hay un negocio de cocaína gigantesco que buscan proteger a cualquier costo”, mencionó Eder.
Recortes en presupuesto y debilitamiento de la inteligencia
Eder aprovechó los espacios en radio para alertar sobre el deterioro de las capacidades estratégicas del Estado.
En ambas entrevistas subrayó que, aunque los municipios —incluyendo Cali— han elevado sus presupuestos locales para seguridad, los recortes del Gobierno nacional alcanzan hasta el 30% y afectan áreas críticas como inteligencia policial y militar, aviación y equipos de reacción.
“No podemos tapar el hueco que se está dejando desde el nivel central”, dijo el alcalde de Cali, haciendo hincapié en que los esfuerzos locales solo cubren operatividad básica y logística.
“Hoy el principal desafío es recuperar el presupuesto nacional, porque sin recursos no hay capacidad de inteligencia, flota aérea, ni refuerzo eficaz frente a grupos como la Jaime Martínez”, detalló el gobernante.
A su vez, y en diálogo con La FM, Eder reiteró que la solución al problema estructural de seguridad pasa por erradicar los cultivos ilícitos y desarticular los enclaves criminales, “especialmente en Jamundí y el norte del Cauca”, que describe como la raíz de la inestabilidad en el área metropolitana de Cali.
“Venimos pidiendo hace mucho rato la intervención integral en esa zona. Anoche, en el consejo de seguridad con el presidente y altos mandos, se acordó establecer un Puesto de Mando Unificado para trazar una estrategia coordinada”, explicó el mandatario local, pero agregó que este tipo de acciones requieren recursos y determinación nacional.
Eder defendió la capacidad y el profesionalismo de la Policía y las fuerzas armadas, pero insistió en la urgencia de devolverles “las herramientas, los helicópteros y la inteligencia que se han perdido por los recortes”. Criticó que los recursos congelados del Fonsecon y el déficit presupuestal generalizado limitan la capacidad preventiva y de respuesta ante episodios como el atentado del 21 de agosto.
La advertencia que los alcaldes de Colombia le hicieron a Gustavo Petro meses atrás: por reducción de recursos para seguridad
La denuncia sobre la reducción del presupuesto para seguridad no proviene solo de Cali.
Los 32 alcaldes de ciudades capitales, liderados por Eder como presidente de Asocapitales (Asociación Colombiana de Ciudades Capitales), han exhortado al Gobierno Petro a liberar más de 300.000 millones de pesos retenidos del Fondo de Seguridad Ciudadana (Fonsecon) y a revertir un recorte global estimado en 1,5 billones de pesos en materia de seguridad, que afecta no solo a los cuerpos policiales y de inteligencia, y también a la capacidad operativa del Ejército y la Fuerza Aérea.
En ese sentido y ese entonces (mediados de junio de 2025), Eder advirtió que la crisis podría extenderse a todo el país si no se actúa de inmediato: “Lo que hoy vivimos los caleños mañana puede replicarse en otras grandes ciudades”.
Los alcaldes han solicitado una cumbre urgente con los ministros de Defensa y del Interior, así como la cúpula policial, para discutir una estrategia nacional que permita restablecer la seguridad y proteger los avances conseguidos tras dos décadas de lucha contra el crimen organizado y el narcotráfico.
El alcalde caleño insistió en que la fuerza pública tiene el entrenamiento y la disposición, pero requiere que el Estado la provea de las capacidades estratégicas y financieras necesarias.
Para Eder, recortar la inteligencia, la aviación y la fuerza disponible en el actual contexto colombiano pone en riesgo no solo la seguridad de Cali, sino la sobrevivencia misma de la institucionalidad y la paz en el país.
Por último, el alcalde de Cali hizo un llamado a la ciudadanía para mantener la unidad y confiar en que los responsables serán capturados, afirmando que la administración local no descansará hasta restablecer la tranquilidad perdida tras el atentado.
“Colombia no puede retroceder a los años de violencia y terrorismo que ya habíamos superado”, concluyó.