La alcaldía Cuajimalpa de Morelos puso en marcha el programa de la policía guardabosques, una estrategia que busca frenar la tala clandestina, los asentamientos irregulares y los delitos ambientales en zonas de conservación, así como proteger ríos y barrancas de la región.
El alcalde Carlos Orvañanos Rea encabezó el arranque del proyecto y subrayó que la intención es trabajar bajo un enfoque preventivo y no reactivo. Señaló que el cuidado de las áreas naturales de la demarcación es prioritario, pues representan un pulmón vital para la Ciudad de México.
Como parte de estas acciones, se avanza en la elaboración de un nuevo atlas de asentamientos irregulares, en el que hasta ahora se tienen identificados más de 30.
“Algunos son pequeños y otros más consolidados, pero todos representan un riesgo ambiental y urbano que debemos atender”, puntualizó el Orvañanos Rea.
Que cada año se sumen nuevos integrantes
Orvañanos destacó que el combate a los delitos ambientales no se limita a la tala ilegal, sino también a la prevención de basureros clandestinos y a la colaboración con la Fiscalía de Delitos Ambientales, con la que ya se han concretado diversas detenciones.
En esta primera etapa, la policía guardabosques inicia con 12 elementos capacitados por la Policía Montada de la CDMX, y en los próximos días se espera la incorporación de dos más.
La meta, precisó el alcalde, es que cada año se sumen nuevos integrantes a este cuerpo especializado para garantizar su permanencia y efectividad.
Las comunidades directamente beneficiadas serán los pueblos originarios de Santa Rosa, San Mateo, Acopilco, Chimalpa, San Pedro Cuajimalpa y Contadero, que abarcan más de la mitad del territorio y concentran al 40 por ciento de la población de la demarcación.
Para reforzar las labores de patrullaje, la alcaldía invertirá en el uso de drones, cuatrimotos y vehículos todoterreno, con el fin de vigilar las zonas boscosas de difícil acceso.
“Estamos decididos a proteger nuestros bosques y nuestro territorio. Cuajimalpa no puede permitir que el desarrollo irregular y los delitos ambientales afecten su riqueza natural”, concluyó Orvañanos durante la presentación.
Zona de conservación de la CDMX
Por su parte, Julia Álvarez Icaza Ramírez, titular de la Sedema, dijo que desde el gobierno de la capital apoyaban la iniciativa para proteger el parque nacional del Desierto de los Leones y la demás zona boscosa que tiene la alcaldía.
Al tiempo de señalar que el 60 por ciento del territorio de la CDMX y que abarca a nueve alcaldías, es zona de conservación y se tiene 27 áreas naturales protegidas a nivel local y 9 a nivel federal.
Esto permite que el 70 por ciento del agua que se consume en la capital proviene gracias a la infiltración de los suelos permeables, de los bosques y de otros ecosistemas que conforman el suelo de conservación y de áreas naturales protegidas de la capital.
Con este esfuerzo, la demarcación busca convertirse en un ejemplo de seguridad ambiental y protección del patrimonio ecológico para toda la capital.