El consumo conjunto de alcohol y tabaco, incluso en niveles considerados bajos, está relacionado con un aumento relevante del riesgo de cáncer colorrectal de aparición temprana, según una revisión científica publicada esta semana en Clinical Colorectal Cancer.
El análisis fue realizado por un equipo de investigadores en Alemania, que examinó más de 25 estudios previos y aportó evidencia que, por primera vez, vincula de forma consistente estos hábitos sociales con el incremento de uno de los tipos de cáncer de mayor crecimiento entre personas menores de 50 años en Estados Unidos.
De acuerdo con la publicación, prácticas comunes como fumar y beber en contextos sociales podrían estar detrás del aumento sostenido de casos de cáncer colorrectal de aparición temprana (EOCRC, por sus siglas en inglés). Esto ocurre pese a que las nuevas generaciones en Estados Unidos redujeron significativamente el consumo de tabaco y alcohol en las últimas décadas.
Revisión de estudios: metodología y hallazgos
El equipo analizó 25 investigaciones previas, de las cuales 12 se centraron en el alcohol y 13 en el tabaco. La comparación entre consumidores habituales y personas abstemias reveló un incremento significativo del riesgo, incluso con niveles bajos de exposición.
En relación con el tabaco, haber fumado al menos 100 cigarrillos en la vida —lo que equivale a un cigarrillo semanal durante dos años— aumentó el riesgo de cáncer de colon en un 59%. Entre los fumadores regulares, el riesgo general de cáncer colorrectal fue un 39% mayor en comparación con quienes nunca fumaron.
En cuanto al alcohol, el consumo diario de una o dos bebidas se relacionó con un incremento del 39% en el riesgo de cáncer colorrectal. Además, cada bebida adicional (una lata de cerveza o copa de vino) eleva la probabilidad en un 2%. Quienes consumían niveles considerados moderados o altos mostraron un 30% más de riesgo de tumores de colon y un 34% más de tumores rectales.
Un dato destacado proviene de un estudio de 2022 citado en la revisión: personas con antecedentes de alcoholismo presentaron un 90% más de probabilidades de desarrollar cáncer de colon. Además, se estimó que el riesgo aumenta un 2,3% por cada 10 gramos de etanol puro diarios, el equivalente a una bebida estándar en Estados Unidos.
Mecanismos biológicos involucrados
El artículo detalla que tanto el alcohol como el tabaco liberan compuestos químicos que dañan el ADN y favorecen mutaciones celulares.
En el caso del alcohol, el metabolismo hepático del etanol genera acetaldehído, una sustancia tóxica que produce inflamación en el colon y daña el material genético. Asimismo, interfiere con la absorción de folato, un nutriente clave en la reparación del ADN.
En lo que respecta al tabaco, los cigarrillos contienen carcinógenos y radicales libres que afectan directamente al ADN. El daño es persistente: los exfumadores mantienen un riesgo elevado hasta 25 años después de haber dejado el hábito, según el estudio.
Los investigadores destacaron: “El consumo de alcohol y el tabaquismo son factores de riesgo importantes para la EOCRC y deberían abordarse en el contexto de la prevención”. También indicaron que, si bien el tabaquismo actual muestra una asociación clara, el ex tabaquismo no se relacionó con la EOCRC.
Estadísticas preocupantes en jóvenes
Según datos de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, se estima que en 2025 se diagnosticarán más de 154.000 casos de cáncer colorrectal en Estados Unidos, de los cuales unos 20.000 corresponderán a menores de 50 años.
La incidencia del EOCRC ha crecido especialmente en personas de entre 20 y 34 años. Las proyecciones indican que los casos en ese grupo etario aumentarán un 90% entre 2010 y 2030. Entre adolescentes, las tasas han crecido un 500% desde principios de la década de 2000.
Contraste con la disminución del consumo en jóvenes
Desde la década de 1960, el tabaquismo cayó un 73% entre adultos y un 86% entre niños y adolescentes. Además, los millennials y la generación Z beben menos que generaciones anteriores: el 62% de los adultos menores de 35 años consume alcohol actualmente, frente al 72% en los años 2000, según Gallup (empresa estadounidense de análisis y consultoría).
No obstante, el consumo excesivo de alcohol aumentó entre mujeres jóvenes. Un estudio publicado en JAMA informó que las mujeres de entre 18 y 25 años beben en exceso con mayor frecuencia que los hombres de esa misma edad.
Los expertos sugieren que otros factores —como la dieta, el sedentarismo y la obesidad— también podrían estar desempeñando un papel relevante en el aumento del EOCRC.
Limitaciones y perspectivas
El equipo investigador reconoció varias limitaciones en su revisión: el número de estudios fue limitado y la mayoría se basó en datos autoinformados, lo que introduce posibles sesgos. Además, los autores destacaron que el alcohol y el tabaco probablemente representan solo una parte del problema.
Subrayaron la necesidad de adoptar un enfoque más integral en la prevención del cáncer colorrectal en jóvenes, incluyendo factores del estilo de vida y alimentación.
La revisión concluyó que, aunque la asociación entre el consumo combinado de alcohol y tabaco con el EOCRC es significativa, se requieren más investigaciones para comprender con mayor precisión la magnitud y los mecanismos de esta relación.