Las luces de emergencia V-16 analógicas han sido una herramienta vital para los conductores en España, especialmente cuando se presenta una incidencia en la vía. Sin embargo, la normativa que entrará en vigor en 2026 cambiará por completo el panorama. A partir del 1 de enero de 2026, todos los vehículos matriculados en España deberán estar equipados con una baliza V-16 conectada con geolocalización, lo que implica que las luces analógicas más populares en el mercado dejarán de ser legales. A pesar de la cercanía de este cambio, estos dispositivos continúan siendo adquiridos por los españoles.
La empresa Netun Solutions, especializada en el desarrollo de luces V-16 conectadas, ha alertado sobre la confusión que aún persiste entre los conductores. Según la compañía, las luminarias analógicas siguen siendo las más vendidas en plataformas como Amazon e Idealo, lo que pone en evidencia una falta de información sobre los tipos de dispositivos que estarán permitidos en el futuro.
De acuerdo con datos recientes, el top 1 de las luces V-16 más vendidas en Amazon corresponde a un modelo analógico. Solo en el mes pasado, se vendieron unas 2.000 unidades de este modelo, lo que evidencia un desajuste en la percepción de los conductores sobre las regulaciones futuras. En la plataforma Idealo, cinco de las diez balizas más vendidas también son analógicas. Este comportamiento ha levantado las alarmas en la industria, especialmente porque la venta de estos dispositivos no solo es una práctica legalmente cuestionable en un futuro cercano, sino que también podría llevar a sanciones económicas para quienes no se adapten a la nueva normativa.
Alejandro González, CMO de Netun Solutions, ha insistido en la necesidad de que los conductores se informen adecuadamente sobre los tipos de luces V-16 disponibles en el mercado. “Es crucial que los conductores verifiquen que la baliza que adquieren está conectada y homologada por la DGT. Si no lo están, podrían enfrentarse a sanciones a partir del próximo año”, ha señalado. La multa por no llevar una luz V-16 conectada será de 200 euros, lo que refuerza la importancia de la correcta elección de estos dispositivos.
Confusión entre los conductores
Un reciente estudio realizado por la plataforma de investigación de mercados Appinio ha revelado que el 65,2% de los conductores españoles no sabe diferenciar entre una luz V-16 conectada y una analógica. Además, solo el 12,4% de los encuestados sabe que las balizas homologadas por la DGT serán las únicas que podrán usarse legalmente en 2026. Este dato refleja la magnitud del desconocimiento sobre las futuras regulaciones y subraya la necesidad de campañas informativas masivas para evitar posibles sanciones.
La distinción entre las luces V-16 conectadas y las analógicas es clave para asegurarse de que se está cumpliendo con la normativa. Desde Netun Solutions explican que, para verificar que una luz V-16 es conectada, es fundamental que en el empaque se indique que el dispositivo es IoT (Internet de las Cosas). Este es el principal indicador de conectividad, que permite a la baliza enviar una señal automática con la localización exacta del vehículo en caso de emergencia.
Las luces V-16 conectadas son capaces de notificar en tiempo real al centro de control de tráfico de la DGT sobre la ubicación del incidente. Esta función, que no tienen las balizas analógicas, permite una mayor seguridad en las vías al informar a otros conductores y facilitar la gestión del tráfico en situaciones de emergencia. Además, es importante asegurarse de que el dispositivo esté homologado por la DGT para evitar problemas legales.
La normativa que obligará a todos los vehículos a tener una luz V-16 conectada será un cambio significativo para la seguridad vial en España. Si bien la medida traerá beneficios en términos de gestión del tráfico y seguridad, la transición a esta nueva regulación parece estar generando una importante brecha informativa entre los conductores. La fecha límite está cerca: en menos de seis meses, las luces V-16 analógicas dejarán de ser legales, y los conductores deberán adaptarse a los dispositivos conectados para no enfrentarse a multas.