Este viernes la Dirección de Servicios Públicos obró desde temprano con maquinaria pesada para empezar a extraer importante cantidad de metros cúbicos de alga.

Con el trabajo mancomunado de la Delegación Municipal de Quequén y la Secretaría de Planeamiento, Obras y Servicios Públicos, este viernes poco después de las 6 de la mañana comenzó el operativo para retirar las algas marinas de la playa de Quequén.
Las tareas están a cargo de la Dirección de Servicios Públicos que encabeza Ariel Rodríguez, quien reportó que se está trabajando con maquinaria pesada en el sector, puntualmente con dos palas cargadoras, con el objetivo de hacer fosas de gran dimensión para enterrar las algas y que las mismas no despidan olor desagradable.
“Una vez hecha la limpieza pasará la barredora de playa para dejar lo mejor posible el frente costero”, destacó Rodríguez, aunque no soslayó que se trata de un importante caudal de algas que podría comprender la continuidad de las tareas este sábado.
“El alga estaba en unos 400 metros lineales, delante de los balnearios desde La Hélice a La Virazón, prácticamente en 30 metros de ancho en la lengua de agua y entre 50 y 70 centímetros de espesor de alga, por lo que estamos hablando de muchos metros cúbicos”, informó el funcionario.
Es válido señalar que este fenómeno no es propio solamente de las playas locales, sino que también se ha hecho común este verano en otros puntos de la costa atlántica como Mar del Plata, y si bien las algas tiñeron las costas de color rojo, los especialistas aclararon que no son tóxicas ni perjudiciales para la salud.
¿Marea roja?
Las algas rojas son del grupo de las Rodofitas, Anotrichium furcellatum y Callithamnion sp. Tienen estructura macroscópica, visible y palpable, y cuando se produce una arribazón, pueden hallarse decenas de especies diversas en la biomasa acumulada.
Según los investigadores, Anotrichium furcellatum es considerada una especie exótica que fue detectada por primera vez en las costas de la provincia de Buenos Aires en 1997, aunque ya se encuentra establecida y fue protagonista de una arribazón muy importante observada en el año 2000. Cabe señalar que estas algas no son tóxicas para las personas. No obstante, se recomienda no consumir ni utilizar sobre la piel, ya que, como a veces se cree, no tienen propiedades cosméticas.