MARGARITA BELÉN, Chaco.– La Sociedad Rural del Chaco abrió hoy sus puertas para dar inicio a una nueva edición de la Exposición Nacional de Primavera Braford, en una muestra que este año reúne más animales que en su primera edición y refleja el proceso de expansión que vive la raza. Según destacaron sus dirigentes, cada vez más frigoríficos demandan hacienda bien terminada, con buena conversión, calidad de carne y mayor tamaño y Braford se posiciona como una de las principales opciones para responder a esa demanda. Al mismo tiempo la raza crece en regiones donde antes no tenía tanta presencia, sobre todo en el sur del país, “gracias a su capacidad de adaptación” y su “consolidación como una alternativa competitiva en distintos ambientes”.
“Hoy tenemos varios trabajos de frigoríficos que nos piden este tipo de hacienda porque ven que les mejora el negocio. Están dispuestos a pagar un extra por animales que integran mejor la media res y permiten obtener cortes de exportación bien marmolados, sin excesos de grasa”, explicó Juan Manuel Alberro, presidente de la Asociación Braford Argentina (ABA), en diálogo con LA NACION durante la muestra organizada por Expoagro, que reúne a 211 animales inscriptos de 29 cabañas, provenientes de siete provincias.
Detalló que el biotipo alcanzado por la raza le permite competir de igual a igual con las razas tradicionales, tanto en productividad como en calidad de carne. “En los feedlot, los Braford tienen una conversión de materia seca en carne igual o superior a las tradicionales. Además cuando integrás la media res y sacás los asados que se venden en el mercado interno, esos cortes no están excedidos de grasa. Eso les da un valor comercial más alto y representa un porcentaje muy importante de la media res. Por eso los frigoríficos ven una diferencia real y están dispuestos a pagar más por este tipo de animales”, señaló.
Alberro agregó que otro aspecto que potencia la raza es que los mercados demandan cada vez más animales pesados. “El mercado está pidiendo animales por arriba de los 500 kilos y Braford es una herramienta que llega muy bien a ese peso con una excelente terminación y sin excesos de grasa en cortes que después tienen mejor valor comercial. Eso es lo que buscan los compradores”, indicó.
Históricamente, la cuna de la raza fue Corrientes. Allí, explicó, el Braford se desarrolló como una alternativa a las razas británicas en zonas donde estas no se adaptaban bien por cuestiones climáticas o de calidad de pasto. Desde entonces se expandió por todo el norte argentino, pero en los últimos años gana cada vez más terreno en regiones donde antes no tenía presencia significativa.
“Estamos creciendo mucho en el sur: Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Mendoza e incluso en la Patagonia. Es algo impensado hace 15 o 20 años”, señaló Alberro. Y agregó: “Al principio la raza se pensó para el norte, como una herramienta de adaptación. Pero con los años se fue logrando un biotipo tan productivo que hoy nos permite competir con las razas tradicionales también en sus zonas típicas. Ese es un cambio muy importante”.
Provincias como Santa Fe y Córdoba tienen hoy una presencia muy fuerte de la raza, tanto en cantidad de criadores como de cabañas. Estiman que se va a seguir expandiendo hacia el centro y el sur del país. “Lo que estamos viendo es un crecimiento sostenido y una mayor distribución geográfica. La raza se consolida como una opción válida en distintos ambientes productivos”, explicó.
Otro de los pilares del crecimiento es la genética. La Argentina sigue siendo el principal productor mundial de genética Braford. “En el Mundial que se hizo este año en Brasil, el 83% de los padres de los animales que estuvieron en pista eran de procedencia argentina. La mejor genética del mundo está acá”, resaltó Alberro.
La raza tiene una presencia muy fuerte en el Mercosur —Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay— y está expandiéndose en mercados como Colombia, México, República Dominicana, Sudáfrica y Australia. La estrategia es acompañar la formación de asociaciones y compartir la experiencia local para impulsar su desarrollo. “En general, las oportunidades van surgiendo y nosotros acompañamos. Así fue también en la Argentina: los criadores empezaron a demandar reproductores y la raza creció desde esa base”, recordó.
Para Alberro, uno de los desafíos más importantes hacia adelante es acompañar la genética con más información objetiva. “No alcanza con elegir un buen fenotipo. Hay que trabajar con DEPs [Diferencias Esperadas en la Progenie], con genómica, con datos duros que respalden la selección y que después se vean reflejados en los terneros. Es un proceso que ya empezó y que va a ser clave en los próximos años”, explicó.
“También está el desafío de fortalecer ese ida y vuelta con los frigoríficos: entender qué necesitan y transmitirlo a los criadores para que inviertan en genética. Cuando se cuenta con un animal Braford consolidado se accede a un precio distinto y superior al promedio del mercado. Ahí es donde está la verdadera oportunidad de hacer la diferencia en este negocio”, agregó.
Para aprovechar este escenario, consideró fundamental aumentar el volumen de animales pesados para exportación y consolidar políticas estables. “La ganadería no puede ser una variable de ajuste del bolsillo de los argentinos. Como lo tienen claro Uruguay y Brasil, tiene que ser una política de Estado. Si logramos eso, tenemos muchísimo para crecer”, concluyó.