El déficit de viviendas en España y el aumento de la demanda han tensionado los precios de compraventa y de alquiler hasta superar máximos históricos. En el caso de las viviendas de segunda mano, su precio se ha disparado en el último año un 14,8%, hasta pagarse el metro cuadrado a 2.498 euros de media, según datos de idealista. Algo similar ha ocurrido con el alquiler, que sigue lejos de tocar techo. Su coste en los últimos 12 meses se ha incrementado de media un 10,5% hasta cerrar agosto a 14,5 euros el metro cuadrado.
Estas cifras que dificultan el acceso a la vivienda a gran parte de ciudadanos, principalmente los de rentas más bajas, se quedan cortas si se comparan con las que se pagan por viviendas exclusivas situadas en zonas prime de Madrid y Barcelona, capitales que concentran el 35% del mercado inmobiliario del lujo.
El metro cuadrado de estas viviendas supera los 10.000 euros de media, según datos de la inmobiliaria Walter Haus, cifra que puede dispararse dependiendo de los metros y las condiciones de los inmuebles. En distritos de Madrid como Barrio de Salamanca, Chamberí, Retiro y Chamartín, que lideran las operaciones de viviendas de alta gama. El precio medio de una vivienda se sitúa entre dos y cuatro millones de euros, pero las hay que alcanzan los 10 millones de euros.
El mercado de alquiler de lujo en la capital no se queda atrás. Arrendar una de estas casas cuesta de media 6.000 euros al mes, pero por las más exclusivas se pueden pagar 25.000 euros mensuales.
Madrid vs Barcelona
Los precios de compra en Barcelona son semejantes a los que se pagan por viviendas de similares características en Madrid. Así, en los barrios de Pedralbes, Sarrià-Sant Gervasi y Eixample, que concentran la demanda de viviendas de lujo, sus precios oscilan en la franja de entre dos y cuatro millones de euros.
A pesar de su similitud en los precios, desde Walter Haus reconocen que los mercados de ambas ciudades presentan dinámicas diferentes: “Mientras Madrid se orienta hacia una clientela más corporativa e internacional que busca estabilidad de inversión, Barcelona combina atractivo residencial y estilo de vida, con gran peso de compradores europeos”.
Otra distinción a tener en cuenta es que en Barcelona una mayor proporción de compradores están interesados en segundas y residencias y propiedades emblemáticas.
Alquileres más caros en Madrid
Las diferencias entre ambas capitales radican, principalmente, en el precio del alquiler. En Madrid, la media de la renta de estos inmuebles de lujo ronda los 6.000 euros mensuales, pero cuando se trata de viviendas más exclusivas puede dispararse hasta los 25.000 euros. Mientras que en Barcelona, la oferta de alquiler prime es ligeramente inferior en precio medio, de alrededor de 5.500 euros al mes. Además, la rotación en la capital catalana es más alta que en Madrid, especialmente en zonas céntricas demandadas por profesionales extranjeros.
“Madrid ofrece una mayor estabilidad inversora, mientras que Barcelona destaca por su estilo de vida y proyección internacional”, señalan los socios de Walter Haus. “Ambas ciudades cuentan con gran atractivo, pero las oportunidades difieren: en Madrid, el foco está en distritos consolidados con alto potencial de revalorización, mientras que en Barcelona detectamos un interés creciente en propiedades únicas vinculadas al ocio, la cultura y la localización”.
Los latinoamericanos prefieren la capital
En cuanto al perfil de comprador de casas de lujo, en ambas capitales es principalmente nacional. No obstante, en Madrid cerca del 30% de las adquisiciones provienen de compradores latinoamericanos, especialmente de México, Venezuela y Colombia, atraídos por la seguridad jurídica y la conectividad aérea.
En el caso de Barcelona, el 35% de las operaciones de alta gama corresponden a clientes europeos, con predominio de franceses, alemanes, italianos y británicos, que valoran el estilo de vida mediterráneo y su oferta cultural.