Para quienes buscan alternativas a los habituales planes urbanos para celebrar el Día de Amor y Amistad en Bogotá, existen destinos naturales cercanos que prometen experiencias memorables en pareja.
Más allá de la extensa oferta dentro de la capital, los alrededores de la ciudad esconden parajes cargados de historia y belleza silenciosa, perfectos para salir de la rutina y profundizar el vínculo afectivo en un entorno diferente.
Ahora puede seguirnos en Facebook y en nuestro WhatsApp Channel
Entre las múltiples opciones que ofrece la región, destacan tres lagunas, cada una con un encanto y narrativa particulares: Guatavita, Ubaque y Suesca. Estos espejos de agua no solo sobresalen por su valor paisajístico, sino por el misticismo y las leyendas que los envuelven, convirtiéndolos en escenarios ideales para escapadas románticas y experiencias contemplativas junto a la naturaleza.
La Laguna de Guatavita
Es uno de los destinos más emblemáticos de la zona, localizada a menos de dos horas por carretera desde Bogotá. Este sitio no solo ostenta una gran importancia histórica por su conexión con la leyenda de El Dorado y la cultura muisca, sino que fascina por la atmósfera mística creada por la vegetación espesa y la neblina frecuente. El entorno invita a la reflexión y al disfrute íntimo, donde las parejas pueden recorrer senderos tranquilos, organizar un pícnic en áreas acondicionadas y esperar el atradecer observando el sol descender tras las montañas. Al atardecer, el reflejo de los últimos rayos de luz sobre el agua intensifica la sensación de estar ante un sitio privilegiado, lejos del bullicio de la ciudad.
Complementando la visita a Guatavita, el municipio homónimo ofrece una variedad de alternativas para cerrar el día. Los visitantes pueden optar por una cena de platos típicos en restaurantes locales, o pernoctar en cabañas acogedoras distribuidas en el área. El paseo por el pueblo, marcado por calles empedradas y arquitectura tradicional, completa la experiencia, permitiendo una inmersión en el ritmo pausado de la vida rural andina, ideal para fortalecer la relación y coleccionar recuerdos.
Laguna de Ubaque
Ubicada al oriente de Bogotá, destaca como tesoro escondido entre montañas y valles. La historia del lugar está teñida de relatos precolombinos, y se dice que en sus profundidades reposan algunos de los tesoros más preciados de los Zipas de la región. El ambiente es sereno y propicio para el descanso mental, con senderos peatonales que rodean la laguna, permitiendo caminatas que abren paso a la contemplación y el reencuentro con la sencillez. Un pícnic en sus orillas es la excusa perfecta para disfrutar de una velada relajada, rodeados de naturaleza, mientras la caída del sol enmarca un escenario inmejorable para fotografías y momentos de intimidad.
Laguna de Suesca
Se presenta como punto de referencia para los amantes del aire libre y la aventura ligera. Enmarcada por los paisajes andinos que caracterizan la altiplanicie cundiboyacense, el sitio invita a los visitantes a dejar atrás el ajetreo citadino y sumergirse en un entorno dominado por la calma y la diversidad ecológica. Los senderos que circundan la laguna favorecen caminatas en pareja, con vistas a la flora y fauna nativa. La observación de aves es una de las actividades predilectas entre quienes buscan conectar con el entorno y descubrir especies endémicas de la región.
Para los que deseen extender la jornada, acampar en los alrededores de la laguna constituye una experiencia renovadora. La escasa contaminación lumínica permite la contemplación de un cielo plagado de estrellas, ideal para quienes buscan una noche distinta, ambientada por el crepitar de una fogata y el silencio profundo de la naturaleza. Es posible compartir historias, disfrutar del calor del fuego y dejarse maravillar por la majestuosidad del firmamento en pareja.