Los intendentes bonaerenses fueron los protagonistas de una elección atípica, marcada por la boleta corta y el desacople respecto de la escena nacional. En un escenario de participación moderada y de creciente desconfianza hacia los partidos tradicionales, el peso territorial se volvió decisivo: para el peronismo fue trampolín hacia la cima; para los libertarios, un límite a sus aspiraciones, y para las fuerzas del medio, un recurso de supervivencia para preservar sus distritos.
En 85 de los 135 municipios ganó en el tramo provincial la alianza que apoyaba el intendente. En 45 perdió y cinco fueron con boleta corta.
Fuerza Patria sacó provecho de su extensa red municipal: controla 83 de los 135 municipios, que concentran más del 70% del padrón. Con ese aparato, logró imponerse en 73.
El oficialismo provincial logró vencer con holgura en el global provincial, con el 46,93% de los votos, seguido por La Libertad Avanza, con el 33,83%; Somos, 5,41%, y la izquierda, 4,37%. Más relegados quedaron Potencia, con 1,41%, y Unión Libertad, con 1,34%.
Después de agradecer en primer lugar a los candidatos, el gobernador Axel Kicillof les dedicó unas palabras a los jefes locales. “A los intendentes e intendentas del peronismo que defendieron a los municipios, a la provincia y a nuestra gente, muchas gracias”.
La tercera sección electoral, su bastión histórico, fue la vidriera: allí superó por 25 puntos a La Libertad Avanza y cimentó su victoria provincial. La estrategia quedó clara en el armado de las listas: varios intendentes se anotaron como candidatos testimoniales a concejales −Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Espinoza (La Matanza), Juan José Mussi (Berazategui), Andrés Watson (Florencio Varela), Fabián Cagliardi (Berisso) y Mario Secco (Ensenada)− mientras la vicegobernadora Verónica Magario encabezó de manera simbólica la lista de diputados provinciales y Mayra Mendoza, de Quilmes, se ubicó tercera, con la promesa de asumir en la Legislatura. El peronismo ganó por amplia mayoría en todos estos distritos y mostró, al menos coyunturalmente, capacidad de cerrar filas pese a sus fracturas internas.
Secco es el intendente peronista que más diferencia sacó a nivel local. Obtuvo 68,8% de los votos, con una distancia de más 45 puntos de su principal rival, de La Libertad Avanza.
Del otro lado, los libertarios intentaron convertir a la primera sección electoral en su plataforma hacia la Gobernación. Postularon al intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, quien se midió con el histórico jefe comunal de San Martín, Gabriel Katopodis (PJ). Valenzuela ganó en su distrito, pero no consiguió trasladar esa ventaja al conjunto de la sección, donde su lista quedó en segundo lugar.
Sí lograron triunfos en la quinta sección, gracias al arrastre de Guillermo Montenegro en Mar del Plata, y en la sexta, donde su candidato −Oscar Liberman− se impuso por más de 16 puntos en Bahía Blanca, el distrito más populoso de esta región.
Pese a que llevaron al exintendente de Olavarría −la ciudad más importante– como cabeza de lista en la séptima sección electoral, los libertarios no lograron imponerse allí. Aunque por poco, Ezequiel Galli perdió incluso en el distrito que solía manejar. Fuerza Patria se quedó con las tres bancas en juego en esa sección.
Javier Milei reconoció que su escasa capilaridad territorial pesó en el resultado final. “Ellos han puesto en esta elección todo el aparato peronista que manejan hace más de 40 años de manera muy eficiente. Tal como veníamos señalando, iba a representar el piso para nosotros y el techo para ellos”, evaluó tras conocerse los resultados.
El espacio para las terceras vías −como Somos y Hechos− resultó estrecho. Aunque buscaron desafiar la polarización con candidaturas locales de peso, no lograron consolidarse más allá de sus pagos chicos. El caso de los intendentes Guillermo Britos (Chivilcoy) y Pablo Petrecca (Junín), ambos de la cuarta sección, es ilustrativo: apostaron a competir bajo el sello Somos, pero no pudieron imponerse. Sumaron casi 20 puntos en esa región para la legislatura provincial y quedaron terceros. En la pelea por el concejo deliberante, Britos siguió tercero y Petrecca pudo trepar a un segundo lugar, después de Fuerza Patria.
Lo mismo ocurrió con Julio Zamora en Tigre, quien encabezó la lista provincial en la primera sección. Quedó cuarto en ese tramo –detrás del Frente de Izquierda- y tercero en la disputa por el concejo deliberante.
En San Nicolás se rompió la polarización. Allí los hermanos Passaglia −Nicolás y Santiago− hicieron valer su marca propia, Hechos. Duplicaron el desempeño del peronismo a nivel local y quedaron primeros con comodidad. Sin embargo, terminaron terceros en el tramo provincial, con 23 puntos. Fue una rara victoria para un espacio del medio en un mapa cada vez más dominado por el duelo entre peronistas y libertarios.