El músico argentino Andrés Calamaro finalizó su paso por Medellín como parte de su gira Agenda 1990 Tour, en la que recorre varias ciudades latinoamericanas celebrando su legado dentro del rock en español. Su presentación más reciente tuvo lugar el 23 de mayo en el centro de eventos La Macarena, donde, según compartió posteriormente, se sintió acogido por el público paisa y dejó una carta de despedida a sus seguidores en la que hizo balance de su estadía en el país.
La visita del artista, sin embargo, no estuvo exenta de controversias. Días antes, durante su concierto en Cali, Calamaro generó una fuerte reacción entre asistentes y en redes sociales al expresar públicamente su respaldo a la tauromaquia, una práctica que ha sido ampliamente debatida y rechazada por sectores sociales y políticos en Colombia, especialmente después de recientes decisiones legislativas en contra de las corridas de toros.
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Durante su presentación en la capital del Valle del Cauca, Calamaro dedicó una de sus canciones a quienes integran el mundo taurino y criticó la decisión de prohibir esta actividad en Colombia. Su comentario no tuvo el respaldo del público, y la tensión en ese momento fue evidente. Lo que sucedió en Cali se convirtió en un punto de discusión nacional, con repercusiones tanto entre sus seguidores como en medios de comunicación.
Posteriormente, al cerrar su concierto en Medellín, el músico argentino compartió un extenso mensaje a través de redes sociales en el que reflexionó sobre su paso por ambas ciudades. En ese texto, describió la controversia en Cali como una experiencia ambigua en la que se sintió, según sus palabras, tanto “héroe como villano”. Reconoció la fuerza de la escena musical caleña y aseguró que, a pesar de lo sucedido, espera volver a la ciudad siempre que su salud lo permita, destacando su aprecio por la música y la cultura local, en especial por la salsa.
“Regalamos un spot de atención, los feos, pero llama la atención que no había fotos y apenas un video telefónico, el rock es noticia a menos que haya algo que lamentar, pero en Cali fui héroe y villano en la disidencia. Volveremos a Cali mientras el cuerpo aguante porque viva la música y la salsa de una ciudad a la que luego siempre con alegro dando por hecho que saben de música”, escribió Calamaro en Instagram.
En contraste, la presentación en Medellín pareció desarrollarse con mayor fluidez. Calamaro permaneció durante una semana en la capital antioqueña y mostró gratitud hacia el público local. En su despedida, evocó sus primeras visitas a Colombia y afirmó que, aunque han pasado años, aún percibe el afecto del público como un vínculo especial que trasciende el tiempo.
Esta gira representa para Calamaro un reencuentro con los temas que marcaron su carrera en los años noventa, un periodo fundamental para el rock en español, del cual fue protagonista con canciones que aún resuenan entre diversas generaciones. Sin embargo, su trayectoria también ha estado acompañada por episodios polémicos que, como en el caso reciente de Cali, tienden a opacar sus logros musicales.
A lo largo de los años, el argentino ha protagonizado enfrentamientos públicos con otras figuras del espectáculo y ha generado reacciones encontradas por sus opiniones políticas y su estilo irreverente. En tiempos recientes, ha sido especialmente activo en redes sociales, donde suele compartir reflexiones y posicionamientos sin filtros, lo que contribuye a mantener su figura como una de las más controversiales del ámbito artístico latinoamericano.
La reciente gira de Calamaro en Colombia fue, sin lugar a dudas, una de las más controvertidas debido a los roces con algunos asistentes y líderes animalistas.