A horas de que las retenciones a la soja y el maíz aumenten por el fin de la baja transitoria, la Mesa de Enlace elevó su queja ante el Gobierno, mencionó que la presión fiscal que sufre el campo es “asfixiante” y reclamaron que no haya más medidas de corto plazo sobre los derechos de exportación.
En un comunicado conjunto firmado por las cuatro entidades que conforman la Mesa de Enlace (Federación Agraria, Coninagro, Confederaciones Rurales y la Sociedad Rural), los dirigentes del agro pidieron “medidas urgentes y definitivas que atendieran los graves problemas de competitividad que arrastraba el sector”. Indicaron que estos planteos se realizaban en reuniones con legisladores y autoridades del Poder Ejecutivo nacional y provincial y afirmaron que “lo seguiremos haciendo con responsabilidad y firmeza”.
La entidad señaló que el principal cuestionamiento a los derechos de exportación no residía solo en las alícuotas. Los definió como “un impuesto distorsivo, anacrónico y perjudicial” que, según expresaron, impidió aprovechar oportunidades para la inversión y el desarrollo federal. Para la Mesa de Enlace, esto generó retraso social, tecnológico y productivo, pese a los esfuerzos de productores y otros actores para sostener la producción y el arraigo rural.
También describieron “la presión fiscal asfixiante, inequitativa e injusta” como un factor que comprometía la competitividad del sector en provincias donde la cadena agroindustrial resultaba clave para el desarrollo, el empleo y la calidad de vida.
El comunicado cerró con un mensaje directo: “No hay más margen para medidas discrecionales de corto alcance, que solo profundizan la incertidumbre y la desazón”. La Mesa de Enlace exigió “reglas claras, previsibilidad y una Argentina sin retenciones”.
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