Al menos 26 orcas muertas fueron halladas en la bahía San Sebastián, en la provincia de Tierra del Fuego. A partir de esa situación, un equipo de biólogas del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) comenzó una investigación para determinar las causas de dicho evento. Se trata de un tipo de orcas que cuentan con muy pocos registros históricos de varamiento y este es el primero en la costa atlántica de la provincia argentina.
Las especialistas del Centro Austral de Investigaciones Científicas (Cadic), reunidas en el Laboratorio de Investigaciones en Mamíferos Marinos Australes (IMMA), realizaron, según informó El Sureño, necropsias sobre los dos ejemplares encontrados inicialmente y avanzaron con la recuperación de los esqueletos.
Días después, los equipos confirmaron la presencia de más animales de la misma especie en distintos puntos de la bahía, lo que elevó finalmente a 26 el número total.
Hasta ahora, solo se habían registrado dos eventos similares en el mundo de varamientos de este tipo de cetáceos, conocidos como “ecotipo D”: uno en 1955 en Nueva Zelanda, donde se encontraron 17 animales, y otro en el Estrecho de Magallanes con nueve individuos.
De acuerdo con la información del Conicet-Cadic citada por El Sureño, las evaluaciones no detectaron en los animales señales de colisiones con embarcaciones ni marcas de redes o cabos de pesca. Tampoco se hallaron cortes, hematomas u otros signos de traumatismo. Por el estado de descomposición en que se encontraban, los especialistas estiman que el grupo más grande se varó en simultáneo con los dos ejemplares hallados inicialmente.
Ballenas muertas en Buenos Aires
En las costas de Buenos Aires, se encontraron con pocos días de diferencia dos ballenas muertas. La primera se registró a principios de julio en Vicente López. Y a los pocos días apareció otra en Costanera Norte, a la altura del Parque de la Memoria.
La presencia de ballenas en el estuario del Río de la Plata es inusual. Estos cetáceos suelen habitar aguas oceánicas profundas y templadas. Las razones por las que se desvían de sus rutas migratorias y terminan en estas costas pueden ser desorientación, es decir, pueden perder el rumbo debido a factores ambientales o problemas de salud.
Otra de las posibilidades que puede hacer que las ballenas terminen con su paso por rutas que no son las que habitúan es la hambruna. La búsqueda de alimento puede llevarlas a explorar áreas desconocidas. Por último, una enfermedad o un estado de salud deteriorado puede afectar su capacidad de navegación y orientación.