El conflicto legal entre las grandes firmas tecnológicas suma un nuevo capítulo tras la solicitud de Apple y OpenAI para que la justicia estadounidense archive la demanda impulsada por xAI, la compañía de inteligencia artificial liderada por Elon Musk.
Ambas empresas sostienen que no existe un acuerdo de exclusividad en la integración de ChatGPT en los sistemas operativos de Apple, argumentando que la demanda carece de fundamento y no reporta pruebas de daño efectivo para la competencia o para el propio Musk.
Acusaciones de xAI y argumentos legales de Apple y OpenAI
La disputa tuvo origen tras la decisión de Apple, anunciada en junio de 2024, de incorporar ChatGPT directamente en el sistema operativo de iPhone, iPad y Mac. xAI, controlada por Musk y propietaria del chatbot Grok, interpuso una demanda por miles de millones de dólares en concepto de daños y perjuicios.
Según xAI, Apple habría incumplido la libre competencia al inclinar la balanza a favor de OpenAI en detrimento de Grok y de la plataforma X, ambas también bajo control de Musk.
En la denuncia, xAI sostuvo que Apple y OpenAI “bloquearon mercados para mantener sus monopolios e impedir que innovadores como X y xAI compitan”. El argumento sobre un “acuerdo exclusivo” fue el centro de la ofensiva legal del equipo de Musk, al considerar que la integración de ChatGPT deja en desventaja a su propia tecnología de IA tanto en visibilidad como en acceso dentro de la App Store.
No obstante, los abogados de Apple respondieron que “el acuerdo de Apple y OpenAI no es expresamente exclusivo y es público y notorio que Apple tiene la intención de asociarse con otros chatbots de IA generativa”, desacreditando así la acusación fundamental de xAI.
Integración de ChatGPT en Apple y el impacto en la competencia de IA
El acuerdo entre Apple y OpenAI tomó estado público en la primera mitad de 2024 y generó respuestas dispares en la industria tecnológica. En virtud de ese convenio, ChatGPT pasó a estar integrado como opción nativa dentro del ecosistema de Apple, abarcando dispositivos como iPhone, iPad y Mac, lo que multiplicó la presencia de la tecnología de OpenAI entre consumidores.
Para Musk y su compañía xAI, esta integración representa una barrera de entrada para opciones alternativas, especialmente Grok, el chatbot desarrollado por su firma. La demanda de xAI sostenía que, mientras Apple favorecía a ChatGPT, tanto la aplicación X como Grok quedaban relegadas a una presencia secundaria. En este panorama, xAI exigió compensación económica por lo que interpretó como una maniobra para proteger posiciones dominantes en el mercado y restringir la innovación.
En respuesta a los reclamos de Musk, los abogados de OpenAI calificaron la serie de demandas emprendidas por el empresario como “una campaña de guerra legal” destinada a frenar el avance de ChatGPT y de la empresa. Alertaron al juez sobre la falta de sustento concreto en la denuncia, e instaron a desestimar el caso por no cumplir con los requisitos que exige la legislación antimonopolio.
Según el equipo jurídico de OpenAI, “la xAI de Musk no ha alegado ningún daño no especulativo derivado directamente de la integración de ChatGPT como opción para ciertas funciones en determinados iPhone, y desde luego no el tipo de daño ilícito y anticompetitivo que persigue la legislación antimonopolio”.
El enfrentamiento judicial no se limita a la denuncia de xAI contra Apple y OpenAI, sino que se inscribe en un contexto más amplio de tensiones entre Elon Musk y sus antiguos socios en OpenAI. Musk, quien en 2015 cofundó la empresa junto a Sam Altman bajo la figura de organización sin fines de lucro, ya había presentado una demanda separada en un tribunal federal de California. En este otro litigio, el empresario busca impedir la transformación de OpenAI en una compañía con fines de lucro y frenar posibles desviaciones respecto al acuerdo original.