El Gobierno nacional aprobó el plan para desplegar efectivos de las fuerzas federales de seguridad en las zonas donde se registraron los mayores índices de homicidios en el país. La resolución 448 del Ministerio de Seguridad Nacional apuntó a focalizar la intervención del Estado en el 10% de los municipios del país. Se trata de sectores que concentran el 70% de la población nacional y el 90% de los homicidios dolosos.
El denominado Plan Territorial de Reducción de Homicidios y Violencia Relacionada o Plan 90/10 formó parte del esquema estratégico de seguridad lanzado por la ministra Patricia Bullrich en diciembre de 2024, que permitió alcanzar una tasa de homicidios de 3,8 cada 100.000 habitantes, la más baja en 25 años.
La resolución fue publicada hoy en el Boletín Oficial y fue elaborada a partir del análisis del mapa de los asesinatos en la Argentina que reveló que los homicidios están frecuentemente asociados a otras formas de violencia, como la intrafamiliar y la juvenil.
“Estas violencias, a su vez, retroalimentan un ciclo que aumenta la probabilidad de incidentes letales, por lo que es fundamental abordar estas dinámicas para tener un impacto sostenible en la reducción de homicidios”, se consignó en la resolución.
Entre los objetivos del plan figuran la reducción de los factores de riesgo, desarrollar políticas de prevención y fortalecer los vínculos de confianza entre las comunidades y las fuerzas de seguridad federales.
Otra de las metas del mencionado plan apunta a que ninguno de los sectores donde se registraron las mayores cantidades de homicidios queden desatendidos. Este objetivo se fundó en el análisis que indicó que, si bien en Argentina se registró una tasa de homicidios menor que otros países de la región, existen focos críticos con altos niveles de violencia. Se trata de zonas en las que existe la narcocriminalidad, la marginalidad social y la pérdida de control estatal. Allí se concentra la mayoría de los homicidios del país.
En la resolución publicada en el Boletín Oficial, se detallaron las estrategias que se aplicarán para el desarrollo del plan: intervenciones focalizadas, coordinación entre fuerzas federales, gobiernos locales, justicia y sociedad; inteligencia criminal y análisis de la información y la utilización de datos, tecnologías y patrones delictivos. Además, se concretará el despliegue territorial combinado con investigación judicial y abordajes preventivos.
Con respecto a los objetivos del plan, los responsables de los operativos apuntarán a disminuir la circulación de armas de fuego, desarticular redes delictivas y estructuras criminales que promueven la violencia, al fortalecimiento de las fuerzas policiales y de seguridad federales, y del sistema de justicia, para aumentar el esclarecimiento y la sanción de los homicidios.
Al principio el despliegue de las fuerzas federales se concretará en Rosario, Santa Fe, San Miguel de Tucumán, Esteban Echeverría, General Pueyrredón, Godoy Cruz, Las Heras, y la ciudad de Córdoba, aunque los lugares a los que se asignaran los efectivos no es definitiva y puede ampliarse.
El plan que se aplicó el año pasado en Rosario consistió en localizar cuáles eran las zonas con mayor cantidad de homicidios. Así, se determinó que la mayoría de los asesinatos se registraban en el diez por ciento del territorio. Entonces, se destinaron los recursos a esos barrios que, hasta el despliegue de las fuerzas federales, estaban dominados por la narcocriminalidad. De esta forma, descendieron notablemente los homicidios en dicha ciudad.
El cambio de foco en el despliegue de fuerzas federales y una mayor coordinación entre esas unidades y las policías provinciales, provocó una disminución de 11,5% los asesinatos en todo el país.
Así se pasó de los 2048 crímenes verificados en 2023 a 1810 casos notificados en 2024. Esta reducción representó que, por primera vez en 25 años, se perforó el índice de 4 en la tasa anual de homicidios dolosos y se estableció como marca histórica a 3,8 asesinatos cada 100.000 habitantes.