
La victoria de Arabia Saudí ante Argentina durante la Copa del Mundo de Catar 2022 figura entre los episodios más recordados por la plantilla asiática en sus últimas participaciones internacionales. El hecho, alcanzado bajo el mando técnico de Hervé Renard, simboliza uno de los logros más relevantes en la historia reciente del equipo, aunque la estructura saudí no ha logrado instalarse de manera constante en instancias eliminatorias de la máxima cita de fútbol. A partir de este antecedente, la selección saudí se dispone a integrar el Grupo H junto a España durante la Copa Mundial masculina de 2026, que se celebrará entre Estados Unidos, Canadá y México, enfrentando la expectativa de revertir una prolongada secuencia de eliminaciones en etapas de grupos. Así lo detalló la agencia Europa Press.
Desde su debut en el torneo mundial en 1994, cuando superó la primera ronda tras vencer a Bélgica y Marruecos, Arabia Saudí no ha vuelto a repetir ese avance. El próximo certamen será la séptima ocasión en que el equipo participe en una Copa Mundial, racha que incluye las ediciones de 1994, 1998, 2002, 2006, 2018 y 2022, de acuerdo con el recuento presentado por Europa Press. Tras permanecer ausente en las convocatorias de Sudáfrica 2010 y Brasil 2014, la escuadra ha conquistado la continuidad competitiva a través de tres clasificaciones consecutivas, presentándose ahora con una plantilla que mantiene la ambición de regresar a octavos de final luego de más de un cuarto de siglo.
Europa Press consigna que el sorteo mundialista ubicó tanto a Arabia Saudí como a España en el mismo bloque clasificatorio, circunstancia que reedita un cruce con amplio historial entre ambos equipos. El último antecedente mundialista de una confrontación directa corresponde a Alemania 2006; en ese partido, España logró una victoria por la mínima con un gol en la primera parte de Juanito Gutiérrez, quien aprovechó una jugada a balón parado. Más allá de este enfrentamiento, las selecciones han coincidido en duelos amistosos antes de campeonatos relevantes. Uno de los encuentros más disputados se realizó justo antes del Mundial de Sudáfrica 2010, donde los ibéricos vencieron a Arabia Saudí por 3 a 2, determinando el resultado definitivo Fernando Llorente en tiempo añadido. El tercer partido directo, posterior a la Eurocopa 2012, arrojó una diferencia notoria a favor de España, que superó por 5 a 0 a un equipo saudí dirigido por Frank Rijkaard, desglosó Europa Press.
En la fase clasificatoria rumbo al campeonato de 2026, el combinado asiático cerró primero en su grupo, superando barreras planteadas por rivales de la región como Indonesia e Irak. El liderazgo en esta etapa permitió asegurar la tercera participación consecutiva en la instancia decisiva del torneo, lo que deposita en la plantilla saudí una expectativa renovada de afianzarse como representante regular dentro del fútbol global. Para este proceso, la conducción técnica ha sufrido diversas modificaciones que han influido en el desarrollo del proyecto deportivo. Tras la salida del italiano Roberto Mancini, Hervé Renard asumió el liderazgo y culminó con éxito la recta final de las eliminatorias, garantizando el cupo mundialista y mejorando la producción colectiva en momentos cruciales. Así lo reportó Europa Press.
El encuentro entre España y Arabia Saudí agendado para el 21 de junio de 2026 aún no posee sede confirmada, aunque los organizadores barajan entre las sedes las ciudades de Atlanta y Miami, especificó Europa Press. El duelo adquirirá relevancia histórica al marcar la cuarta ocasión en que ambas selecciones se encuentren en el terreno internacional, con los antecedentes previos marcados por una clara superioridad española. El combinado ibérico ha salido victorioso en todos los compromisos oficiales y de preparación contra los saudíes, una estadística que incrementa la presión deportiva sobre los Halcones Verdes, nombre con el que se identifica a la selección asiática.
El recorrido saudí por el máximo torneo de selecciones ha quedado marcado por una única clasificación a la ronda de octavos en 1994, año en el que la plantilla celebró victorias ante Bélgica y Marruecos durante la fase de grupos, aunque más tarde fue eliminada por Suecia. En las demás ediciones, la trayectoria permaneció limitada a la fase inicial, según puntualizó Europa Press. Las campañas posteriores reflejan una regularidad al momento de clasificar, pero también exhiben una dificultad persistente al intentar cruzar la barrera de la primera ronda.
Las aspiraciones del conjunto saudí continúan enfocadas en avanzar a la siguiente etapa, intención que se mantiene vigente tras haber experimentado múltiples cambios de dirección técnica y configuraciones de plantilla en los últimos ciclos de competición. De acuerdo con Europa Press, el grupo multidisciplinar que acompaña a Renard busca potenciar la experiencia internacional de jugadores y cuerpo técnico, con el objetivo de lograr una mejoría colectiva que se traduzca en resultados frente a selecciones de mayor recorrido. Este proceso de consolidación cobra mayor importancia frente a rivales como España, que acude al torneo en calidad de vigente campeona de Europa y con un palmarés ampliamente favorable en la estadística de enfrentamientos directos.
La estructura organizativa y deportiva saudí ha priorizado, tras los últimos procesos de clasificación, la creación de condiciones que permitan al equipo competir ante selecciones europeas y sudamericanas, tras haber evidenciado progresos puntuales en eliminatorias asiáticas. La continuidad en el máximo certamen durante las últimas tres ediciones contribuye al desarrollo de una base estable, aunque la conversión de esta experiencia en avances concretos durante la fase de grupos continúa pendiente, tal como consignó Europa Press.
El contexto de la Copa Mundial de 2026 presenta desafíos adicionales para Arabia Saudí, dado el formato de sedes compartidas entre Estados Unidos, Canadá y México, lo que implica cambios en la geografía y la logística del torneo. En este escenario, la plantilla ajusta su calendario de preparación considerando tanto el nivel competitivo de sus adversarios de grupo como las particularidades de los entornos donde disputará los partidos, de acuerdo con Europa Press.
A pesar de las adversidades históricas, la actual generación de futbolistas saudíes sostiene la meta de igualar o superar la campaña de 1994, alineando sus esfuerzos con el propósito federativo de prolongar la presencia asiática en las fases decisivas del torneo. Los resultados de los sorteos y los antecedentes de los encuentros directos influyen en la planificación táctica y en la definición de objetivos para el equipo de Renard, mientras la afición espera la evolución de un ciclo renovado de participación mundialista, según subrayó Europa Press en su cobertura.