El Gobierno argelino ha convocado este miércoles al encargado de negocios de Francia en Argelia ante lo que considera un «chantaje» político por parte del país europeo, que el martes anunció una reducción de su personal diplomático y advirtió de posibles consecuencias para la tramitación de visados.
Los dos países llevan meses de reproches constantes, a cuenta principalmente del reconocimiento por parte de Francia de la soberanía marroquí en el Sáhara Occidental y de la detención en Argelia del escritor Boualem Sansal y del periodista Christophe Gleizes, lo que ha llevado a la ruptura de varios acuerdos.
La Embajada gala ha afirmado que esta «degradación» de las relaciones supondrá a partir del 1 de septiembre una «reducción significativa» del personal tanto de la principal legación diplomática como en tres consulados –los de Argel, Orán y Annaba–, que se quedarán sin un tercio de los empleados.
En su comunicado, ha esgrimido que las autoridades argelinas no han concedido las acreditaciones solicitadas para el personal de relevo y ha apuntado que los recortes afectarán a la capacidad logística para resolver futuras solicitadas de visados, teniendo en cuenta que la «prioridad» será atender a los ciudadanos franceses y a aquellos que soliciten viajar por estudios o quieran renovar un permiso ya en vigor.
Para el Gobierno de Argelia, este aviso es «inaceptable», «tanto en la forma como en el fondo», por lo que ha trasladado su malestar al encargado de negocios galo, que ejerce en la actualidad como el principal representante diplomático de Francia en el país magrebí.
En este sentido, ha lamentado que se señale a Argelia como responsable en «exclusiva» de esta crisis cuando, según ha esgrimido, Francia lleva más de dos años demorando las acreditaciones, informa la agencia de noticias oficial APS.
«El chantaje con los visados continúa por parte del Gobierno francés», ha lamentado el Ministerio de Exteriores argelino, que ha recordado que la «primera fase» de estos supuestos intentos de presión ya derivó en la ruptura de un acuerdo bilateral de 2013 sobre la exención recíproca de visados para el personal diplomático. «Hoy, las autoridades francesas inician una segunda fase relativa a los pasaportes ordinarios», ha avisado, sin detallar sus potenciales consecuencias.