AmCham, la cámara de empresas de Estados Unidos en el país, realizó un informe en el que describe el contexto de guerra arancelaria global, analiza el impacto en la Argentina y menciona medidas que tendría que tomar el Gobierno para dejar de lado barreras estructurales que afectan al comercio.
Además, mientras la administración de Javier Milei avanza con EEUU en la definición de un nuevo esquema de comercio bilateral –del que podría haber novedades en los próximos días– mencionó los cuatro sectores que podría verse beneficiados en este contexto.
“Restitución de aranceles de Estados Unidos al mundo”, es el nombre del trabajo de AmCham. “El nuevo enfoque comercial de Washington se basa en medidas unilaterales que no se ajustan a los marcos tradicionales del comercio internacional, como los establecidos por la OMC. Según el gobierno de Estados Unidos, esta estrategia forma parte de una nueva etapa de negociaciones bilaterales más estrictas, orientadas a lograr concesiones específicas por parte de cada socio comercial”, describe.
“Hasta ahora, solo se ha alcanzado un principio de acuerdo con el Reino Unido y Vietnam –donde no se conocen detalles de este-, mientras que al menos 26 países están en proceso de negociaciones para evitar la entrada en vigor de los nuevos aranceles. Esta dinámica marca una inflexión en la política comercial estadounidense, con impactos que podrían extenderse al equilibrio económico y político global”, agregó.
Impacto local
Para AmCham, el actual contexto de mayor incertidumbre global, caracterizado por el endurecimiento de políticas arancelarias y una menor relevancia de los marcos multilaterales tradicionales, Argentina podría verse beneficiada ante nuevas oportunidades en el comercio internacional.
“Más allá del corto plazo, el verdadero salto estructural dependerá del desarrollo de ecosistemas exportadores dinámicos, capaces de transformar el perfil productivo del país”, explicó la cámara.
Detalla que el potencial exportador de Argentina se concentra en cuatro sectores principales: Agroindustria, Minería, Oil & Gas y Transformación Digital e Innovación y qué, según la Abeceb, se espera que para 2033, estas industrias representen más de USD 128.000 millones en exportaciones, lo que puede implicar un cambio profundo en la matriz económica argentina:
- La agroindustria, con avances en AgTech y FoodTech, podría consolidarse como un actor clave en la exportación de cereales y productos de economías regionales, alcanzando ingresos superiores a 43.000 millones de dólares para 2033.
- El sector de oil & gas, con Vaca Muerta como eje central, tiene el potencial de multiplicar sus exportaciones por siete, generando alrededor de 36.000 millones de dólares en divisas, al ser la segunda mayor cuenca no convencional, con niveles de productividad comparables a los del Permian en Estados Unidos.
- La transformación digital y la innovación, respaldadas por un ecosistema creciente de empresas tecnológicas y avances en biotecnología e inteligencia artificial, podrían consolidarse como un hub regional de conocimiento y exportación de servicios intensivos en talento, aportando cerca de 33.000 millones de dólares.
- La minería, apoyada en yacimientos de cobre y litio con reservas de clase mundial, proyecta un crecimiento que podría cuadruplicar los niveles actuales, alcanzando exportaciones por 16.000 millones de dólares hacia 2033.
“La estabilidad macroeconómica del país dependerá en gran parte del desarrollo sostenido de estos sectores”, advirtió AmCham.
Desde la entidad centenaria que representa a las empresas estadounidenses en el país, pidieron avanzar sobre cinco pilares fundamentales: estabilidad macroeconómica, institucionalidad, seguridad jurídica, acceso fluido al mercado de capitales y reducción del riesgo país. Sin estos atributos, incluso sectores con alto potencial —como la agroindustria, minería, energía o servicios basados en conocimiento— enfrentarán restricciones concretas para escalar en su capacidad exportadora.
Y mencionan medidas que debería tomarse para terminar con barreras estructurales que tiene el país:
- Libre acceso al mercado de cambios para el giro de dividendos, regalías o la cancelación de deudas comerciales o financieras.
- La elevada presión tributaria, mediante una reforma integral que simplifique, modernice y reduzca sensiblemente la misma.
- La inestabilidad regulatoria generada por el efecto péndulo (los actores políticos, sindicales, empresariales y la sociedad en su conjunto deben acordar un modelo de país y, a partir de ello, el establecimiento de políticas de largo plazo).
- El escaso desarrollo en infraestructura que afecta sensiblemente los costos vinculados a la logística, transporte, etc.
- Finalmente, un sistema laboral que sea adecuado a las actuales o futuras relaciones del trabajo.
Y el informe finaliza diciendo que “superar estas barreras exigirá una agenda proactiva de reformas. Esto incluye la modernización del régimen laboral —para promover la formalización y reducir la litigiosidad—, un plan integral de infraestructura logística y digital, y un esquema de incentivos a la inversión privada, que garantice beneficios fiscales, aduaneros y cambiarios con horizonte de largo plazo. En ese sentido, la negociación de acuerdos bilaterales que contemplen aranceles cero bajo reciprocidad en materia tributaria, protección robusta de la propiedad intelectual y procesos regulatorios ágiles y equitativos, será clave para facilitar la inserción de Argentina como un actor principal en el mercado global».