Valladolid, 30 may (EFE).- El paleontólogo, divulgador y codirector del yacimiento en la Sierra de Atapuerca (Burgos), Juan Luis Arsuaga, ha advertido de que el castellano tradicional, «la lengua del campo y que tiene que ver con el territorio», se encuentra en peligro de extinción.
“La primera lengua en peligro de extinción es el castellano, o al menos una parte de ese castellano que la gente no conoce ”, ha afirmado, en una rueda de prensa que ha tenido lugar este viernes en el Círculo de Recreo de la capital vallisoletana, como pregonero de la 58 edición de la Feria del Libro de Valladolid (FLV) que arranca hoy.
A preguntas de los periodistas, Arsuaga ha incidido en que ha dedicado mucho tiempo a esa lengua «vernácula» de campesinos, «llena de palabras sonoras y sabrosas» que conoció desde sus primeros viajes a esta tierra y que, a su juicio, se ha perdido con el avance del mundo urbano.
«Ahora se admira, se peregrina y se valoran estos campos de color violeta, esos campos de lavanda, pero yo digo que son todavía más bellos si a esa flor le damos su verdadero nombre castellano, espliego», ha ejemplificado, antes de reconocer la coincidencia con otros autores que valoraron ese lenguaje como Miguel Delibes y Azorín.
Preguntado por su pregón de la 58 edición de la Feria del Libro de Valladolid, titulado ‘Palabras viejas para tiempos nuevos. El mundo es una inmensa magdalena de Proust», el ganador del Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica (1997) ha tomado de su amigo y colaborador el novelista Juan José Millás el principio de que las palabras «son un órgano de visión» que permiten ver lo que estaba oculto.
Una idea que el divulgador científico lleva un paso más allá al afirmar que éstas «tienen superpoderes» porque «son como implantes cerebrales, como un chip» que convierte a las personas que se dedican a la educación como él «en neurocirujanos que utilizan cirugía no invasiva» que hace que las personas «empiezan a ver y a ser más inteligentes». EFE
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