
El exministro José Luis Ábalos y su exasesor Koldo García han ingresado a la cárcel de Soto del Real después de que el juez instructor, Leopoldo Puente, haya ordenado la prisión provisional sin fianza, debido a un riesgo “extremo” de fuga. Unos pasos que daba hace unos meses el exsecretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán, y que vuelve a poner el foco en el centro penitenciario ‘VIP’.
La decisión de Puente, ante el inminente juicio por presuntos amaños en contratos públicos para la adquisición de mascarillas, ha estado motivada por la solicitud planteada por el Partido Popular, a la que se ha sumado la Fiscalía Anticorrupción. De esta forma, a pesar de haber alegado no tener medios para una huida y su condición de diputado, Ábalos se ha convertido en el primer diputado en activo en entrar en prisión.
Pocos minutos de conocer la noticia, el Congreso ha solicitado al Tribunal Supremo la certificación del procesamiento y de la orden de prisión, paso necesario para suspender a Ábalos como diputado. Pero también se ha reavivado el interés por cómo serán las condiciones de la cárcel -conocida como una de las más singulares de España- en la que tendrán que esperar Ábalos y Koldo.

Las instalaciones de Soto del Real
Desde su apertura en 1992, Soto del Real, ubicada a unos 45 kilómetros de Madrid, fue ideada bajo el concepto de ciudad autosuficiente dentro del sistema penitenciario español. Su diseño contempló espacios y servicios inusuales en el resto de cárceles del país, como una piscina de 20 metros de largo por 16,5 metros de ancho con capacidad para 640.000 litros, pistas de squash, canchas para deportes colectivos y gimnasios.
Además, el Gobierno destinó cerca de 15.000 euros a la renovación de la piscina en 2019 -durante la temporada en la que figuras como Oriol Junqueras o Luis Bárcenas se encontraban allí-, subrayando la importancia de las instalaciones deportivas en la vida diaria de la población reclusa. El centro llegó a superar los 2.000 internos en momentos de máxima ocupación; aunque en la actualidad cuenta con más de 1.000.
Junto a sus zonas deportivas, la prisión destaca por sus 14 módulos principales con 72 celdas cada uno, más unidades complementarias para internos con necesidades o perfiles distintos. Dichas infraestructuras, junto con talleres y centros educativos, la distinguieron frente a otras prisiones y generaron durante años la percepción de ser una ‘cárcel VIP’. Aun así, a pesar del ambiente aparente de comodidad, una torre de vigilancia de 56 metros ubicada en el centro del complejo recuerda que la seguridad sigue siendo prioritaria y la salida únicamente se produce por mandato judicial.

El día a día como preso
La rutina en Soto del Real mantiene un orden estricto. Las actividades comienzan a las 7:30 horas, cuando una sirena anuncia el inicio del día. Los internos asean sus celdas antes del desayuno. El habitáculo consta de diez metros cuadrados e incluye baño, ducha, litera, mesa y silla. Además, los internos reciben un kit básico de limpieza, ropa de cama y un uniforme provisional nada más ingresar a la prisión. Aunque, los internos pueden llevar su propia vestimenta y pueden realizar hasta diez llamadas semanales de cinco minutos a números previamente autorizados.
Tras la comida servida a las 13:30, deben regresar a sus celdas para un periodo de descanso obligatorio. Durante el día, los presos participan en talleres laborales, formación educativa, terapias y deportes. Durante la franja vespertina, pueden acudir a la biblioteca, recibir clases u ocupar el patio, en un sistema pensado para favorecer la reinserción social. Los días finalizan con la cena a las 19:30 y el cierre de celdas a las 21:00.
Cómo es el proceso de admisión de Soto del Real
Gran parte de sus internos está en prisión preventiva o a la espera de traslado, con módulos adaptados a perfiles distintos. En concreto, los denominados módulos de respeto, como el 9, 10 y 12, se reservan a quienes han demostrado buen comportamiento, mientras otros, como el 1 y 4 acogen a internos primerizos mayores de 45 años que no cuentan con antecedentes penales. Para saber cuál se le asigna a cada preso, se lleva a cabo un proceso de admisión basado en una evaluación médica y social a cargo de un equipo mixto.
Este protocolo busca facilitar la adaptación e incorporar a los recién llegados en dinámicas de convivencia que reduzcan tensiones y promuevan el orden, en un entorno con estrictas normas. Y es que, pese a su fama, la cárcel afronta también retos asociados a la gestión de internos conflictivos o de alto perfil. A pesar de sus instalaciones poco habituales en el sistema penitenciario español, el centro figura entre las prisiones españolas con mayor número de incidentes contra funcionarios.
El historial de Soto del Real muestra una presencia regular de internos vinculados a las esferas más elevadas dentro de la política y la economía de nuestro país. Recordemos que por esta cárcel han pasado personalidades como Santos Cerdán, Rodrigo Rato, Luis Bárcenas, Francisco Correa, Miguel Blesa, Mario Conde y Gerardo Díaz Ferrán, además de implicados en el procés como Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Estos casos han estado por diferentes circunstancias que van desde medidas preventivas -como las que han implantado a Ábalos y Koldo- hasta condenas firmes, bajo regímenes de vigilancia ajustados a sus perfiles de riesgo.
