La hija de la periodista Mónica Garza, conocida como ‘Matilda la muerta’, protagonizó una boda que fusionó su universo gótico con elementos tradicionales, al elegir cráneos, cuervos y un vestido blanco para el día de su enlace.
El evento tuvo lugar con la presencia de familiares y amigos cercanos, consolidando la unión con el bajista Ricci Macciavelo, destacado en la escena del New Wave, una vertiente del rock influida por el punk.
Una boda discreta y singular
De acuerdo con publicaciones difundidas en Instagram, Matilda Ávila Garza, nombre real de la artista, lució un vestido blanco de la diseñadora estadounidense Vera Wang, una elección que sorprendió dentro de la estética oscura que caracteriza a la artista visual y musical. El ambiente nupcial incluyó decoraciones con cráneos y cuervos, así como calaveras, elementos habituales en el universo personal de la hija de la exconductora del programa Ventaneando.
Ricci Macciavelo optó por un traje negro donde sobresalió un boutonnière en forma de cráneo acompañado de una rosa roja, a juego con el tocado de la novia. Los anillos de la pareja fueron realizados por artistas especializados en escultura e intervención, aportando una dimensión artesanal a la ceremonia.
Periodista como Matilde Obregón reportaron que el ramo de la novia mezclaba rosas negras y blancas, combinando símbolos góticos con la tradición de las bodas. Como adición simbólica, Matilda utilizó el anillo de zafiro que perteneció a su abuela en la mano derecha, cumpliendo con la costumbre de llevar un objeto azul y uno prestado para atraer fortuna y felicidad en la nueva etapa de la pareja.
La relación entre Matilda y Ricci Macciavelo se ha mantenido mayormente en el ámbito privado. Solo en ocasiones la joven ha manifestado su agradecimiento por el apoyo que recibe de su ahora esposo en los proyectos artísticos que emprende.
En su pódcast, subrayó que su vida personal se mantendrá fuera del ojo público: “por cierto, me casé con el amor de mi vida y nunca subí nada al respecto”.
Mónica Garza y su estrecha relación con Matilda
En el pasado, Mónica Garza ha expresado su apoyo incondicional al aspecto y estilo de su hija: “Yo la apoyo en todo y es que me parece increíble tener una hija que se apasione con algo”, indicó hace años para TVNotas.
Añadió que la inclinación de Matilda por las artes plásticas la lleva a experimentar con su imagen y preferencias musicales. “Lo último que haría sería decirle ‘no hagas esto, no te vistas así’, lo que deseo es que sea lo que quiera ser, le encanta el metal, dibujar y los idiomas”.
La familia conformada por Mónica Garza y Pedro Ávila, divorciados desde 1998, se ha mostrado cercana y abierta en momentos públicos, como lo transmitió la periodista en redes sociales durante el Día de la Familia.
Ávila, productor de televisión, también ha expresado públicamente su admiración por la personalidad y talento de su hija: “Estrella de la mañana, princesa de la oscuridad, amada hija. Soy el padre más orgulloso, gracias”, refiriéndose a su hija con palabras de afecto, a lo que Matilda contestó: “Gracias por ser el mejor padre del mundo”.
La boda de Matilda la muerta destaca por la integración de elementos góticos y tradicionales, marcando un sello personal en el contexto de celebraciones nupciales en México.