
En una ceremonia realizada en el Centro Cultural Machupicchu, el icónico santuario inca recibió su tercera certificación como destino turístico carbono neutral, otorgada por la entidad internacional Green Initiative. Este reconocimiento ratifica el liderazgo de Machu Picchu en la lucha contra el cambio climático y su compromiso por mantener un turismo responsable que respete el entorno natural y cultural.
La ceremonia, a la que asistió Infobae Perú, reunió a representantes del Sernanp, la Municipalidad Distrital de Machu Picchu, Inkaterra, el Grupo AJE, empresa Tetra Pak y diversas organizaciones vinculadas al desarrollo sostenible. Las autoridades locales destacaron que este logro se alcanzó gracias al trabajo conjunto entre el sector público, privado y la comunidad, consolidando un modelo ambiental que busca ser replicado en otros destinos del país.
Reducción de emisiones y acciones sostenibles
El alcalde del distrito, Elvis La Torre, calificó la jornada como un día histórico para la localidad. Aseguró que Machu Picchu “no solo merece respeto por su pasado, sino también por su compromiso con el futuro”, al destacar que la reducción de la huella de carbono por visitante alcanzó un 7,07%, resultado de un plan de gestión que involucra reciclaje, manejo adecuado de residuos y energías limpias.
Según la Green Initiative, la certificación reconoce una disminución significativa de emisiones desde el inicio del proyecto, lo que consolida a Machu Picchu como el primer destino turístico del mundo con carbono neutralidad sostenida. Este proceso comenzó en 2019, cuando se implementó un sistema de medición y compensación de gases de efecto invernadero en toda la zona de influencia turística.
Un modelo que une comunidades y conservación
Durante la ceremonia, el presidente ejecutivo del Sernanp, José Carlos Nieto, resaltó el valor de esta certificación en un área natural protegida y subrayó la importancia de la participación de los guardaparques y pobladores locales. “Este espacio de conservación se sostiene gracias al trabajo conjunto con todas las autoridades y con la comunidad”, afirmó.
Por su parte, José Koechlin von Stein, fundador y presidente de Inkaterra, enfatizó que el modelo ambiental de Machu Picchu es también un modelo cultural. “Queremos que nuestro actuar se refleje en el planeta. Vamos a trabajar más con las comunidades para que Machu Picchu sea más integral”, señaló.
Inkaterra, junto con AJE, ha desarrollado infraestructura y metodologías para el manejo de residuos sólidos y su conversión en energía limpia, un sistema que ha captado la atención de instituciones internacionales por su innovación. A esta iniciativa se suma Tetra Pak, cuyo gerente general, Diego Carrillo, destacó el papel de las empresas privadas en la construcción de un turismo sostenible y reafirmó su compromiso con proyectos que promueven la economía circular y el reciclaje responsable en la región andina.
Un ejemplo para el turismo mundial
El representante del Grupo AJE, Jorge López-Dóriga, destacó que el caso de Machu Picchu demuestra que un destino turístico puede convertirse en un referente mundial de sostenibilidad. “Este es un modelo de gestión que permitió que Machu Picchu fuera en 2019 el primer patrimonio neutral. Lo que ocurre aquí se replica en el mundo, porque demuestra que una municipalidad y un destino turístico pueden generar cambios reales”, sostuvo.
La representante de Green Initiative, Luciana Visnevski, resaltó que esta tercera certificación se alinea con los compromisos asumidos en la Declaración de Glasgow sobre la Acción Climática en el Turismo promovida por la ONU. Agregó que Machu Picchu “reafirma su liderazgo climático global” y que su experiencia muestra cómo el turismo puede desarrollarse bajo los principios del cuidado ambiental y la mitigación de emisiones.
Ritual ancestral y compromiso colectivo
Antes de la ceremonia oficial, se realizó un ritual de tributo a los apus y a la Pachamama, en señal de agradecimiento por la preservación del entorno natural. Posteriormente, los asistentes fueron conducidos hasta la llaqta de Machu Picchu, donde se reafirmó el compromiso de continuar con las acciones sostenibles y de educación ambiental entre los visitantes.
Machu Picchu se mantiene como un emblema de equilibrio entre el patrimonio cultural y la naturaleza. Con esta nueva certificación, el santuario no solo fortalece su condición de Maravilla del Mundo, sino que demuestra que la sostenibilidad puede ser un camino real para el desarrollo local y el turismo responsable.
