El más reciente reporte oficial emitido por la Alcaldía de Bello y la Gobernación de Antioquia confirmó que el número de personas fallecidas a causa del deslizamiento en el barrio El Pinar, vereda El Granizal, ascendió a 16.
Entre las víctimas figura una mujer que murió tras una amputación en un centro hospitalario, según indicó la alcaldesa de Bello, Lorena González.
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Ocho personas permanecen desaparecidas, de acuerdo con las autoridades. Las labores de búsqueda continúan sin pausa, con la participación de organismos de socorro, habitantes del sector y equipos técnicos.
Residentes, provistos de herramientas básicas, han apoyado los esfuerzos para localizar cuerpos o sobrevivientes entre los escombros.
Un bebé de seis meses fue rescatado con vida tras permanecer sepultado bajo el lodo, según pudo conocer El Tiempo. El menor fue hallado gracias al uso de sondas acústicas y detectores térmicos por parte de los socorristas, quienes lograron ubicarlo en menos de dos horas después de reiniciar las operaciones al amanecer del martes.
Tanto el niño como su madre fueron trasladados a un centro hospitalario en Medellín.
El deslizamiento, ocurrido tras 36 horas de lluvias ininterrumpidas y el desbordamiento de la quebrada La Negra, afectó a cerca de 50 viviendas y obligó a evacuar de manera preventiva a unas 1.000 personas ante el riesgo de nuevos deslizamientos.
El Dagran, Departamento Administrativo de Gestión del Riesgo de Desastres de Antioquia, advirtió que los movimientos de masa continúan activos, especialmente en los sectores Altos del Oriente y Manantiales, cuya evacuación fue recomendada de inmediato.
Cinco albergues han sido habilitados en instituciones comunitarias para acoger a los damnificados. Según el censo más reciente, en la Institución Educativa Fe y Alegría hay 400 personas albergadas, en Ancla 191, en la JAC Regalo de Dios 160, en la I.E. Didascalio 144, y en la Casa Bethania 76. La asistencia incluye apoyo psicosocial, servicios de salud y entrega de alimentos, ropa y frazadas.
El director del Dagran, Carlos Ríos Puerta, precisó que no es posible establecer una fecha para el retorno de los evacuados a sus viviendas debido a la persistencia del riesgo.
Señaló que, tras finalizar las tareas de búsqueda y rescate, se deberá estabilizar el terreno y realizar una evaluación técnica antes de definir acciones junto a las familias afectadas.
La tragedia ha dejado una profunda huella entre los residentes de la zona. Sobrevivientes han relatado experiencias de huida, rescate y pérdida.
Las labores de rescate, atención y reconstrucción continúan bajo la coordinación de autoridades municipales y departamentales, mientras la comunidad enfrenta las consecuencias del que ya se considera el evento invernal más grave del año en Colombia.