Como en aquellos rencuentros entre amigos que no se ven desde hace poco tiempo, pero se extrañan como si hubiesen sido añares, Autoclásica volvió a abrir sus puertas en una nueva edición para que los fierreros disfruten en conjunto su gran pasión. Desde los modelos de antaño hasta lujosos deportivos modernos —pasando por vehículos militares y náuticos—, LA NACION recorrió todo el Hipódromo de San Isidro para recopilar algunos de los destacados.
El predio volvió a llenarse de historia, con más de un millar de vehículos restaurados con precisión artesanal y ejemplares en estado único. Esta edición se extenderá desde hoy, 9 de octubre, hasta el sábado 12 de octubre, donde entre los stands más esperados se destacan los homenajes a distintos aniversarios emblemáticos, que permiten recorrer en vivo décadas de evolución del diseño y la ingeniería automotriz.
Una pickup que se vende en la Argentina prueba una tecnología poco vista en el segmento
El público podrá encontrarse con verdaderas joyas del pasado en el 60 aniversario del Club de los Autos Clásicos, en un espacio donde también tiene un lugar el Fiat 600 que cumple 70 años (al igual que el Peugeot 403 y el Citroën DS). También hay lugar para celebrar los 60 años de Shelby, los 75 años de la Fórmula 1 y el centenario de Chrysler, en una línea temporal que combina autos de colección con modelos que marcaron hitos deportivos y culturales. A su vez, los sectores de youngtimers (1980-2000), autos japoneses y americanos, junto con el clásico Barrio Motos, exhiben ejemplares que despiertan nostalgia y curiosidad en igual medida, mientras que la Evolución del TC y los vehículos militares completan un recorrido que mezcla historia, competencia y pasión mecánica.
Uno de los modelos que presentó el Club de Automóviles Sport fue este Aston Martin DB5 de 1964 fabricado en Inglaterra. El modelo fue el derivado de la saga que comenzó con el DB4. Se presentó al público por primera vez en el London Motor Show de 1963 y comenzó su producción en la planta de Newport Pagnelli ese año. El modelo recurrente en varias películas de James Bond equipa un modelo de seis cilindros en línea con una cilindrada de 3995 cc y una potencia de 270 HP a 5700 rpm, con una velocidad máxima de 240 km/h.
Por el lado del Club de Automóviles Clásicos se destacaron algunos modelos como el Packard 645 Dual Cowl de 1929, un Bugatti Type 37 de 1926, un Delage D8 Chapron de 1932, una Ferrari 250 MM de 1953, un Mercedes Benz 300 SL Gullwing de 1954 (también hay un 300 SL de 1961), un Volvo P1800 de 1961, una Ferrari 353 GTB4 Daytona de 1972, entre otros.
El deporte también ocupa un lugar crucial, donde por los 75 años de la Fórmula 1 se realizó un homenaje a la máxima competición deportiva con la presencia de algunos modelos.
En lo que a motos respecta en uno de los sectores reposa una NSU Quickly TT de 1959, la última que existe en la Argentina. La compañía se fue del país a principios de los años 60, cerrando su planta de ensamblaje de autos en 1963 debido a que no cumplió con las expectativas de producción, con la fabricación de sus motos también finalizando en esa década. Este modelo en particular pertenecía a los hijos de los dueños de la representación local, que con los años decidieron desprenderse del mismo en piezas.
Pasaron los años hasta que Lautaro Staiolo se enteró, recopiló todas las partes originales y las reensambló, dando vida nuevamente a una moto única de la extinta NSU, marca que tuvo que disolverse por dificultades financieras y fue absorbida por Volkswagen en 1969, fusionándose con Auto Union y dando origen a la marca Audi.
Saliendo un poco de los vehículos convencionales aparece un Ford GPA de 1942 conocido como el “Jeep anfibio”. Con un motor naftero de cuatro cilindros en línea de 60 HP y caja de velocidad de tres marchas hacia adelante y marcha atrás podía alcanzar los 96 km/h de velocidad máxima en tierra y unos 8,8 km/h en agua.
Ben Carlin, manejó uno de estos modelos, con algunas modificaciones, al que llamó “Half-Safe” (medio seguro); fue la primera y única persona hasta el día de la fecha en circunnavegar el mundo en un vehículo anfibio. Entre 1950 y 1958 recorrió unos 17.800 km por agua y unos 62.800 km por tierra.
La parte náutica no se queda atrás. Entre la colección del Museo Náutico Argentino se encuentra la primera lancha de construcción en serie del país en madera de cedro con fondo en v moderada. El modelo Cuco fue diseñado por Oscar Paglietini y construido por el Astillero Paglietini en el año 1940. Equipaba un motor central Ford V8 de 60 HP y 2500 cc. Alcanzaba una velocidad máxima de 75 km/h. Además, en el 2023 fue restaurada por el Astillero Regnicoli.
Las entradas para la exposición pueden adquirirse a través de la web oficial de Autoclásica de manera online hasta el 12 de octubre inclusive. El monto es de $45.000 y existe la opción de comprarlas en tres cuotas sin interés. La compra en boletería en el predio es de $50.000.
Además de los modelos llamativos e históricos de esta entrega, habrá un espacio dedicado a charlas con referentes del mundo de los autos en el stand del Automóvil Club Argentino (ACA) todos los días del evento, con una participación de LA NACION el viernes a las 11hs.