Lorinda Maxwell, dueña de 49 animales (incluidos 44 caniches) fue arrestada el 5 de septiembre en una casa de Elk Lane, Alfalfa, Oregón, tras ser acusada de operar una fábrica de cachorros donde los cachorros vivían en condiciones presuntamente precarias.
Las autoridades del estado intervinieron después de que una mujer denunciara serios problemas de salud en un perro que había adoptado a través del sitio web administrado por Maxwell, Kameo Poodles.
La acusada enfrenta 49 cargos graves de delitos de negligencia animal en segundo grado, según informó la Oficina del Sheriff del Condado de Deschutes a través de su página de Facebook.
Condiciones en las que vivían los cachorros
El Control de Animales de la Oficina del Sheriff del Condado de Deschutes (Deschutes County Sheriff’s Office) llegó al lugar y encontró a las criaturas “en condiciones insalubres y sucias dentro de la residencia”, según un comunicado de la oficina del sheriff el 9 de septiembre.
Maryia Leufven, técnica de la Oficina de Control de Animales del Condado de Deschutes, mencionó en la declaración oficial: “Al llegar al lugar percibí un fuerte olor a orina y amoníaco. Muchos estaban confinados en jaulas sucias y descansaban sobre mantas que también se encontraban sin lavar”.
Entre los animales, se encontraba un grupo de 44 perros caniches estándar, además de tres gatos. Las imágenes difundidas por la Oficina del Sheriff del Condado de Deschutes muestran a los canes con el pelaje enmarañado y enredado debido a la falta de higiene, y algunos confinados en jaulas cubiertas de heces, lo cual muestra las pobres condiciones a las que eran sometidos.
Animales bajo cuidado y llamados a la comunidad tras operativo
Los animales incautados fueron trasladados a la Sociedad Protectora de Animales de Oregón Central, donde están recibiendo atención médica especializada. Por el momento, no están disponibles para adopción debido a que las instalaciones del centro de atención operan al 200% de su capacidad y los animales recién llegados se encuentran bajo custodia judicial.
La Oficina del Sheriff del Condado de Deschutes aprovechó el espacio para hacer un llamado a la comunidad a compartir cualquier información sobre el caso o sobre el negocio operado por Maxwell, Kameo Poodle.
Jason Carr, oficial de información pública, afirmó en un comunicado que los técnicos de Control Animal están comprometidos con la protección de los animales en la comunidad y cuentan con la capacitación necesaria para identificar signos de negligencia. Asimismo, sostienen que Maxwell priorizó la cantidad sobre la calidad con el objetivo de obtener beneficios económicos.
¿Cómo funcionan las fábricas de cachorros?
Las fábricas de cachorros son instalaciones donde los perros son obligados a reproducirse constantemente durante toda su vida, hasta quedar parcialmente incapacitados.
Las perras se encuentran embarazadas o amamantando de forma continua, ya que se reproducen cada vez que entran en celo y los animales son posteriormente vendidos a otros criadores, abandonados, desatendidos o incluso sacrificados, según información del Centro Legal e Histórico de Animales de la Universidad de Michigan.
Sin embargo, existen criadores legítimos que operan en el mundo del cuidado animal, los cuales no buscan únicamente obtener ganancias económicas ni venden sus cachorros al mejor postor, sino que se aseguran de que los cachorros vayan a hogares adecuados donde se les pueda garantizar su bienestar.
En Estados Unidos, existen más de 6000 perreras comerciales con licencia y una cantidad indeterminada de perreras sin registro. Sin embargo, aunque una instalación produzca documentación que respalde el pedigrí de los perros, esto no garantiza que no sea una fábrica de cachorros, ya que muchas de estas instalaciones falsifican registros veterinarios o emiten papeles sin validez real, donde simplemente llenan un formulario y pagan una tarifa para registrar un perro.