VARSOVIA.- El candidato proeuropeo, el alcalde de Varsovia Rafal Trzaskowski, y el historiador nacionalista Karol Nawrocki reivindicaron este domingo la victoria en una reñida segunda vuelta presidencial en Polonia, que se proyecta en empate según las encuestas de boca de urna. Nawrocki obtuvo 51% de los votos frente a 49% para Trzaskowski, según un nuevo sondeo del Instituto Ipsos.
Este balotaje considerado clave podría tener consecuencias para el papel de este país en la Unión Europea (UE) y para los derechos de la comunidad LGTBQ.
Ambos candidatos votaron en Varsovia y reivindicaron su victoria, a la espera de los resultados oficiales, que se espera que sean anunciados el lunes por la autoridad electoral.
“Ganamos”, declaró Trzaskowski inmediatamente después del anuncio de los resultados de las encuestas, pero admitió que fue una victoria “por un pelo” y que trabajará para ser el “presidente de todos los polacos”. “Estos resultados muestran lo increíblemente reñidas que fueron las elecciones. Y creo que la primera tarea del presidente será tender la mano a aquellos que no me votaron”, añadió.
Por su parte, Nawrocki aseguró a sus seguidores que fue el ganador. “Esta noche vamos a ganar. Vamos a ganar y vamos a salvar a Polonia”, declaró. “No vamos a permitir que Donald Tusk, gobierne mal, sin preocuparse de las finanzas públicas que aleja nuestros grandes sueños y aspiraciones”, afirmó.
Los centros de votación cerraron a las 19 (hora local) en este país miembro de la UE y la OTAN fronterizo con Ucrania, que ha apoyado a su vecino en la guerra contra Rusia. La participación fue de 72,8%, ligeramente superior a la de las presidenciales de 2020 (68,17%).
El poder de veto
Los presidentes en Polonia, un país de rápido crecimiento económico con 38 millones de habitantes, tienen el poder de vetar leyes y ejercen como comandante en jefe de las fuerzas armadas. Por lo que, una victoria de Trzaskowski sería un espaldarazo a la agenda progresista del primer ministro Donald Tusk, un expresidente del Consejo Europeo. Esto podría significar cambios sociales como la introducción de uniones civiles para parejas del mismo sexo y una flexibilización de la prohibición casi total del aborto en Polonia.
Con la votación de hoy, Polonia decide no solo quién será el nuevo jefe de Estado para los próximos cinco años, sino también la futura estructura del país y su papel en Europa y en el mundo, como han declarado repetidamente los propios protagonistas de la campaña electoral.
De hecho, se enfrentan dos visiones opuestas: el alcalde de Varsovia, quien en los últimos años compartió el liderazgo del partido Plataforma Cívica con Donald Tusk, ganador de las elecciones generales de 2023, se declara abierto al diálogo y a la búsqueda de un amplio consenso social para ayudar a la sociedad polaca a superar las drásticas divisiones causadas por las acciones del gobierno populista del partido Ley y Justicia (PiS) entre 2015 y 2023.
La elección de Trzaskowski podría allanar el camino para la implementación de varias leyes, bloqueadas a partir de 2023 por el veto presidencial del jefe de Estado saliente, Andrzej Duda, también vinculado al PiS de Kaczynski. Entre las cuestiones más urgentes, urgidas por la Unión Europea, se encuentra esencialmente el retorno de Polonia al Estado de derecho. Durante años, Duda ignoró las críticas y sentencias negativas de los tribunales de la UE, nombrando jueces según procedimientos políticos que considera incompatibles con las leyes europeas. En el ámbito internacional, como presidente, el alcalde de Varsovia podría apoyar una mayor integración de Polonia en la UE, también en el ámbito de la defensa y la colaboración euroatlántica.
Muchos simpatizantes de Trzaskowski apoyan una mayor integración a Europa y la aceleración de las reformas sociales. Malgorzata Wojciechowska, una guía turística de una cincuentena de años, dijo esperar que el proeuropeo “relance el debate sobre el aborto para que finalmente vivamos en un país libre donde podamos tener nuestra propia opinión”.
Nawrocki, historiador, mira en dirección contraria: considera a Polonia ”segura, fuerte y ambiciosa» y, sobre todo, “orgullosa” de su historia y tradición cristiana. Soberanista, no oculta sus reservas hacia Bruselas, mientras mira con gran esperanza, también ante los desafíos relacionados con la seguridad, a los Estados Unidos de Donald Trump. Durante la campaña electoral, ya viajó a Washington para fotografiarse con el presidente estadounidense. En un mitin electoral, se declaró en contra de la adhesión de Ucrania al Pacto Atlántico.
Muchos seguidores de Nawrocki quieren mayores controles a la inmigración y defienden los valores conservadores y una mayor soberanía frente a la UE. “No deberíamos ceder a la presión europea”, comentó Agnieszka Prokopiuk, un ama de casa de 40 años, antes de la votación.
Agencias AFP y Reuters