El primer día de Miguel Russo en Boca no tuvo al DT al mando de la práctica, pero sí en charlas con Juan Román Riquelme y el Consejo de Fútbol en relación con el armado del plantel y los preparativos para el Mundial de Clubes. El entrenador aún no rescindió su contrato con San Lorenzo y no pudo estar presente en el regreso del equipo a las prácticas, pero monitoreó a la distancia los trabajos en Ezeiza y pasó una lista de posibles refuerzos.
Russo tuvo una mañana movida. Como estaba previsto, a primera hora se acercó a la Ciudad Deportiva de Bajo Flores a despedirse de sus exdirigidos con una breve reunión en el vestuario y luego en un encuentro a solas con los referentes. Ni a los jugadores ni a Julio Lopardo, dirigente que tomó las riendas del club tras la licencia pedida por Marcelo Moretti, les comentó acerca de su retorno a la Ribera.
Más: Lopardo contó que Russo le había negado todo contacto con el club xeneize tanto antes de la semifinal contra Platense, el viernes pasado, como en la conversación que mantuvieron este lunes. “Si lo veo en Boca me voy a dar cuenta de que no me dijo la verdad”, explicó, contrariado.
🗣️ «RUSSO TIENE TODO SU DERECHO»
Julio Lopardo, vicepresidente de San Lorenzo con funciones presidenciales, se refirió a la salida del DT.
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— ESPN Argentina (@ESPNArgentina) May 27, 2025
Russo dejó el Nuevo Gasómetro por un portón alternativo y, por la tarde, mientras su abogado negociaba con el Ciclón las condiciones de su salida, entró en funciones como entrenador de Boca. No condujo la práctica vespertina porque aún no está resuelta su desvinculación de San Lorenzo, pero en el club azul y oro son optimistas y confían en que podrá dirigir el ensayo de este miércoles. O, a más tardar, hacerlo otro día antes del fin de semana. Todo dependerá de la buena predisposición de las partes. Eso sí, se intuye que San Lorenzo no será flexible con sus condiciones.
Por el Mundial, Boca viajará a Miami el 9 de junio, dentro de apenas 13 días. Mientras tanto, ya hizo uno de los deberes: firmó la rescisión de Fernando Gago y quedó en condiciones de celebrar un nuevo contrato.
A la espera de Russo, el plantel trabajó bajo las órdenes de Silvio Rudman, Roberto Pompei y el preparador físico Cristian Aquino. Russo llegaría con los mismos asistentes que lo secundaron en el Ciclón: Claudio Úbeda y el colombiano Juvenal Rodríguez como ayudantes de campo y el preparador físico Adrián Gerónimo. Mariano Herrón, que acompañó a Russo en su etapa anterior en el club, analiza dejar Boca tras cinco años de trabajo y lanzarse como cabeza de un cuerpo técnico.
A la espera del acuerdo con San Lorenzo, Russo empezó a darle forma al plantel. La FIFA habilitó una ventana de pases exclusiva por el Mundial de Clubes y la idea del entrenador es sumar al menos tres futbolistas de alto nivel para competir en el certamen. A diferencia de la dirigencia, que planea incorporar un zaguero central, el entrenador no está preocupado por la defensa, pero sí por el resto de las líneas. Las prioridades para él son un volante mixto y al menos un delantero por fuera. En cuanto al mediocampista parece haber unanimidad de criterios entre el DT y el presidente. El principal apuntado es Aníbal Moreno, que alterna en Palmeiras. El ex jugador Racing tiene contrato hasta 2029 y el Verdão pretendería alrededor de 15 millones de dólares por 80% de su pase (el 20% le corresponde a la Academia).
Otro nombre que se baraja es el de Leandro Paredes, que no es indiscutido en Roma y cuenta con una cláusula en su contrato que le permite fichar con Boca a cambio de 3,5 millones de euros. Hay dos temas por considerar: el salario que percibe el jugador y el deseo que tenga el club de ir decididamente a la carga por él. Las cosas no quedaron bien tras las idas y vueltas del mercado anterior y hoy es difícil imaginar a Paredes con los colores azul y oro.
En ofensiva, la búsqueda se reduce a tres futbolistas: los colombianos Marino Hinestroza y Jhon Émerson Córdoba y el delantero de Huracán Walter Mazzantti. El primero tiene 22 años, es figura en Nacional y su pase cuesta ocho millones de dólares. El segundo, de Millonarios, es dos años mayor y pertenece a Malacateco, de Guatemala, que intenta venderlo al exterior. Mazzantti es un viejo conocido: ya sonó en 2024, y aunque tiene contrato con el Globo hasta 2027, puede salir en este mercado. ¿El precio? Entre tres y cuatro millones. “Quiere otro [Sebastián] Villa, otro [Jáminton] Campaz”, resumieron desde Ezeiza ante una consulta para LA NACION.
En relación con los zagueros, Russo fue muy claro ante la dirigencia. Salvo una baja de último momento, se arregla con lo que tiene. Pero teniendo en cuenta la situación de Ayrton Costa, que aún no obtuvo su visa de trabajo, y la posibilidad de que Marcos Rojo abandone el club, el Consejo avanzó por dos apellidos: los de Marco Pellegrino, hoy en Huracán, en préstamo desde Milan, y Lautaro Gianetti, de Udinese, de Italia.
La intención de Russo es llevar 35 futbolistas a Estados Unidos. Un equipo titular, uno suplente y un grupo de juveniles como sparrings. Por ese motivo, la idea del DT es mantener la base del torneo Apertura y desprenderse de algunos jugadores recién a la vuelta del Mundial de Clubes. Las excepciones son Ignacio Miramón, por el que no se ejecutará la opción de compra, y Esteban Rolón, que no sería tenido en cuenta. El resto deberá ganarse un lugar, con miras, sobre todo, al segundo semestre.
Si todo va bien, el entrenador estará este miércoles en Ezeiza para dirigir la práctica. En los anteriores dos ciclos fue campeón en el inicio: Copa Libertadores 2007 y Superliga 2019/2020. El contexto requiere otra vez resultados inmediatos. Y una espalda como la de Russo que soporte la exigencia del mundo Boca.