El Mundial de Clubes es el eje deportivo en el que gira Boca. El lunes próximo es el día señalado para los xeneizes, que debutarán frente a Benfica, en la primera jornada del Grupo C, que comparten con Bayern Munich y Auckland City. El plantel viajó a Estados Unidos el domingo, ya se instaló en Miami y el entrenador Miguel Ángel Russo ordena los entrenamientos para el estreno ante los lusos, mientras mira de reojo y espera más refuerzos.
El mercado de pases enciende ilusiones y desata polémicas, y la negociación con Leandro Paredes se convierte otra vez en una novela de múltiples episodios. El volante arribó el miércoles al estado de Florida para disfrutar de sus vacaciones, aunque también a la espera de una resolución sobre su futuro. “¿Si estoy más cerca esta vez? Siempre estoy cerca de Boca. Las ganas están, pero no depende de una decisión sola”, señaló el volante de Roma, que cerró la temporada con la selección, en el Monumental, con el empate 1 a 1 ante Colombia, por las eliminatorias.
De las inferiores de Boca, el nombre de Paredes es una pieza que se repite en los últimos mercados de pases. El regreso es el gran anhelo en Boca, aunque la dilatación de las charlas impide ser optimista para aseverar que las gestiones posibilitarán que el futbolista, de 30 años, resuelva la situación antes del estreno con Benfica.
El presidente Juan Román Riquelme no viajó con el equipo a Miami con el objetivo de negociar el acuerdo, aunque Paredes utilizó un mensaje ambiguo sobre que hayan existido contactos desde que se sumó a la selección para las eliminatorias. “Hablo seguido con Román, bastante seguido. Pero aquí vengo de vacaciones: terminó ayer una temporada muy larga, así que a descansar un poquito. Vamos a ver si podemos ir a la cancha a ver a Boca”, apuntó a los periodistas que esperaron su llegada a Miami. Consultado sobre una charla para avanzar en las tratativas, fue contundente: “No, no hablé con nadie”.
Horas antes, Russo se refirió a la situación de Paredes y, fiel a su estilo, apeló a la serenidad y apuntó que, de las conversaciones, el responsable es Riquelme junto a quienes integran la mesa chica de negociaciones. “Mucha calma, tranquilidad. No digo nada porque de eso se encarga Román y los dirigentes”, resaltó el entrenador, que aguarda a Malcom Braida y Marco Pellegrino, que se entrenaron en Boca Predio y esta noche tomarán el vuelo a Miami para integrarse al grupo.
Las situaciones de las dos nuevas caras son diferentes: el exlateral de San Lorenzo, por el que se desembolsaron 1.800.000 dólares brutos, está apto para jugar y el DT lo dirigió recientemente en el Ciclón, mientras que el zaguero, que se sumó desde Huracán a cambio de 108.000.000 de pesos –dinero a modo de resarcimiento para liberarlo 20 días antes de que finalice el contrato-, porque el pase pertenecía a Milan y se pactó en 3.500.000 euros, padece un desgarro y recién podría jugar si Boca se clasifica para los octavos de final del Mundial de Clubes.
Los xeneizes además tienen que contemplar las situaciones de Edinson Cavani y de Ayrton Costa, que transitan por carriles diferentes. El uruguayo se recupera de una lesión en el gemelo y su presencia estaría descartada frente a Benfica; el zaguero todavía no recibió la visa para ingresar a los Estados Unidos.
“Es preferible un día más que veinte menos. Hay que llevarlo de menor a mayor, con desarrollo físico y mental. Estuve hablando con él y entiendo las necesidades, pero yo le pido calma, que se tranquilice, que no tenga apuro”, relató Russo, en una charla con los medios, acerca de cómo transcurre la mejoría de Cavani, que se lesionó en la previa del superclásico y se resintió frente a Independiente, por el torneo Apertura. Con el charrúa con escaso margen y con Milton Giménez recién reintegrado a las prácticas grupales, tras una lesión en un tobillo, Miguel Merentiel asoma como la pieza de área para jugar contra Benfica.
Respecto a Costa, que en otras dos oportunidades se le negó la visa –a finales de 2023 y a principios de 2024, cuando Independiente se preparaba para ensayar una gira por Estados Unidos, la que finalmente se canceló-, Russo mantiene el optimismo de que se destrabe: “Lo esperamos, le hemos anotado, y creo que se va a solucionar. Es un jugador importante”. El defensor cumple una probation en una causa por un robo cometido en 2018, y aunque los dirigentes solicitaron a las autoridades de la FIFA una intermediación, difícilmente se pueda torcer la historia.
Con este panorama, armar el rompecabezas para diseñar el equipo para jugar con Benfica es una tarea que Russo se toma con calma. “Estamos en una etapa en la cual no definí el equipo, los once. Buscamos que los entrenamientos sean intensos hasta el viernes, y esperemos llegar de la mejor manera al lunes. Benfica es un equipo importante a nivel europeo y local, hay que estar preparados y atentos para jugar de igual a igual permanentemente. Nos tocó Benfica y Bayern Munich en los dos primeros partidos, y está bárbaro. Hay que estar a la altura de lo que es Boca”, analizó en general Russo, que luego desmenuzó el juego de los portugueses: “Tiene una forma de jugar que no cambia, aunque juegue con tres en el fondo o laterales altos. Puede ser distinta, pero siempre consistente”.
La propuesta de Boca depende de las piezas disponibles, aunque Russo va moldeando la estrategia para los partidos con los dos europeos –Benfica y Bayern Munich-: “Tampoco nos podemos meter atrás. Tenemos que saber los retrocesos, pero también en qué forma y manera vamos hacia adelante con ímpetu. Hay que elegir los tiempos y momentos para presionar. Estamos buscando el orden que el equipo necesita”, comentó Russo, que espera, no desespera, pero que va ajustando los detalles para el estreno de su tercer ciclo en Boca.