Como despedida perfecta del verano europeo, Liechtenstein se vistió de fiesta para celebrar la boda de la princesa María Carolina (28), segunda de los cuatro hijos que tienen el príncipe heredero Aolis -es regente desde hace dos décadas– y Sophie de Baviera, y nieta del monarca, el príncipe Hans-Adam II, con el banquero de inversión venezolano Leopoldo Maduro Vollmer (33).
La ceremonia religiosa fue en San Florián, la catedral de Vaduz, capital de este pequeño Estado, y la lista de invitados incluyó a miembros de la realeza y la aristocracia europeas, como el príncipe Nikolaus de Liechtenstein (tío de Alois), los duques de Noto, Jaime de Borbón-Dos Sicilias y su mujer, Charlotte Lindesay Bethune, la princesa Margarita (hermana del gran duque Enrique de Luxemburgo), Victoria de Hohenlohe, duquesa de Medinaceli (es la aristócrata con más títulos de Europa), con su marido Maxime Corneille.
También los acompañaron la primera ministra de Liechtenstein, Brigitte Haas, y el presidente del parlamento, Manfred Kaufmann.
La novia, que estudió en la Parsons School of Design de Nueva York y hoy vive en Londres, donde se dedica al rubro textil, lució un traje de encaje, tul y transparencias que acompañó con un velo de plumetí y la tiara Fringe, estilo kokoshnik, de plata, oro y diamantes, que es una de las piezas más emblemáticas del cofre real, y fue creada en Viena por el joyero de la Corte Imperial en 1890.
La fiesta fue en el castillo de Vaduz, una fortaleza del siglo XII, con 130 habitaciones, que es donde viven los príncipes de Liechtenstein desde 1939.